jueves, 1 de agosto de 2019

"La chica de la camisa blanca", por Manuel Mata

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LA CHICA DE LA CAMISA BLANCA
No recuerdo si eran dos o tres los botones desabrochados de su camisa blanca de organdí que dejaba entrever el ribete con encajes de un sujetador también blanco, una piel rosada, y la forma simétrica de sus senos.


Pantalón vaquero ajustado con corte de pitillo que aquel verano estaba de moda, pelo rubio largo y ensortijado recogido con pinza de nácar en un moño desmadejado, pendientes de aro plateado y ojos del color de las esmeraldas que de fantasía lo tenían todo.
 
En una mano, un vaso  de plástico vacío, si acaso con restos de cubitos de hielo que se derretían a chorros; en la otra, un par de zapatos negros de fino tacón, cogidos por la tirilla trasera y echados al hombro.
 
Y una cara bella y armónica oculta bajo la máscara del cansancio, de la indolencia y de la soledad más absoluta.
 
¿Me sirves el último? Preguntó.
 
No, ya estamos cerrados.
 
Y es que, a aquellas horas, en la caseta de feria, sólo quedaban los músicos, allá al fondo sobre el escenario recogiendo sus bártulos, y yo, tras la barra, haciendo recuento de botellas, limpiando planchas de freír y llenando neveras.
 
Entonces, ella apoyó su cuerpo y su melancolía en el mostrador y me contó su vida.  Al menos las últimas veinticuatro horas de su vida: Que su novio la había dejado esa misma noche, que bebió todos los wiskis  del mundo que se podían beber, que bailó todo lo bailable, que fumó hachís sin preguntar de quién venía, que besó en la boca a todo aquel que se le cruzó en la pista. Y al oído me confesó su conclusión más íntima: sólo el olvido puede hacer superar los reveses que nos depara el destino.
 
Sacó unas llaves del bolsillo trasero del pantalón que colocó encima de la barra, me dijo que eran de su coche, un seat Ibiza rojo; que no sabía dónde estaba aparcado ni cómo llegar hasta él, y me pidió que la llevara a la cama. Dormir, sólo necesito dormir, dijo.
 
El recinto ferial ocupaba toda una plaza circular con un solitario campanario sin iglesia que sacralizar ni campanas que tañer. Salimos a la intemperie y enfilamos, abrazados, cuesta arriba, una calle adoquinada con macetas de geranios en los poyetes, hasta el hostal donde me alojaba durante los días de fiesta de aquel pueblo. Uno de tantos que en verano recorría con mi padre, de feria en feria como decía la canción de Serrat, para costearme mis estudios en la Facultad de Medicina.
 
El Sol, a  nuestras espaldas, iluminaba ya las almenas de un castillo que nunca visité, y a lo lejos la sirena de una desvencijada fábrica de corcho llamaba a los trabajadores.
 
Nunca más supe de ella, ni siquiera su nombre.

Con el tiempo y contra el tiempo aprendí que la evocación de lo vivido es la única senda transitable que nos permite reescribir nuestra existencia, aunque pasados ya treinta años, sentado, como estoy ahora mientras garrapateo estas líneas, en mi lujoso despacho de prestigioso cardiólogo, sigo sin recordar si eran dos o tres los botones desabrochados de su camisa.

37 comentarios:

Anónimo dijo...

Manolo lo de siempre. un dominio de la escritura y una sensibilidad fuera de lo común.

Anónimo dijo...

Extraordinario Sr.Mata. Ya estaba tardando usted en publicar algo.Se le agradece.

Anónimo dijo...

Vaya tela!. Aprovecharse de una borracha.

Pacurro dijo...

Manolo, aqui no cabe aplicar lo bueno y breve dos veces bueno. Ni el fenómento José Tomás, que suele dar una sola corrida al año. Debes prodigarte más, para el goce en general. Aunque como las meigas, haberlos hailos,algunos no disfrutarán con tus relatos .

Anónimo dijo...

Esta claro que esto ocurre en Jimena y que el hombre se quedo colgado de esta mujer.
Una pena.

Jacinta dijo...

Sr. Mata. Excelente relato lleno de matices que nos hacen " ver" cada instante del mismo. Le felicito.
Por cierto, yo también tengo una camisa blanca....

Anónimo dijo...

8.30 ¿Adónde dice que se aprovechó? Se fueron a dormir ella la tajá y el muchacho a descansar que yo sé lo que es estar de camarero en una feria

Anónimo dijo...

A un jimenato a tiempo parcial le pasó algo parecido pero en vez de estudiar para médico se metió a trabajar en un circo. Podía contar aquí su historia seguro que es interesante

Anónimo dijo...

D. Manuel, tus fantasías sexuales no son diferentes, y pueden ofrecer una idea de tu personalidad. Por supuesto, su objetivo principal es excitarte y conseguir erecciones, que el paso de los años son cada vez más difíciles. Pero los tipos de aventuras sexuales que imagines, también pueden decir mucho sobre cómo te ves a ti mismo y el mundo que te rodea.

Anónimo dijo...

Fantasias sexuales en este relato?
Alucino vecino. El de las 8.23 tiene un problema y debería tratárselo.

Anónimo dijo...

Detrás de este comentario anónimo hay un político resabiado.

Anónimo dijo...

10:14.
Con el mismo derecho que usted dice:"Detrás de este comentario anónimo hay un político resabiado". Yo puedo decir: Detrás de algunos comentarios anónimos son de barrigas agradecidas.

Anónimo dijo...

9:40
Fantasías sexuales, son eso, fantasías y no realidades. Usted tendrá las suyas y si las escribe, pueden ser para muchos, ridículas y de risa.
Realmente tengo un problema,algunos comentarios me produce pajas mentales.

Anónimo dijo...

A mi me ha puesto cachondo al leer:"No recuerdo si eran dos o tres los botones desabrochados de su camisa blanca de organdí que dejaba entrever el ribete con encajes de un sujetador también blanco, una piel rosada, y la forma simétrica de sus senos"

Ponerse cachondo por leer esto, no es malo. Lo malo es ponerse cachondo cuando se lee que hay gente desahuciada de sus viviendas o que hay familias que no tienen para alimentar a sus hijos..... y por desgracia si hay personas que se ponen con estos relatos.

Anónimo dijo...

O sea que lo hay

Anónimo dijo...

Qué pena, a donde estamos llegando. Ya, con mi edad y mi experiencia, hasta soy partidario de no escribir para nadie y desahogarme solo (como los imberbes y las vírgenes). Desahogarme no solo en lo que estáis pensando, que también por muy poco elástico de hierro que me quede, sino para criticarme solo y poder cambiar con mis defectos y mis virtudes. ¿Y por qué digo esto?, pues porque me doy cuenta de lo malo y ruin que somos los humanos: gozamos por hacer y tras hacer daños, solo buscamos nuestra egoista felicidad y nos importa un carajo los demás. Somos malos si, en el fondo reconocemos nuestras dos caras y disfrutamos más de la injusta. Una persona puede ser como sea y tener unas cualidades que benefician a las demás en cualquier ámbito de la vida, incluida la cultural, y si expone y con ello ayuda al conjunto, pues hay que agradecerlo, como también hace esa otra parte que se libra de mis abruptas reflexiones negativas y demuestran el lado bueno del ser humano. Pues bien, de lo que somos -y solo es un asomo- quedan reflejadas ambas caras (la bendita y la maligna -que no la del distinto parecer o de gustos, que es lo lógico-). El daño que se intenta hacer es a propósito, con alevosía y con saña. Que no es lo mismo que diferir. Por eso hay que pasar, ¡o no si me abtengo!, para aportar algo por la sociedad y se hace con buena fe aunque parezca altanería. Y esto lo digo por esas críticas destructivas que muchas veces provienen de la política, de la enemistad y las más de la envidia. Este relato es de lógica común, dulce, dócil, sencillo, fino y sensual, para nada pornográfico, casi ni siquiera llega a ser afrodisíaco. Poca crítica cabe, pero ahí está el enemigo acechando sin querer discernir. Mejor es seguir el camino del que tanto criticaba en esta página, dañaba literalmente y abusaba: el de marcharse y callarse en el olvido para siempre en bien de la humildad.

Gonzalo Polo dijo...

¿Entiendes ahora,Manuel Mata, por qué no quiero escribir nada más? Si voy a ser quien provoque el onanismo de ciertas anónimos, prefiero machacármela yo solo.
¡Ánimo anónimos! Se abre la veda.
Gonzalo Polo.

Anónimo dijo...

Comentario de las 10.24 !para quitarse el sombrero !
El mejor desde que existe Buceite.
Deberías pasar a la nómina de colaboradores escritores del blog.
Ha sido un placer leerte.

Anónimo dijo...

Sexual, erótico, fantasías..... que malas artes profesan algunos.
Mi abuela decía - con gran acierto- que las envidias se miden con las desgracias de los demás.
Tan difícil es reconocer el estar dotado para la escritura y hacernos estos regalos compartiendo?.
Amigo Manolo. gracias por tu generosidad.
Ahhh!!!! y yo también tengo una camisa blanda y escote de fina puntilla.

Anónimo dijo...

6:22 ¡¡Que razón tenia tu abuela!!
10:24 chapeau!!!

Anónimo dijo...

A veces un comentario intencionado provoca un debate que es más interesante que el artículo. Creo que lo he conseguido, esto es así, que hasta el mismo Cristo ha bajado de los cielos, ha estado con nosotros y nos ha dicho: "Onanismo para el pueblo, pero sin el pueblo" y el pueblo elevando los brazos al cielo dice: Amén.

Anónimo dijo...

Sr. Guadiana por un rato.
"En el lenguaje coloquial se utiliza la expresión: "como el Guadiana", cuando algo ocurre sólo a intervalos, normalmente irregulares, o cuando alguien o algo desaparece de improviso y vuelve a aparecer sin avisar".
¿Como te va por la Estepa Siberiana? ¿No encuentras a nadie a quien amargar el día?

CRISTINA RUBIO PEREZ dijo...

Que bonito!!!! Me ha encantado

Anónimo dijo...

Enhorabuena... llevas toda la razon..

Anónimo dijo...

Amigo Manolo, todos tus artículos lo leo con apetito y entusiasmo, siempre son aire fresco en el bog de Bernardo, cargado de noticias de los eventos del pueblo. Solo tienen un problema, la reata de cortesanos y plañideras que arrastran.

Es muy cansino leer siempre los mismo comentarios a tus artículos:¡Qué bonito es!¡Eres el más grande!¡Qué guapo eres! y un sin fin de halagos y tonterías que nada tiene que ver con el artículo y da una imagen como si fueses una persona insegura, y por lo tanto necesitas cierta confirmación externa para sentirte valioso y bien contigo mismo, sobre todo si son halagos son exagerados, existe la posibilidad de que esté motivado por un objetivo oculto.

Ningún comentario hablan sobre el fondo de tus artículos y esa es la razón de escribir mi comentario avispón para que se comente algo distinto que halagos vanidosos,de esta forma entremos con razón o sin ella en algo que tu escribes en el artículo. Hago esta aclaración para que sepas que me gustan tus artículos y espero que sigas escribiendo, porque a parte de que lo haces bien, eres una persona mayor y tienes aun muchas cosas que has vivido y tendrás que cortarnos algún día.
Mi comentario ha producido tantos efectos, que hasta los muertos literarios han hablado por medio de un comentario, un antisocialista como Gonzalo hable bien de ti y te apoye, con solo eso, ha merecido la pena en escribirlo.

Anónimo dijo...

C.M.: excelente reflexión

Curro Jarillo dijo...

Enhorabuena ,Manolo,
Como siempre, magistral.

Anónimo dijo...

Yo sigo pensando,que se aprovechó de una borracha.

Anónimo dijo...

E.A. gracias en nombre de los lectores por tu aclaración.

Anónimo dijo...

LA INSOPORTABLE MEDIOCRIDAD DEL SER

Ante la deriva que ha tomado este blog, comandado hacia lo más zafio y parecido a un Chíllame de Luxe y con informaciones más cercanas a la línea de OK Diario, que a la veracidad; me despido de ustedes. Ya no leerán nada, absolutamente nada mío en estas páginas.

lo firma PINOCHO

Anónimo dijo...

Pero pasó algo o no.
Porque conozco muchos que fardan de que sí y luego fue que no.

Anónimo dijo...

Chúchuuuu chuqu chuqu chuqu chuqu chuqu... Chúchuuuu

Anónimo dijo...

Si no existiera Jimenato por un rato, habría que inventarlo.
Sus detractores lo han convertido en un mito. El icono de este blog.
Pero ¿Realmente existe o es un personaje de ficción inventado por Bernardo para vender más ejemplares de su periódico?

Anónimo dijo...

Qué un relato llegue a ser lo más leído en el Buceite dice mucho del gusto de la gente por la lectura

Anónimo dijo...

El que mucho se despide, pocas ganas tiene de irse.

Anónimo dijo...

Anónimo 3:05 pm al treeen!

Anónimo dijo...

El que se va sin que lo echen vuelve sin que lo llamen.
Encantado de leerte de nuevo Sr. POLO