lunes, 24 de diciembre de 2018

"¿Otra más? ... A Laura Luelmo", por Salvador Delgado Moya

La profesora Laura Luelmo y una imagen creada por ella para el Día de la Mujer.
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¿OTRA MÁS?... A Laura Luelmo

Ha llegado el día en el que tu recorrido lo finalizaron bruscamente sesgando unos sueños de juventud y de vida.

Tus deportivas te llevaron, sin tu saberlo, a un abismo. Forzándote  a la desesperación y a una deflagración inusitada de dolor. Diste zancadas sin retorno, respiraste aires inhóspitos de maldad  y luces que alumbraban el miedo.


Flora y fauna que dejaste perplejas de sorpresas porque la belleza que exhibías estaban expuestas al augurio de tinieblas.

Te truncaron la Navidad, a ti y mucha más gente, porque tu árbol estaba cargado de guirnaldas de descubrimiento, de juventud, de ganas de reír, de ansias por vivir, pero le faltaba la estrella de la libertad...

¡Cuánto Hijo de Puta hay en el camino! ¡Cuántas alimañas hay acechando a presas inocentes que enarbolan la maravillosa divisa de ser mujer! Como hombre, te pido perdón... Te pido perdón por pertenecer a un género en el que se encuentran “presuntos” psicópatas capaces se cometer atrocidades e ir aumentando el número de victimas en una sociedad incapaz de frenar esta locura. ¡Basta ya! Seguimos dejando  actuar a monstruos con unos pedigree infectados de sangre y salvajismo.

¿Cuál fue tu delito? ¡Ser guapa! ¡Ser profesora! ¡Ser trabajadora! O ser mujer...  ¡Que impotencia! ¡Qué humillación! ¡Qué barbaridad! ¡Que ira acumulada por la pasividad de algunos estamentos!  ¡Muchas veces se puede evitar lo inevitable!

Viniste a un lugar donde se respira alegría y se disfruta de la luz, y a ti te ahogaron en la tristeza y cegaron tu  futuro. Viniste a un lugar para enriquecer a personas y te expropiaron, sin previo aviso, la vida...

¿Que les decimos a sus familiares? ¡Que se resignen! ¡Que la vida es muy dura! ¡Que el azar estuvo obsesionado con ella! Les decimos  que fuimos  una sociedad incapaz de avalar los sueños de  Laura, que no fuimos partícipes para que  ella siguiese  desplegando ese aura de belleza que la definía; que no impedimos que su sonrisa neutralizara cualquier corazón;  que quedaron decapitados ilusiones y proyectos que realizar;  que no podemos impedir que se produzcan atrocidades a diario, que debemos avergonzarnos de nuestra ineptitud... Y ahora entraremos en un bucle interminable de mensajes tiroteados desde diferentes flancos que no solucionan nada, pero eso si, hay que atestiguar la solidaridad con la victima... ¡Asco de humanidad!

Y que hacemos con esa batallón de preguntas... si no tenemos respuestas. Adolecidos, en todas partes se dan muestras de dolor, con minutos de silencio, ¡pues no!, no es precisamente el silencio el arma necesaria para paliar este sufrimiento, sino la voz, la coherencia, el atrevimiento, las ganas, la necesidad, la valentía,  la unidad de ambos géneros y la pretensión firme de solventar esta lacra que nos machaca constantemente.

Dicen que no se puede o debe legislar “en caliente”. Dígaselo a sus padres, derrotados e hipotecados al sufrimiento y al dolor; dígaselo a sus amigos, huérfanos para siempre de abrazos y compañía; dígaselo a su entorno, y que solucionen el vacío impuesto; dígaselo a la sociedad de bien y que se posicionen y se postulen  ante las venideras arritmias de sufrimientos.

Y seguimos conviviendo con monstruos que profanan vidas ajenas, sometiendo a una parte de la sociedad a la impotencia de un desmesurado odio, carentes de todo, dilapidando ilusiones y ganas por vivir y consiguiendo que desgraciadamente, cada vez más, aumenten el número de lápidas. Que de una vez por todas, dejen de engrosar unas listas de horror, los seres más maravillosos,  que pueblan este planeta...alguien a las que debemos admirar, respetar, cuidar y sobre todo, amar...

No más quejidos solitarios de desesperación, no más luto esparcido sin titubear, no más lágrimas desconsoladas, no más dolor  oculto  y expectante ante victimas que atesoran pertenecer al  género “débil”,  no más aflicción, no más daño y más desconsuelo...

Te dejaron sin colores, sin música, sin deporte, sin amaneceres y sin preámbulo en el lienzo que te disponías a  crear quedó, opaco y grisáceo. Pero lo que ahora se vislumbra son villancicos entrecortados por los llantos;  cabezas cabizbajas imposibilitadas para reanudar la normalidad,,  porque la normalidad es muy difícil de asumir;  porque el viento seguirá soplando con condensaciones de miedo; noches de desvelos buscando  el fin de este maldito sueño. 

Fuiste una docente de la imaginación, jugando con la  creatividad y una artista del descubrimiento. Fuiste simplemente, un ser maravilloso...

El Onubense Juan Ramón Jiménez escribe,  entre sollozos,  con tinta avergonzada  y se sonroja emocionado, tapándole los ojos a su confidente y amigo Platero, para que se resista a digerir una realidad enloquecida, profundamente dolorosa,exacerbada de maldades y pregonera de un extensivo sufrimiento. 

Sin nada más, te mando un beso  allí donde estés...

Hasta siempre Laura... 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Regresa la Navidad,
año Nuevo y día de Reyes
y como es, por cortesía,
amor y casi devoción
a San Pablo de Buceite,
a todo su pueblo, sus gentes
y en especial al quinteto:
José Antonio Hernández Guerrero,
Al Pipeta, Cristóbal Moreno,
Manuel Mata Pacheco,
Salvador Delgado Moya,
Francisco Quirós “Pacurro”.
Así como a todas y todos
los lectores y comentaristas
que a estas páginas se asoman
y también a Bernardo Medina
Os deseo, Fiestas henchidas de Paz,
Salud, Amor Y Alegría.

Antonio. – El niño del Corchado.