"Crecer en las dificultades y rectificar los errores", por José Antonio Hernández Guerrero

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Antonio Fuentes Mendiola
Atreverse a decidir. Sin miedo ni complejos
Madrid, Rialp, 2018

    LA diferencia del aprendizaje de la vida entre los seres humanos y los animales es sobradamente conocida: mientras que éstos nacen provistos de la mayor parte de los conocimientos y de las destrezas necesarios para vivir sus vidas de manera plena de acuerdo con su propia naturaleza, nosotros, por el contrario, hemos de seguir esforzándonos durante toda nuestra vida con el fin de aprender a vivir en la cambiantes circunstancia de nuestra existencia. Para ser protagonistas en la construcción de nuestra felicidad y para colaborar en el bienestar de nuestros convecinos y acompañantes, es indispensable que sigamos cultivando la mente, controlando las emociones y afinando los sentimientos. Como afirmó Séneca: “hace falta toda una vida para aprender a vivir”.

  Para adquirir los conocimientos necesarios y para cultivar las habilidades que nos sirven para crecer humanamente, además de analizar críticamente nuestras propias experiencias y, en especial, para identificar nuestros errores personales, disponemos de las enseñanzas de los “maestros”, de aquellos acompañantes que, humildes, generosos y serviciales, asumen la “misión” de ayudarnos poniendo a nuestra disposición el caudal de informaciones que ellos han ido adquiriendo, a veces, con sus fracasos y errores.

    Esta reflexión inicial -obvia y elemental- me ha servido para leer con atención, interés y provecho el libro Atreverse a decidir, escrito por Antonio Fuentes Mendiola, sacerdote y profesor universitario. Es una obra que, a pesar del rigor de sus planteamientos, está elaborada con un lenguaje claro, actual y directo, y aborda esas cuestiones que se nos plantean a los jóvenes y a los adultos de cualquier edad. Analiza las diversas reacciones humanas que, aunque poseen unos orígenes psicológicos, también manifiestan unas dimensiones morales y unas conexiones íntimas con las virtudes cristianas y con los valores humanos. 

    Tras proporcionarnos fórmulas para vencer el miedo al compromiso, al riesgo y al fracaso al futuro, nos traza diferentes y eficaces sendas para que las recorramos  armados de valor y vigorizados con fuerza de la virtud, para que caminemos cogidos de las manos de la prudencia y de la fortaleza, para que midamos los pasos antes de tomar decisiones, contemos con los resultados de nuestras experiencias personales, pidamos consejos con los que descubrir los ámbitos de nuestra libertad. Finalmente señala cómo la sensatez -o la cordura de juicio- está relacionada con la conciencia moral y cómo la fidelidad a los compromisos adquiridos se convierte en potente motor de nuestras vidas haciendo que crezcamos en las dificultades y que rectifiquemos tras el reconocimiento de nuestros errores.

    Este libro constituye, a mi juicio, una valiosa ayuda para orientarnos en los retos que hemos de afrontar, una guía sugerente para seguir progresando e, incluso, un compendio de oportunas propuestas para corregir nuestras decisiones equivocadas, porque sí, todos -tú y yo- nos equivocamos. Me permito mostrar, además, las agradables sensaciones que me ha producido su original y atractivo diseño de impresión que, por sí solo, nos invita a la lectura.