La palabra "diciembre" procede de la latina december y ésta de decem que significa diez. Recordemos que el actual mes de diciembre, el último del año, era el décimo en el calendario romano hasta que se introdujeron los meses de Julio y Agosto en honor de los emperadores Julio César y Augusto. En el calendario de Rómulo este mes constaba de treinta días, Numa lo redujo a veintinueve y Julio César lo aumentó hasta los treinta y uno que aún conserva.
El emperador Cómodo intentó, sin éxito, cambiarle el nombre por el de Amazona, en honor a una dama cuyo retrato llevaba en un anillo. En este mes se celebraban las Saturnales, fiestas con las que los romanos honraban a Saturno, dios de la tierra y de las semillas. Duraban siete días y eran un retorno a la antigua y dichosa Edad de Oro. Durante esas jornadas de regocijo y de libertad, se suspendían las luchas, las batallas, se aplazaban los suplicios, vacaban los tribunales y, recordando la antigua igualdad de los hombres, los esclavos se sentaban a las mesas y eran servidos por sus amos.