miércoles, 6 de abril de 2016

"La otra luz", por Salvador Delgado Moya

.- Dime, cuando yo nací, que fue lo que pensaste?.
.- Ja, ja, ja. Eso son pensamientos discretos y personales que fluyen de diferentes formas.

.- Pero, es verdad que me querías desde el primer momento?.
.- Ya que insistes, te voy a descubrir mi alma...

"Desde que supe que venías a este mundo, mi corazón palpitaba sin un orden establecido, las lágrimas brotaban sin condicionantes y el sueño lo fui cambiando por historias futuristas, donde tú, y sólo tú, eras el único y principal personaje".

"Cuando te vi, cuando te cogí en brazos, es cuando comprendí el otro sentido que posee la vida y sabía que me recompensaría avivando emociones y atizando mi alma, para renovar energías y entusiasmo".


"Las lágrimas que derrame fueron producto de una etapa cíclica. Sólo quiero mirarte, acariciarte, abrazarte, besarte y dedicarte el tiempo que me queda a ti".

"Me convertiste en tu cómplice, en tu salvavidas. Hiciste que tu rutina se convirtiera en un consentimiento pleno, satisfaciendo tus deseos -fueran lógicos o no- lo hacía y lo hago para optimizar tus caprichos".

"Quiero pasar todo el tiempo que pueda acariciando tu ser, bebiendo de tu pureza, forzando al máximo tu sonrisa, abrazándote para protegerte del dolor, del odio y de las penurias que acompañan y acechan durante la vida".

"Tu presencia emana una fragancia especial y única, haciendo que consiga un aura de felicidad y amor, imposible de cuantificar".

"Me gusta tocar tu piel; suave, impoluta, fresca y rosada; para luego tocar la mía, arrugada, vieja, flácida y deforme, pero es así, cuando descubro el verdadero sentido a los momentos de delirio que tu me produces".

"Quiero vivir mucho, necesito vivir y hacerte vivir".

"Quiero saltar, danzar, subir, bajar, aunque mis huesos y mis músculos me digan lo contrario, porque la contrariedad conseguirás que avives hasta límites insospechados mi ilusión de seguir viviendo".

 "Tu eres el ibuprofeno de mi alma, la tila de mis inquietudes y el azúcar de los devenires amargos".

"Siempre te protegeré, te idolatraré; porque cuando me miras, enloquezco; cuando me abrazas, me perturbas; cuando me dices: "te quiero",puedo volverme loca por tanto amor, pasión, adoración, afecto y cariño".

"Cuando seas mayor, recuerda mis canas, mis carantoñas, mi permisibilidad, mis arrugas, porque toda vejez debería ser premiada con el nacimiento y la crianza de un niet@.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La llega de un niño en la familia.

De padre disfrutamos el engendrarlos,
sufrimos cuando nos lo estaban pariendo,
con sus primeras décimas de fiebres temblábamos,
y con sus llantos nocturnos, no dormíamos.
Al partir cada día al trabajo al alba
dormía como lo que era, un angelito,
y al volver por la noche de nuevo a casa,
también casi siempre dormía el chiquitino.
Por el trabajo pasábamos entonces
la mayor parte del tiempo ausente
y nos perdimos casi todas sus miradas,
al igual que sus sonrisas y sus besos,
lo mismo que sus primeras palabras
que suelen ser: Ma-ma, pa-pa, ajó, le-la, le-lo
nos perdimos cuando al abrazarlo
con su media lengua de trapo
balbuceaba entre sonrisa un, te tieno.
Nos perdimos de todos los cariños
el más bonito dulce y tierno.
Pero la vida concede otras oportunidades,
la de disfrutar de todo lo perdido de los hijos
y es cuando el nuevo nacimiento de otro niño
nos hace a los viejos ser abuelos.
.
06.04.16
.
Antonio.-El niño del corchado.