domingo, 22 de junio de 2014

El SAT Jimena y Castellar en "Rodea el Parlamento" ayer en Sevilla

Reivindicando La Almoraima junto a Diego Cañamero.

Ayer sábado el SAT Cartellar y Jimena, participaron en las "Marchas de la Dignidad – Andalucía", en la convocatoria RODEA EL PARLAMENTO reivindicando una Almoraima Pública.
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MANIFIESTO 21J – RODEA EL PARLAMENTO
NO AL PAGO DE LA DEUDA
NI UN RECORTE MÁS
FUERA LOS GOBIERNOS DE LA TROIKA

PAN, TRABAJO Y TECHO PARA TODOS Y TODAS.


Vivimos inmersos en una crisis social y económica como nunca antes habíamos conocido. Andalucía sufre unos niveles de paro y miseria que hacen que una gran parte de su población no consiga alcanzar unas condiciones de vida mínimamente dignas . Mientras, los distintos gobiernos nos dan explicaciones que la asemejan a una catástrofe natural, irremediable y sin responsables y nos lanzan mensajes optimistas sobre una pronta recuperación. Pero la realidad es otra: la realidad es el paro, la precariedad, la emigración y los comedores sociales.

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Andalucía nunca llegó a tener pleno empleo. El paro es estructural y es fruto de un modelo económico dependiente de una agricultura abandonada y un reparto desigual de la tierra y de la riqueza, al que hay que sumarle la desindustrialización y el pelotazo urbanístico, siempre acompañados del olvido institucional en lo que se refiere a inversiones públicas por parte de los distintos gobiernos. Un modelo económico del que sólo han salido beneficiados grandes empresarios, especuladores, banqueros y políticos y sin el cual no es posible explicar de forma convincente cómo se llega, en apenas seis años, de un 12% de paro al 35% actual.

Tampoco se nos dan respuestas sobre el futuro que nos espera. Si la única salida para ese 60% de nuestra juventud en paro es la emigración. Si los trabajadores y trabajadoras tienen que subsistir y soportar un 10% de bajadas salariales de media y aceptar cualquier tipo de condiciones laborales, si quienes trabajan en el campo tienen que pelear por un jornal, aun siendo conscientes de la explotación que sufren, o si la recuperación pasa por esos datos del paro que muestran que el empleo que se creará será temporal y precario, no sólo nos han abandonado sino que nos han condenado.


Andalucía está condenada porque la única salida que nos dejan es la de seguir manteniendo, si no aumentando, los beneficios de los que nos han llevado a este estado de excepción social, a costa del desmantelamiento de los servicios básicos, la pérdida de derechos laborales y sociales, el cierre de empresas y la pobreza que sufre el 31% de los andaluces. Nos dejan sin trabajo, sin casa, sin sanidad, sin pensiones, sin estudios, sin futuro, ¡sin vida!
Desde el gobierno andaluz se están llevando a cabo recortes en Educación y Sanidad, que sumados a los del gobierno central, están colocando los servicios públicos en una situación cada vez más precaria. Se ha recortado el salario de los empleados públicos, se continúa con la externalización y privatización mediante contratas de cada vez más sectores de la administración pública. Las políticas anunciadas de reparto de la riqueza y de creación de empleo han quedado, una vez más, en papel mojado. No se han puesto en marcha medidas como la progresividad fiscal en el gravamen de la riqueza, la renta básica, el banco de tierras, el esclarecimiento de casos de corrupción, o la auditoría de la deuda, entre otras muchas.
Por el contrario, el gobierno andaluz, al abrigo de las políticas neoliberales impulsadas desde el gobierno central y la Troika, aplica sus dictados, llevando a centenares de miles de familias andaluzas a la miseria, la resignación y el abandono.
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Y así seguirán mientras les dejemos, hasta que nos pongamos de pie y digamos basta. Para conseguirlo no hay otro camino más que la organización y la lucha. La indignación en soledad sólo nos lleva al aislamiento y a la resignación. Somos millones y no estamos dispuestos a dejar que nos aniquilen.
Para avanzar en la construcción de la unidad y del poder del pueblo, y tras las Marchas de la Dignidad que llegaron a Madrid el 22 de marzo, las diversas organizaciones que forman parte del movimiento convocan una nueva gran movilización que llama a los andaluces y andaluzas a protestar contra las políticas que están haciendo cargar los efectos de la crisis sobre las clases populares y la mayoría social trabajadora de nuestra tierra.
Avancemos en la construcción de un espacio común de lucha, hoy más fortalecido que nunca, en torno a los comunes denominadores que persiguen todos los colectivos y movimientos implicados, y que afectan de forma unitaria a una gran parte del pueblo andaluz. Vayamos al parlamento el 21 de junio y rodeémoslo exigiendo a quienes nos gobiernan la soberanía que nos corresponde y que han usurpado. Recordémosles que no pararemos hasta conseguirlo.
Por otro lado, queremos trasladar la necesidad de movilización, asociación y participación alrededor de los objetivos comunes del conjunto de la población hoy desmovilizada, para transformar el estado de resignación, descreimiento y frustración instaurado en un gran número de ciudadanos y ciudadanas.
Cinco son las demandas que nos unieron el pasado 22M en Madrid, demandas que el 21J exigimos también en Sevilla al gobierno y al parlamento de Andalucía.
1.- Contra el paro y la precariedad laboral. Por el empleo digno y con garantías, por el reparto del trabajo sin merma salarial, la derogación de las reformas laborales, por la igualdad salarial entre hombre y mujeres, por unas prestaciones suficientes. Por una Renta Básica Universal.
2.- Contra los recortes sociales que minan los ya de por sí escasos mecanismos de protección y desarrollo social. Especialmente aquellos que van ligados a la jubilación, la sanidad, la educación y los servicios sociales básicos. Por el derecho a la vivienda y de los servicios básicos (agua, luz, gas) de la ciudadanía.
3.- A favor de los servicios públicos en cualquiera de sus formas (Sanidad, Educación, Servicios Sociales o Pensiones). Contra las privatizaciones y un proceso de renacionalización de los sectores estratégicos de la economía.
4.- Contra la corrupción instaurada en las instituciones gubernamentales, políticas, económicas, financieras y judiciales. Por la transparencia, el derecho a la justicia y la igualdad de todos los ciudadanos ante las instancias judiciales.
5.- A favor de una auditoría de la deuda ilegítima y en contra del pago de la misma.
6. - Contra la represión de miles de activistas sociales y sindicalistas que en los últimos años se están enfrentando a multas, procesos y cárcel y el anteproyecto de ley de seguridad ciudadana que prevé el endurecimiento de penas y sanciones contra el activismo social. Con especial fuerza rechazamos la condena a tres años de cárcel de Carmen y Carlos, por participar en un piquete en la HG del 29M de 2012. De igual forma reclamamos la absolución de Miguel e Isma, y el resto de imputados por el 22M.
Las Marchas de la Dignidad no acabaron el 22 de marzo; fueron el principio y no el fin. Nos sirvieron para asentar y fortalecer las estructuras creadas, para así dar respuesta a las agresiones que como pueblo hemos sufrido y desafiar aquellas que estén por venir, diseñando y desarrollando una estrategia de lucha continuada en el tiempo, que persiga la reversión de todas las agresiones, y que busque alternativas de convivencia social, política y económica. Fueron fruto de la unión y la generosidad de iguales que comparten el paro y la pobreza pero también la determinación de luchar para erradicarlos.
La sociedad andaluza está ya en el proceso de empoderamiento que tanto tiempo lleva buscando. Cientos de miles de personas, miles y miles de colectivos, cientos de experiencias de autogestión y rebeldía, hacen que el hartazgo del pueblo este pasando ya desde las conversaciones de bar a los lugares de reunión y de reivindicación. Es un proceso caracterizado por la solidaridad y el apoyo mutuo. Por el conocimiento, lento pero inequívoco, de la realidad frente al engaño en que nos quieren tener de continuo los poderes a través de sus medios de comunicación. Es un proceso vivo, que ha de seguir pujando, pero que tiene visos de ser ya sin retorno, y que deberá trabajar para ganar la capacidad de impulsar movilizaciones cada vez más contundentes, desobedientes y continuadas, en las calles, barrios y pueblos, pero también en los centros de trabajo, apostando por la necesidad de poner en marcha un proceso hacia una amplia huelga general, social, laboral, política y de consumo, con capacidad de transformar en favor de la mayoría social la actual situación política y económica.
Por eso hacemos un llamamiento a todos los andaluces y andaluzas a llenar de dignidad y rebeldía las calles de Sevilla el 21 de junio en una gran movilización de la mayoría social.
Es el momento perfecto para generar unión, para cargarnos de razones que convierten a las personas en compañeros/as, en camaradas en la lucha. De nuestro trabajo generoso, humilde, desinteresado y sin partidismos, depende en buena parte el éxito de este resurgir popular. ¡No lo desperdiciemos!
Marchas de la Dignidad – Andalucía.

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