viernes, 12 de febrero de 2016

"San Valentín ¿una farsa?", por Francisco Quirós Pacurro

Cuenta la Leyenda que San Valentín, fue un sacerdote que casaba a jóvenes cristianos de manera clandestina. Ya que el emperador romano  Claudio II, prohibió contraer matrimonios a los varones en edad joven, para que de esa forma estuviesen más dispuestos para la guerra. Consecuencia de ello El Santo fue ajusticiado en el 270 D.C. un  14 de febrero. De ahí la celebración de los enamorados todos los  catorce de febrero.

Días pasados una persona a la cual le tengo gran estima, me comentaba. ¡Cuantos falsos te quiero se dirán ese día! , creo  que no le falta razón.


No tengo nada en contra de esa festividad, respeto y lo digo con toda sinceridad, aquellos que la celebran. Restaurantes, Floristerías, Agencias de Viajes, Hoteles,  Joyerías y otros negocios,  incrementaran  sus ingresos. Nada malo tiene que todo eso acontezca.

Ahora bien para nada creo en esa conmemoración, a mi modesto entender, que no tiene porque ser el correcto, todo se debe a un montaje comercial. Para más Inri, lo importamos de los países anglosajones, como Halloween, Papa Noel, suma y sigue. 

Opino que igual que en Navidad, Nochevieja,  Año nuevo. Existe mucho” postureo”, hipocresía o como quiera llamarse. No me convencen tantas felicitaciones, tanta exaltación de la amistad, si al cuarto de hora se nos ha olvidado y como te descuides te dan una puñalada trapera (metafóricamente hablando).Esas connotaciones pueden ser  aplicables para este día del amor. Todo tiene mucho de farsa.

Me pregunto. ¿No se pueden regalar flores, cualquier día, sin motivo aparente, simplemente  porque si?, ¿tenemos que esperar a que el calendario nos lo recuerde? ¿Se demuestra el amor hacia nuestra pareja, pasando un  fin de semana en febrero, en un hotel con todo incluido?, donde a lo que realmente se va es a comer y beber en exceso.

Esa es otra, hay muchos que opinaran lo mismo, pero por aquello del agravio comparativo, se ve en la obligación de regalar en dicha celebración. A ver quién es el guapo que no regala nada a su santa, cuando el cuñado o el primo, lo han hecho con sus medias costillas correspondientes.

Dicen los entendidos que el amor hay que cuidarlo los trescientos sesenta y cinco días del año, este trescientos sesenta y seis. Por lo tanto de poco vale que un día  lo elevemos a lo más alto, olvidándolo  el resto.

Les ruego que no crean que con estas letras, haya intentado crear un postulado. Solo son unas reflexiones, de un mayor cascarrabias. Puede que hoy, mi vesícula haya almacenado más bilis de la cuenta, como no cabe está rebosando y  saliendo al exterior.


¡FELIZ  DÍA DE SAN VALENTÍN!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Paco: Cada semana esperamos tus colaboraciones con expectación porque siempre nos depara una sorpresa el asunto que tratas.

Anónimo dijo...

Antonio, el niño del Corchado.

San Valentín está agotado.

En el cielo hubo reparto
de cargos y departamentos
A San Valentín le dieron
quizás, el más distraído,
también el más divertido
y sin duda de trabajo
de todos, el más recargado.
A pesar de sus peticiones,
al santo no le concedieron
ni una simple secretaria
y de directores de área,
de asesores y ayudantes
nada, nada de eso le dieron.
Tampoco una vieja Celestina,
no le dieron ni arco y ni flechas
como a su antecesor Cupido
ni unas alas, como a Eros.
El pobre, a basto no da
para encontrar pareja
a los noveles solteros
que, al club de enamorados,
tienen intención de entrar.
Ni a componer a las parejas
que sus relaciones cesan
ni a reparar las fisuras
que trae la convivencia,
ni a que tampoco se separen
los que aún siguen unidos
que después de muchas décadas
comienzan a sopesar:
Si será por divorcio exprés
o por, un ahí te quedas,
como se van a largar
es que, a ti ya no te aguanto
y quiero mi libertad.
Y luego al cabo de algún tiempo,
desean recomenzar
lo de vivir en pareja,
o al menos enamorarse
aunque sea a tiempo parcial.
San Valentín está agotado
Y el pobre a abasto,no da.

12.02.16

Antonio –El niño del Corchado-

Pacurro dijo...

Gracias

Anónimo dijo...

Ni tú eres Antonio
Ni niño del Corchado
Del Corchado si era
Mi amigo enamorado
Topónimo de Sevilla
De por nombre Antonio
Y por honra su humildad
Sin quebrar jamás la amistad.