Reconozco que José María Aznar me cae fatal. Altivo, vanidoso, egocéntrico y gastando unas ínfulas de “elder statesman” que me pone de mal humor.
Se apuntó el boom de la construcción pero no vio venir la burbuja inmobiliaria que provocó la crisis brutal que millones de españoles soportan, con él empezó la Gurtell, los sobres bajo cuerda y el intento de engaño sobre la autoría de los atentados de Atocha.