jueves, 28 de abril de 2022

APAS y Agaden-Ecologistas en Acción lamentan la dejadez y las agresiones al arte rupestre en los parques naturales del Campo de Gibraltar

Nota de prensa de Agaden-Ecologistas en Acción.

La Asociación para la Protección del Arte Sureño (APAS) y AGADEN-Ecologistas en Acción lamentan la dejadez y agresiones al arte rupestre en los parques naturales de la comarca.

Una vez más la agresiones han vuelto a cebarse con el yacimiento rupestre del Castaño, situado en el parque natural de Los Alcornocales, conjunto monumental que destaca principalmente por la geología del afloramiento areniscoso, la gran concentración de abrigos pintados, el propio alcornocal centenario que sobrevive en los pasillos que se generan en esta estructura rocosa, además de por su estratégica ubicación al encontrarse en el puerto de montaña que separa las cuencas del Palmones y del Barbate, o lo que es lo mismo las comarcas del Campo de Gibraltar y la Janda.

A la denuncia realizada por APAS en 2015 por los grafitis acumulados en el abrigo principal del Castaño desde su publicación en la revista Almoraima, hay que sumarle ahora, además de nuevos grafitis repartidos por varios abrigos del yacimiento, una nueva actividad irregular. Se trata de la constatación de la práctica deportiva conocida como “bulder” en el abrigo del Castaño, modalidad de escalada que se practica en el interior de los abrigos o bajo rocas desplomadas y que deja profusión de manchas de magnesio en la roca. Para ello se sirven de las frágiles discontinuidades que ofrece la roca arenisca, provocando desprendimientos como ya denunciara APAS en 2018 en el abrigo IV del Bacinete o ya más recientemente con la colaboración de AGADEN-Ecologistas en Acción, en 2021 en la roca del Arroyo.

Otro factor desestabilizador de este enclave, es el descorche realizado en la campaña de 2020 en el yacimiento del Castaño. La conservación y restitución de este efímero alcornocal que está abocado a la desaparición por la falta de regeneración que provocado en parte por la gran densidad de ungulados, es fundamental no solo para su protección física sino también para conservar su calidad paisajística y el microclima que genera para su entorno inmediato.

La cada vez mayor afluencia de gente hace más frágiles este patrimonio cultural y natural por ello ambos colectivos se han dirigido a las delegaciones de cultura y desarrollo sostenible en Cádiz para implementar medidas de protección. Patrimonio cultural de gran importancia y gran desconocimiento, prueba de ello es el reciente descubrimiento en la zona de dos nuevos abrigos por Francisco Javier Gamaza denominados Bellavista I y II los cuales también están en peligro.

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