viernes, 6 de diciembre de 2019

ARCGISA y Mancomunidad se enfadan con el voto negativo a subir el agua del alcalde de Tesorillo, y critican duramente su comunicado

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Leído en El Naranjo. Por su interés reproducimos esta noticia.
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El voto negativo del alcalde de Tesorillo enfada al resto de miembros del consejo de Arcgisa
Por Yolanda Olivares

Arcgisa informa de la subida del 1,41 % de la tarifa de abastecimiento para 2020

Jesús Fernández, alcalde de Tesorillo, no ha entrado con buen pie en el Consejo de Administración de Arcgisa. La primera reunión de la empresa pública ha sido suficiente para que el recién estrenado octavo alcalde provoque el enfado del resto. La razón, el voto negativo en la primera sesión en la que Arcgisa ha decidido subir las tasas para equilibrar la deteriorada economía de la compañía.

Esta posición de Fernández no ha dejado indiferente a algunos alcaldes, que se han molestado por una actitud que consideran poco coherente ya que, a pesar de que ha votado en contra de la subida de las tasas, el municipio se verá beneficiado de la reducción pactada en el abastecimiento de agua. El voto en contra del representante de Izquierda Unida se ha visto agravado con un post en el Facebook oficial del Ayuntamiento de Tesorillo en el que puede leerse: “Jesús Fernández es el único alcalde del Campo de Gibraltar que ha votado en contra de la subida del agua. En Tesorillo para el próximo año 2020 se baja el IBI y el impuesto de vehículos, y no se cobra la plusvalía derivada de ventas y herencias. A pesar de nuestra negativa, la medida de subida ha sido votada a favor o facilitada por el resto y afectará a San Martín del Tesorillo”, señalan en el consistorio tesorillero.

En Arcgisa este comunicado ha sido recibido con “sorpresa”. Primero por las formas, en redes sociales, y luego por su veracidad, que cuestionan. Miembros del consejo y algunos alcaldes critican que se haga este ejercicio de “forofismo”, y afean que un responsable público recurra a las redes sociales para tratar un asunto que afecta a otros representantes y a la institución a la que representan.

Ejercicio de generosidad con Tesorillo
 
“Lo que de verdad ha ocurrido hoy en el consejo es que el resto de los municipios de la comarca ha hecho un ejercicio de generosidad y solidaridad con los ciudadanos de San Martín del Tesorillo, y la respuesta de su alcalde no ha sido solo votar en contra, sino además alardear de ello”, señalan desde Arcgisa, que recuerda que San Martín de Tesorillo no tiene aún convenio suscrito y que a pesar de ello, y gracias al apoyo del resto de los municipios de la comarca, se le han aplicado las mismas condiciones que al resto que ya habían negociado sus convenios con la Mancomunidad.

Estas condiciones suponen la gratuidad de los 20 primeros metros cúbicos en el recibo del agua. Y esta gratuidad supone que al 85 por ciento de los ciudadanos de San Martín del Tesorillo les bajará el recibo de los servicios que prestará Arcgisa en 2020, por lo que la subida de la que habla Fernández es una bajada, según el argumento de la empresa.

Responsables de la Mancomunidad recuerdan al alcalde de Tesorillo que la prestación de los servicios públicos en los municipios pequeños es mucho más costosa y que este municipio se ve beneficiado ya que las tasas se compensan por pertenecer a una agrupación de municipios mucho mayor. “De no ser así el precio que pagarían los ciudadanos de Tesorillo por los servicios de agua y residuos sería un 70 por ciento mayor”, añaden.

Miembros del consejo de Arcgisa, molestos por esta actitud de Jesús Fernández, no tienen ningún reparo en señalar que pertenecer a la Mancomunidad no es una obligación y que si cree que puede prestar mejor servicio a sus ciudadanos, que lo haga.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Se supone que los representantes públicos no deben hacer pública sus decisiones?, ¿entonces qué mal ven en "alardear de ello"?, ¿preferían que nadie se enterara?

El problema de ARCGISA es conocido por todos desde casi su creación: debe atender demasiados nombramientos políticos y eso provoca un agujero de dimensiones bíblicas, hasta que deba ser rescatada. El cómo se provoca el agujero legalmente, los últimos métodos, ya son algo menos conocido tal vez. Habría que tener en cuenta como se trucan los presupuestos para ello.

Una vez hecho público el agujero, hay que parchearlo, porque taparlo es imposible, y eso se hace, como no puede ser de otra manera, mediante subidas más o menos maquillada. La última ha sido la votación del otro día, pero desde luego no es la más importante. La mayor fue cuando pasaron de recibo bimensual a trimestral, disparando el consumo de los bloques superiores que elevan los recibos a cuotas impensables para muchos ciudadanos.

Si fuera cierto lo que dicen de que los municipios pequeños merecen pagar un 70% más... ¿por qué Sotogrande paga tan poco?, ¿cómo El Secadero apenas paga agua comparado con su vecino Tesorillo? Igual tenemos que llamar a Iker Jiménez para que nos lo explique.

La razón, una vez más, parece ser política. Si Sotogrande tuviera que soportar las tarifas que mete ARCGISA al resto de ciudadanos sería imposible mantener tanto jardín, piscina, y ritmo elevado de consumo. Así que para no fastidiar demasiado se cede a una empresa paralela que aplique otra tarifa distinta. La discriminación fronteriza se aprecia claramente en los recibos de la gente de Guadiaro comparados con los de sus vecinos de Pueblo Nuevo (de Guadiaro, a 100 metros).

Y ya que sale el tema explicaremos cómo se crea un agujero negro presupuestario, utilizando el mismo método que antaño pudo practicarse en Jimena para llegar a la burrada de millones de deuda que dejó el anterior gobierno.

Cuando se hacen los presupuestos, una vez aprobados, ya se pueden gastar, pero si luego esas previsiones no se cumplen tenemos un déficit importante. La duda suele estar en qué ha salido mal, qué estaba mal calculado en los presupuestos, y en éste caso, como el de Jimena hace una década, era bien sencillo: se incluyen conceptos imposibles en el presupuesto.

En el caso de ARCGISA se ha detectado que a numerosas empresas, sobre todo de alquiler, les pasan recibos dobles: uno al propietario del local y otro al inquilino. Aunque luego cuando se recurren se anula lógicamente uno de los dos, en el presupuesto constan ambos, por lo que ya tenemos importes imposibles que rebajarán la cifra de ingresos en la liquidación.

Si esto ocurriera una vez, podría ser despiste, simple mala gestión, error puntual, pero si ocurre sistemáticamente año tras años... hay algo más. Parece más interés en aprobar cifras que luego sabemos a ciencia cierta que no se van a cumplir, para aparentar y poder realizar gastos que generarán más deuda. Y así se infla el balón... hasta que explote.

Anónimo dijo...

Muy bien explicado por el autor del comentario anterior. No se puede decir más claro, no señor. Yo incluso añadiría que la calidad del agua que nos llega a Jimena, una vez que termina el verano, es insoportable para beber. ¿Es debido a qué ya este agua no es del pantano de castellar y empiezan de nuevo a llegarnos de los pozos?.