lunes, 20 de agosto de 2012

"Un manotazo duro", por Andrés Beffa

Antonio Gil tocando en una de sus exposiciones de instrumentos en 2010.
Texto leído en el acto de despedida  al compañero Antonio Gil Rios, fallecido en el día de ayer.
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Con los últimos estertores de este mes de Agosto nos  has dejado. Aunque pudiéramos imaginar un final amargo a tu enfermedad,  no podíamos sospechar que la parca tuviera tantas ganas de cobrarte. ¿Por qué ese empeño en llevarse a uno de los mejores como has sido tu? ¿Por qué esas ganas de dejarnos huérfanos de tu presencia?. La vida es injusta, pero la muerte lo es más.
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Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
Esto es lo que expresaba Miguel Hernández, a la muerte de un amigo del alma. Es lo que sentimos en estos momentos, todos los que hemos tenido la suerte de compartir contigo, de conocerte, de quererte, de apreciar que eras mucho más grande por dentro que toda la estatura que la naturaleza te dió.
Nos has dejado, pero seguirás con todos nosotros, en nuestros corazones y en nuestras vidas, porque no sólo supiste ganarte el cariño de  los que te rodearon, sino que has sabido sembrar en la conciencia de muchos de tus vecinos,  entre los que me encuentro, ese bien preciado que es la lealtad con tus ideas y la generosidad.
Te vas, cuando más necesitamos hombres como tu. Hombres de militancia, de sentimiento social, de honestidad contrastada, generosos y llenos de valores. Requisitos indispensables para forjar una nueva sociedad, como demandan ya muchísimos ciudadanos.
Qué orgulloso me he sentido siempre de tenerte como compañero en las filas del PSOE. Siempre has representado para mí y para muchos, el paradigma del buen socialista, de ese hombre de izquierdas que sueña en cambiar el mundo, pero que a su vez está intentando de transformarlo en el día a día. Utopía y praxis, las dos componentes necesarias que nos separan de los otros. De esos que nunca entenderán que pueda haber personas como tú y como otras muchas, que desinteresadamente, entregan su tiempo y el de sus seres más queridos, para trabajar y ayudar a los demás, sin otro objetivo, que el de cambiar el mundo que les ha tocado vivir.
Durante 8 años, junto con tu amigo Luis Medina, llevaste las riendas políticas de San Pablo. Fueron años muy difíciles y de cambios políticos profundos y necesarios. Pero ahí estuvisteis, con ilusión, dando lo mejor de vosotros para transformar un pueblo olvidado por las administraciones franquistas. Unos vecinos, vejados de todo y esquilmados de los servicios básicos y fundamentales, que una población debía tener derecho a disfrutar.
Construisteis entre los dos la base de lo que hoy es nuestro pueblo. Dando la cara en infinidad de ocasiones, para defender lo de todos, fuisteis dotando a San Pablo de esas infraestructuras tan necesarias para mejorar la calidad de vida de sus vecinos, y fuisteis dando respuestas a las numerosas necesidades que nuestro pueblo padecía.
Hoy todo es más fácil gracias a vuestro trabajo. Los que hemos continuado y cogido el relevo, teníamos el camino marcado y expédito y una herencia mucho mejor que la que recibisteis. El gran reto, para los que quedamos, no es otro, que el de seguir dignificando la política como ustedes lo hicieron, y el compromiso de seguir transformando nuestro pueblo, como así lo intentamos cada día.
Antonio el mecánico, perdurará en la memoria de los vecinos de San Pablo por mucho tiempo. La gente lo recordará por sus muchas facetas y aficiones. Quien no va a acordarse de sus célebres disfraces de carnaval, que demostraba que detrás de ese hombre reservado y respetuoso, existía una personalidad jovial y divertida. Quién no va a rememorar y recordar las muchas fiestas amenizadas por su guitarra o el teclado de su órgano. Quien no lo va a echar de menos, cuando nos pongamos a preparar una sangría en la plaza. Y tantas y tantas cosas…
Yo te voy a echar de menos cuando nos lleguen las próximas elecciones. Ahora la cola para los carteles la tendrá que hacer otro y las papeletas nos la repartiremos como podamos. Pero vamos a seguir, porque ahora más que nunca, vamos a tener que recordarte en esos menesteres y pensar, que si estuvieras con nosotros ahí estarías, apoyando con tu esfuerzo y tu ilusión como siempre has hecho.
Se nos va un amigo, un compañero, un padre y un marido, ejemplo de buena persona y de honestidad. Contigo se nos va algo de todos nosotros. Con tu ausencia, muchas cosas ya no serán iguales.
A Ti Milagros, a tus hijos , a tus nueras, a tus nietos, a toda la familia, ahora tenéis que ser fuertes y sobreponeros al dolor de su marcha. Él ya no va a estar, pero no me cabe dudas, que le gustaría veros felices y contentos. La muerte es un accidente de la vida que a todos nos llega sin quererlo. Pero os debe reconfortar, que habéis formado parte de la vida de un hombre excelente, y que estáis rodeados aquí esta tarde, de todo un pueblo que ha querido demostraros con su presencia masiva, su respeto y consideración.
Antonio, amigo, descansa en paz.
Andrés Beffa García

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Antonio el mecanico, gran hombre por dentro y por fuera.descanse en paz

FRANCISCO GIL NAVARRO dijo...

Hola, soy el hijo menor de Antonio el mecanico, les quiero dar las gracias a todas las personas que acistiron al velatorio de mi padre que a sido un golpe muy duro para todos losque lo queriamos que eran muchos, muchisimas gracias en nombre mio y de toda mi familia. FRANCISCO GIL.

Anónimo dijo...

Ejemplo de hombria,sabiduria y saber estar.DESCANSE EN PAZ