lunes, 7 de octubre de 2013

"La economía, una ciencia humana", por José Antonio Hernández Guerrero

Ya sé que “proclamar” el sentido humano de la economía es, sencillamente, repetir con un tono enfático una obviedad ya conocida por todos nosotros, pero también reconozco que, tanto en la organización de los estudios universitarios como en la práctica financiera de las grandes empresas, se suele olvidar esta dimensión que debería servir para frenar el “natural” crecimiento de las desigualdades inhumanas y el permanente aumento de la pobreza.
Es cierto que algunos economistas humanistas como, por ejemplo, Marcel Claude, Germán Bernácer o el recientemente fallecido José Luis Sampedro han explicado con claridad y han aplicado con coherencia su firme convicción del  carácter humano de esta ciencia pluridisciplinar, pero también es verdad que son abundantes los economistas y los financieros que entienden más de números que de letras, y no faltan quienes aplican, de manera exclusiva, las leyes inflexibles del mercado para hacer crecer los dividendos. En mi opinión, este desequilibrio puede deberse, en primer lugar, a la incontrolada avaricia (in-) humana de los agentes económicos pero también me atrevo a señalar como explicación complementaria de este desajuste, la descompensación que en los planes de estudio se da entre las ciencias matemáticas y las ciencias humanas.

Ya sé que algunos análisis sobre el carácter inhumano del funcionamiento mecánico de la economía sin tener en cuenta las condiciones personales y sociales, a algunos les parecerán exagerados y les sonarán a “simple falacia demagógica”, pero si contemplamos las actitudes y las conductas de los que hacen negocios y, en especial, de esa élite acomodada que, instalada en una confortable cápsula, fija el rumbo socioeconómico, llegamos a la conclusión de que, en demasiados casos, carecen de empatía hacia las personas más desfavorecidas. Esa ruptura emocional y material explica la esquizofrenia que proyectan constantemente, no sólo el funcionamiento inhumano de los mercados, sino también la política institucionalizada en nuestros países del primer mundo.

¿No creen ustedes que los estudios económicos deberían incluir en su plan académico, además de Sociología, de Filosofía, de Historia y de Psicología, la asignatura de Ética? Si es cierto que los profesionales de la Economía deben tener muy claros los objetivos humanos de una disciplina que sirve en la medida en la que ayuda a crecer humanamente a los individuos y a desarrollarse de manera justa y equilibrada la sociedad, juzgo que no sería demasiado exagerado exigirles que conozcan los factores extraeconómicos que intervienen en los procesos económicos.

Si aceptamos con todas sus consecuencias que la economía es una ciencia humana, tendríamos que admitir que ese humanismo debería inspirar el pensamiento y la conducta de los economistas con el fin de que, al menos, no se agrave el injusto desequilibrio entre las personas y ese abismo que separa a los pueblos avanzados que nadan en la abundancia y en el despilfarro, y los que se ahogan en la miseria. Es posible, al menos, que una concepción humanista de la economía abra nuevas vías para, por ejemplo, aportar soluciones a la cuestión del límite de nuestro progreso teniendo en cuenta los factores que, aunque parecen supra-económicos, extra-económicos e incluso anti-económicos se deben incluir en el pensamiento de los economistas para propiciar un verdadero progreso humano y social.

Tengo la impresión de que, a veces, nos olvidamos de que objeto de la economía –según ya indicó Aristóteles- es estudiar la correcta distribución de los recursos escasos para satisfacer las necesidades de los seres humanos. Sus contenidos, por lo tanto, son las actividades humanas individuales y colectivas que tanto tienen que ver con el bienestar, con la felicidad, con la justicia e, incluso, con la equidad,  esos objetivos que constituyen las metas de la virtud y de la ética.
--
José Antonio Hernández Guerrero es catedrático de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada y Director del Club de Letras de la Universidad de Cádiz, escritor y articulista.

Imagen de  economiaquinto.blogspot.com

4 comentarios:

Anónimo dijo...

ha dado en el clavo las elites economicas y politicas de nuestro pais y del mundo entero les importan un pito las clases más desfavorecidas.
ese es el gran problema.
y estoy de acuerdo que deberian estudiar diariamente ética y matematicas, por lo menos para aprender a dividir y repartir mejor la riqueza entre todos.

Cristóbal Moreno "El Pipeta" dijo...

Muy de acuerdo, y contesto con ésto para que cuando nos veamos me tire de las orejas o ratifique mis ideas y la forma de exponerlas.
Siento que este programa parta de forma no deseada algunos versos.

CRUDA REALIDAD

I
Países desarrollados que os quejáis:
de la pérdida adquisitiva,
de la crisis y de sus políticas,
de la pérdida de bienestar
¿No os dais cuenta que otros
no conocen siquiera
el contenido de esas palabras?
Solo conocen sus tripas
que pegadas
ni siquiera suenan,
y sus huesos sin tener donde asirse.
¡Y su boca que solo pronuncian “hambre, miseria, muerte…”!

II
Sufren y mueren de hambre
queriendo espantar la imagen real y cruda:
de sus famélicos niños rodeados de moscas;
moscas, ágiles y gordas de fibras y nervios
con ojos que no adelgazan
y que solo ven el juego de la muerte;
como los niños que no ven el juego,
pero si la desnutrición la enfermedad y la muerte.

III
E intentan evitarla con ansias de hambre,
y con una triste ilusión de vida:
estiran el pezón de la madre
que tiene el corazón roto y sin sangre,
y un alma virgen sin virgen,
cara estupefacta sin sonrisa,
y que solo sonríen con una muesca herida
pues la sonrisa quedó olvidada
en el jolgorio del mundo.

IV
Del mundo, sin verlo siquiera,
porque el pozo de sus ojos solo ven
el abismo y el dolor
de esa injusticia de Dios.
¡Equilibrio¡ ¡Si…no¡
¡Dios… que naturaleza tan cruel hizo Dios¡
¡Tan cruel como el mismo hombre¡
¡El hombre que es Dios para remediar,
pues está en sus manos paliar esta crueldad¡
¡Repartiendo justicia para ordenarla,
y no, aprovecharse de ella para cebarla¡


V
Justicia que podrían ordenarla
con caridad y ayuda
¡”verdadera”…¡
las naciones civilizadas
pues estos pueblos no pueden
con sus sacos de huesos,
mientras sus reyes no pueden
con sus sacos de oro,
con sus diamantes de brillo,
con sus zafiros de sangre
¡“envenenada”…¡.

VI
¡Reyes, mandatarios¡,
caminando orgullosos
rodeados
de enterradores negros;
negros como su piel
que arrastran cadenas,
cadenas como ayer,
llenándose los bolsillos
de suspiros y promesas
de blancos, “verdes” y amarillos,
de oriente y de occidente,
y del norte sin norte
que se justifican con un céntimo
para las latas del Domund,
que ni siquiera pertenecen
a las arcas de los Estados.

VII

Y siguen muriendo
cargados de moscas
los auténticos ángeles del cielo
por ser los únicos
que no lo conocieron.

Cristóbal Moreno “El Pipeta” octubre de 2.013

Anónimo dijo...

¿ Versos ? ¿ Donde ? no se atisba el
más minimo élan lirico, atiborrar
palabras en columna no significa,ni
mucho menos, Versificar.Expone prosa
entubada y de muy mediocre, siendo
generoso, calidad .

Cristóbal Moreno "El Pipeta" dijo...

Muchas gracias, de verdad, se agradece. Por eso lo mandé solo como un comentario para se analizado por un gran ilustrado y hombre, máximo en las letras. Distinto es que nuestro buen amigo Bernardo lo pusiera en página principal, sin embargo, como todo buen periodista, supo dejar la nota previa que le mandaba "...cuando nos veamos me tire de las orejas etc." refiriéndome al hoy mi maestro. Sin embargo, para abreviar, independientemente del pensamiento filosófico de Enri Bergson, citaré al poeta Carlos Drummond, cuando en una crónica hizo referencia a su criada, y a lo que esta dijo al casi caérsele el televisor: "Doctor, el televisor casi se cae, pero gracias a Dios lo atajé a flor de aire...". Sobre esta expresión analizó que "la poesía brota de la boca del pueblo...", al ver en la frase una "chispa de de poesía. Pues ahí es donde está el germen de todo auténtico poema. Éste poema, o como usted quiera llamarle es ese germen, sembrado en un área rural y para la gente de mi pueblo, no para los ilustrados. Los poetas hablan de los pueblos, de los animales, de las flores, de las cosas etc., los anima, embellece, y les da vida...; pero también hay que hablarle a estas cosas, porque todas están vivas.En cuanto a lo lírico, los sentimientos y estados anímicos más íntimos y profundos pueden ser expresados de una forma impersonal, dándole la fuerza o impulso vital que cada uno quiera; para eso también se ha creado la poesía libre, para que no existan reglas, siempre que haya un ritmo y/o entonación y "para no estar perdido en un laberinto métrico y reglas de rima y entonación...", como digo en otra entubada y mediocre prosa. Por eso busco maestros y nunca he escrito un libro, por si no lo sabía. !Ah...,por otro lado, "versificar" en su caso, se escribe con minúsculas, pues ni es nombre propio, ni va detrás de ningún punto, ni es título de nada. Lo siento, es que se me están sonrojando las orejas. Y no estoy "mosqueado ni voy a picarme con ajos" solo que suelo ser atento pero duro y un poco chillón, lo que no quiere decir que lleve razón. Se que usted, quienquiera que sea, la lleva. Saludos y gracias