lunes, 9 de mayo de 2022

"La invasión de Rusia en Ucrania, el fin del orden viejo del siglo XX", por Enrique Alonso

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La invasión de Rusia en Ucrania, el fin del orden viejo del siglo XX

Hay acontecimientos en el mundo que marcan un antes y un después, la guerra de Ucrania es uno de ellos.

Los miedos e incertidumbres que vivimos actualmente en Occidente como: la pugna geopolítica entre Rusia y Estados Unidos con el invitado de piedra de Europa, la invasión de Ucrania por una  gran potencia como Rusia, las continuas proclamas a la III Guerra Mundial con un arsenal atómico o la crisis económica de la energía que nos hará cambiar el mundo que conocemos, también las tuvimos hace 50 años en la década de los 60 y 70 del siglo XX.

En aquella época, también existía la pugna entre URSS y E. Unidos por la geopolítica del mundo, la guerra Vietnam, las proclamas a la III Guerra Mundial incluidas las bombas atómicas entre URSS y los países del pacto de Varsovia contra Occidente “el famoso Telón de Acero de la guerra fría”, también tuvimos una gran crisis de la energía, la famosa crisis del petróleo de 1973 por la guerra entre Israel contra Siria. En aquella ocasión pudimos salir de ese mundo paranoico, con una actitud que ahora es imposible que se dé para resolver esta crisis actual. En aquella época, ante los problemas que nos acuciaba, la sociedad NO reaccionó con más armas, lo hizo con una filosofía antibélica como fue el movimiento “hippie”. Con esta filosofía de no violencia se acabó con la Guerra de Vietnam, cayó el muro de Berlín y la URSS se desintegró, con lo cual desaparecieron las tenebrosas proclamas a la III Guerra Mundial y empezaron a firmar tratados para desarme nuclear en el mundo. 

La forma de pensar y actuar de las personas se debe mucho al manantial de las aguas sociales que bebemos en nuestra juventud. Muchos de mi generación, bebimos en ese manantial del movimiento “hippie”. Movimiento que nació en los Estados Unidos en la década de los 60, en España, este movimiento llegó en los años 70 que coincidió con la muerte del dictador y la llegada de la democracia. El movimiento “hippie” fue un movimiento altamente politizado con posiciones de izquierdas libertarias que nació como consecuencia de la realidad bélica que se vivía en esos momentos en el mundo: La Guerra de Vietnam, el mundo de los dos bloques, con la amenaza de una guerra nuclear. Ante este reto bélico mundial hizo que, en todo el mundo nos pusimos a favor de los derechos civiles y en contra de las guerras. 

Gracias a las aguas de ese movimiento, impregnadas de amor y solidaridad, dimos con la solución para que no se destruyera el mundo y además nació en la sociedad un amor y solidaridad. Pudimos disminuir las guerras, conseguimos la caída del bloque de Berlín y el fin de la Guerra fría entre la URSS y Occidente, nació la sociedad del bienestar en las naciones occidentales. Hoy en día, en ese manantial ya no manan aguas cristalinas de amor y solidaridad hacia los demás, más bien están contaminadas por prepotencias e intransigencias que dan el pensamiento único que nos quieren imponer unos cuantos a toda la sociedad. Filosofía que imperaba en el mundo en la década de 1930 que provocó sangrientos años.

Este símbolo hippie, era pro-desarme nuclear, con el lema “hacer el amor y no la guerra”

Los que nos embriagamos con las aguas del movimiento hippie, defendemos la defensa de los derechos civiles en contra de los gastos bélicos, queremos que el dinero para las guerras, se destinen a gastos sociales: “una bala por un bocadillo, lo que vale un tanque y un avión (11+90) millones pueden comer un mogollón de familias. Si el gasto en alimentos de una familia, “padres y dos hijos” es de 520 euros al mes, por lo tanto, con ese dinero pueden comer unas 200.000 familias durante un mes. Este argumento muy social y loable lo seguimos defendiendo, aunque cada vez sea más una utopía. Con esta guerra, con sus voceros ultranacionalistas hace que cada vez nos importe menos que esas familias no tengan para comer, lo importante es que tengamos un tanque y un avión más, para nuestra defensa.

Como ya he dicho, la situación bélica que vivimos actualmente con la Guerra de Ucrania, los voceros de la III Guerra Mundial con  amenazas de la guerra nuclear, es muy parecida a la que teníamos en mi época de mi juventud, pero hay una gran diferencia; el agua social que se bebe actualmente, no son las aguas pacifistas de la década de los 70, más bien son aguas que nos retraen a los manantiales bélicos y nacionalistas de los años 30 y 40 del siglo pasado ¿Dónde nos llevarán estas aguas salobres?

¿Qué aguas estaremos bebiendo, cuando hemos cambiado el grito? ¡Haz el amor y no la guerra! Por ¡haz la guerra, aunque nadie quede para hacer el amor! Los países europeos quieren aumentar los gastos en defensa, España ha propuesto duplicar del 1 al 1.2 hasta 2% del PIB, en su gasto en defensa. Esto quiere decir que tenemos que quitar esos 101 millones de euros destinados para que coman 200.000 familias durante un mes, para la compra de un tanque y un avión.

Deseo y quiero pensar que, de nuevo surja en el mundo y sobre todo en Rusia, un movimiento pacifista para que callen las armas y hagan surgir flores en los cascos de los soldados que están luchando en Ucrania, parecido al que surgió en Occidente por la guerra de Vietnam.

En este cuadro sobre inversiones del PIB, vemos cómo disminuyen en todos los conceptos menos en defensa que aumentan. Este es el nuevo mundo que nos espera.


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