martes, 29 de julio de 2014

Alertan de que un pez asiático devastador de los rios invade el Hozgarganta

Pseudorasbora parva. Foto de wikipedia
Leído en Ecoperiodismo. El blog de Ricardo Gamaza .Por su interés reproducimos esta noticia.
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La invasión asiática está en marcha
Los científicos del grupo de investigación Aphanius confirman la presencia en Andalucía de una de las especies invasoras más devastadoras de peces que existe, la Pseudorasbora parva. 
Aunque la Junta de Andalucía detectó esta "bomba biológica" en abril, todavía no ha hecho nada para evitar que arrase la ictiofauna de uno de los ríos más naturales de Andalucía, el Hozgarganta, "aunque los primeros meses son vitales para solucionar el problema", aseguran los expertos.


Mide menos de 10 centímetros, procede de Asia y es devastadora. Sin nombre común aún en España, la Pseudorasbora parva, es un pequeño pececillo capaz de arrasar las poblaciones de peces autóctonos allá donde llega. Esta nueva especie invasora ha sido detectada por el grupo de investigación Aphanius, de la Universidad de Córdoba, en el río Hozgarganta, en la provincia de Cádiz. El catedrático Carlos Fernández-Delgado, director del grupo de investigación y uno de los principales expertos en peces continentales del país alerta de que se debería desarrollar de inmediato un plan de acción urgente antes de que la especie invada la totalidad de la cuenca y avisa de que «los primeros meses son cruciales para evitar que se instale una especie invasora».

En efecto, si no se actúa rápidamente y de manera contundente el problema va a magnificarse y los daños serán irreversibles. La Pseudorasbora parva tiene una altísima tasa de reproducción, llegando a poner varios miles de huevos, y no sólo compite por espacio y alimento con las especies autóctonas, como sucede con la mayoría de las especies invasoras, sino que este pez es más letal si cabe: es portador de un parásito que transmite a otras especies de peces que les produce la muerte o les impide reproducirse; y además es un depredador de huevos de otras especies. Una combinación de factores que la convierten en una de las especies invasoras más peligrosas para los ríos andaluces y que hacen que en sólo dos o tres años hayan colonizado el medio al que han llegado siendo la principal especie presente y la única capaz de reproducirse.

El problema es aún más grave por el río en el que ha aparecido este pez invasor que puede considerarse una auténtica bomba biológica, ya que el Hozgarganta «es el río mejor conservado y más vivo de toda Andalucía», explica Carlos Fernández-Delgado. Este científico especialista en ictiofauna que ha trabajado en muchos de los programas de recuperación de especies en Andalucía, explica que el Hozgarganta al ser uno de los pocos ríos andaluces no regulados, «es uno de los ríos más vivos de la península». De hecho, el río Hozgarganta mantiene poblaciones migradoras que se han perdido en otras cuencas e incluso especies de alto valor ecológico como las alosas (el sábalo y la saboga), la lamprea de mar (que tiene en este río una de las pocas poblaciones estables de España) o las anguilas (una especie catalogada en peligro crítico de extinción) y hasta un endemismo propio, el cacho de Málaga. Especies todas ellas que tienen las horas de vida contadas porque la llegada del pez invasor podría erradicarlas totalmente en poco tiempo.

Que este pequeño pez es devastador para la vida fluvial es algo que saben muy bien en Gran Bretaña, donde la Pseudorasbora parva se introdujo por accidente mezclada con alevines de alguna especie criada en piscifactorías al usarse como pez pasto para la mejora de las poblaciones de especies piscívoras y se ha convertido ya en una de las especies más invasivas de todo el país. Por supuesto, su presencia omnipresente en los ríos británicos le ha servido también para tener ya un nombre común: Topmouth gudgeon (que se podría traducir como gobio de boca grande). Los británicos tienen desde 2005 –llegaron tarde– un programa para erradicar esta especie en el que utilizan la rotenona, un insecticida tóxico para envenenar a los peces que sólo se usa en situaciones extremas para erradicar plagas.

En este sentido, el director del grupo de investigación Aphanius recalca que es crucial «actuar de inmediato» antes de que se extienda esta nueva especie invasora. «Este es un momento idóneo porque el Hozgarganta –como río Mediterráneo que es– está cortado en pozas», lo que permitiría, según Carlos Fernández-Delgado, hacer muestreos exhaustivos para determinar el grado de afectación del río y atacar la invasión de manera localizada. De no ser así, las riadas estacionales que comenzarán en septiembre y octubre conectará de nuevo las pozas del Hozgarganta y la invasión infectará toda la cuenca del Guadiaro, donde una vez que se convierta en especie dominante su salto a otras cuencas es más que probable, como viene haciendo desde que apareciese por primera vez en Rumanía, en la década de 1960. Desde entonces la invasión no ha cesado, afectando ya a 32 países. A España llegó en 2002, cuando se certificó su presencia en el Ebro, llegando al Ter y al Llobregat; después, en 2010 se detecta en el río Alcollarín, afluente el Guadiana, y ahora ha llegado a Andalucía.

Aunque el grupo Aphanius ha confirmado el inicio de la invasión hace apenas una semana y dio la voz de alarma, la Junta de Andalucía le respondió que ya había detectado la presencia de la Pseudorasbora parva en la zona el pasado mes de abril. Cuatro meses después, la Consejería de Medio Ambiente aún no ha realizado ninguna actuación para proteger la vida del río más natural de Andalucía.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La culpa es de Jonai menores no hay.

Anónimo dijo...

Aquí pasará como ha pasado con el "Procambarus clarkii" que casi ha exterminado a los cangrejos autóctonos. O como está pasando con la mixomatosis de los conejos, o la tan temida "Hemorrágica vírica, VHD, o RHD" que en zonas como la nuestro entorno Sampableño ha quedado casi totalmente exterminado. Ya se que representa un
desafío casi imposible de conseguir
desde la lógica epidemiológica; pero este aumenta con lo dejado que somos para nuestra naturaleza.