lunes, 22 de febrero de 2021

"Cuentan los Evangelios que Judas traicionó a Jesús por 30 monedas de plata ...", por Enrique Alonso

Entrada relacionda: La Iglesia de la Misericordia de Jimena inmatriculada por la Iglesia incluida en el informe publicado por el Gobierno de España

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Cuentan los Evangelios que Judas traicionó a Jesús por 30 monedas de plata. 30 monedas.

Gracias a la Ley Hipotecaria de Aznar, los obispos se hicieron con la Mezquita de Córdoba ¡por sólo 30 euros!



Cuando la balanza se inclina hacia el pueblo, viene la derecha y coloca una piedra en el plato de la derecha para que de nuevo la balanza se incline a los favorecidos.

Esta historia empezó a finales del siglo XVIII (Desamortización de Godoy) hasta el Gobierno republicano de Niceto Alcalá Zamora en 1931).  Previa expropiación forzosa y mediante una subasta pública, las tierras y bienes que hasta entonces no se podían  (vender, hipotecar o ceder) y que se encontraban en poder de las llamadas “manos muertas”, es decir, la iglesia católica y las órdenes religiosas—que los habían acumulado como habituales beneficiarias de donaciones, testamentos y los llamados baldíos y las tierras comunales de los municipios, Jimena fue uno de esos municipios, con la venta de los mismos se destinaron a la amortización de los títulos de la deuda.

Con la dictadura de Franco empieza a corregir esa “injusticia” a la iglesia y sus allegados.

““ - El artículo 206 de La Ley Hipotecaria de 1946 señalaba: El Estado, la Iglesia Católica, cuando carezcan del título escrito de dominio, podrán inscribir el de los bienes inmuebles que les pertenezcan mediante la oportuna certificación librada por el funcionario a cuyo cargo esté la administración de los mismos, en la que se expresará el título de adquisición o el modo en que fueron adquiridos".

La norma consideraba así a la Iglesia de la misma forma que a las administraciones públicas y, por tanto, le permitía registrar bienes inmuebles mediante un procedimiento rápido y sencillo, sin tener que presentar la documentación que se exige al resto de personas físicas y jurídicas para acreditar una propiedad.

Bastaba con que un obispo certificara la propiedad de la Iglesia sobre determinado bien para que éste quedase registrado a su nombre, equiparando así a los miembros de la iglesia con fedatarios públicos.

Esa equiparación de la iglesia católica con las administraciones públicas ha sido considerada por algunos juristas abiertamente contraria al artículo 16.3 de la Constitución, que establece el carácter aconfesional del Estado, así como al 14, que establece la igualdad ante la ley, ya que otorga un privilegio a la Iglesia católica frente a otras confesiones religiosas.

El Reglamento que, un año después, desarrolló la ley de 1946 remarcaba esa prerrogativa de la Iglesia católica en su artículo 19, pero establecía una excepción en el 5.4 al señalar que quedaban excluidos de poder inmatricularse los templos destinados al culto católico - “”

Como a Franco se le olvidó de meter los templos destinados al culto católico, esta situación fue corregida por la reforma de la Ley Hipotecaria de 1998 de Aznar, en la que ya se incluían los templos en ese procedimiento especial de inmatriculación. Finalmente, la ley se modificó en 2015 dando fin a este robo de los bienes del pueblo, pero ya era muy tarde. Desde entonces, la Iglesia está sometida al mismo proceso que los demás para reclamar la propiedad de los bienes inmuebles. El Tribunal Constitucional no se ha pronunciado sobre los privilegios de la Iglesia en la Ley Hipotecaria de Aznar. Para pronunciarse sobre Cataluña, en días, para esta usurpación de la iglesia, han pasado décadas y aún no se ha pronunciado si esa usurpación permitida por Aznar fue Constitucional. No me extraña que el PP no quiera renovar a sus jueces en los tribunales del Supremo y Constitucional.

Aznar, es decir el PP, tiene la única obsesión de dar los bienes del pueblo a la iglesia y a sus amiguetes.

Con la marca “blanca” de la derecha, Felipe González empezó a dar pasos importantes realizando 70 operaciones de venta. Se empezó a desmantelar el INI y a poner en manos privadas empresas como Seat, Enasa-Pegaso, Acesa, Tabacalera y, parcialmente, Repsol, Endesa, Gesa, Ence y Telefónica.

 Con la llegada de Aznar, las privatizaciones, se precipitan. En esta época, el Estado pierde definitivamente Telefónica, Gas Natural, Repsol, Endesa, Argentaria (Banco Exterior, Caja Postal, Banco de Crédito Industrial y los bancos del Instituto de Crédito Oficial), Tabacalera, Indra, Retevisión, Aldeasa, Aceralia, Red Eléctrica, Iberia, Santa Bárbara, Trasmediterránea y una larga lista de casi cincuenta empresas. Los propios organismos reguladores llegaron a recriminar al Gobierno la poca transparencia de las operaciones y lo precipitado de las decisiones. Y tenían razón, ya que, en vez de producirse la anunciada liberalización, se dio paso al desmantelamiento del Estado, esta tropelía sucedía mientras se despedían trabajadores a mansalva- a oligopolios ligados al gas, la electricidad, el petróleo o las comunicaciones de la mano de personas cercanas al entonces presidente Aznar o a su ministro Rodrigo Rato (Villalonga, Alierta, Pizarro, Francisco González…). Estas empresas tienen hoy día unas ganancias multimillonarias y de ser públicas contribuirían sin duda a paliar el déficit y a garantizar las prestaciones básicas del Estado de bienestar que demanda la ciudadanía. Algunas de ellas (como Endesa o parte de Repsol) han pasado a manos de otras naciones que toman decisiones sobre sectores estratégicos españoles. Y, además, cada día contemplamos cómo se suben las tarifas desmesuradamente, cómo se hacen más laxos los incumplimientos medioambientales, cómo ahorran en los mantenimientos, cómo, en muchos casos, se reduce drásticamente la calidad de los servicios, cómo se minimizan las inversiones e innovaciones tecnológicas.

Hay un dicho “no hay peor ciego que el que no quiere ver” Nos roban y a los ladrones les seguimos votando, porque están escondidos detrás de una bandera.

1 comentario:

E. Alonso dijo...

Hoy, hace 40 años "Un torero asalta el Parlamento español".

En la vida hay fechas inolvidables por los acontecimientos que vivimos y el 23 de febrero de 1981, fue uno de mi vida

No voy a escribir mis sensaciones personales de aquellos días, porque son muy personales, simplemente quiero escribir dos cosa, una trágica y otra cómica.

La trágica.- Lista con las personas a fusilar.

"Que este entramado asesinato estuvo muy premeditado. Estas listas fueron confeccionadas en diciembre de 1980. Según esta publicación fueron realizadas por las Milicias Populares Patrióticas, miembros activistas y violentos escindidos de Fuerza Joven, Fuerza Nueva, Falange Primera Línea y Juventudes Nacional Revolucionarias.

Los golpistas del 23 de febrero de 1981 siguieron una estrategia similar a los del 18 de julio de 1936. Estos últimos también habían tenido muy claro que la violencia sería el arma principal para asegurarse el éxito. De hecho, el 25 de mayo de 1936, dos meses antes del golpe del 18 de julio, las instrucciones secretas del “director” de la conspiración, el general Emilio Mola Vidal, a los otros militares implicados eran muy claras y no dejaban lugar a dudas: la acción habría de ser en “extremo violenta” y tendrían que aplicar “castigos ejemplares”. En la misma línea, un par de semanas antes del golpe de Estado, el 30 de junio, aludía en sus documentos a “eliminar los elementos izquierdistas: comunistas, anarquistas, sindicalistas, masones, etc. un total de 3000 personas MÁS LAS PEQUEÑAS LISTAS QUE TENÍAN EN CADA PUEBLO, ME CONSTA QUE EN JIMENA LAS HABÍA.

La cómica.- "Un torero asalta el Parlamento español": el gazapo de un periodista sueco el 23-F

Un reportero sueco confundió el tricornio de la Guardia Civil con una montera de torero y por ello cuando dio el parte informativo aseguró que se trataba de un profesional taurino con un arma en la mano en la Cámara Baja española".