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SE NOS ACABA DE IR UNO DE LOS MÁS GRANDES DE JIMENA, DE LOS IMPRESCINDIBLES: JOSÉ REGUEIRA RAMOS
Es la noticia necrológica que nunca pensé que la tendría que dar, por mi cariño, por mi admiración a quien tanto dio por Jimena y al que Jimena tanto le debe y le deberá, aunque él en su modestia que siempre le fue consustancial diera por saldada una cuenta que nunca llevó cuando el día 12 de diciembre del año 2009 fue nombrado por el Ayuntamiento, Hijo Adoptivo de la localidad, de la que se enamoró como nadie a través de sus gentes y de su historia tan sufrida.
José Regueira Ramos nació en La Coruña en octubre de 1930 en la calle Alameda. Fue el mayor de los tres hijos varones que tuvo el matrimonio constituido por Carmela Ramos Calviño, huérfana a consecuencia de la gripe de 1918, y José Regueira Varela, que como buen gallego ya había emigrado a Cuba; triunfo como empresario a su regreso y murió prontamente contando con 39 años. Los otros dos hermanos fueron, Moncho, célebre futbolista y afamado empresario gallego, fallecido el pasado mes de diciembre, y Suso, marino mercante, que también nos dejó en el año 2012.
Tras finalizar el Bachiller, previo paso por el Seminario de Comillas (Cantabria) siendo niño donde descubrió que no era lo suyo, hizo Farmacia en la Universidad de Santiago de Compostela y sus primeros pinitos en la profesión lo desarrolló en una localidad cercana a Cacabelos (León) lo que le permitió conocer a la mujer de su vida Keti Mauriz, entonces maestra nacional y estudiante de tercero de Medicina.
En noviembre de 1960 opta con su hermano Moncho, que había colgado las botas del balompié, por la aventura de hacerse con el traspaso de una farmacia que se anunciaba en la otra parte del mapa hispano, Jimena de la Frontera, en Cádiz, titular de un polifacético boticario, Antonio Mata Gómez con raíces gallegas; también hizo el final de la carrera en Santiago y estaba casada con Carmen María, hija del médico gallego que vivió y ejerció en Jimena desde la barriada de la Estación, don Manuel Lastres. A la llegada, descubre una Jimena instalada en un subdesarrollo superior al que entonces existía en la pobre Galicia. Aún se veía el hambre en sus calles. Pueblo que en su exilio interior por miedo había silenciado su reciente pasado de guerra y represión El municipio se desangraba en población ya entonces por mor de una emigración laboral sin precedentes. Se propuso estudiar sus causas y compatibilizó el ejercicio de la botica con hacerse investigador de su historia. Finalizado el plazo acordado con su hermano para retornar a La Coruña de nuevo, Pepe, así le gustaba que le llamaran, decidió quedarse en Jimena a la que se había enganchado. Aquí procreó a los cuatro hijos (Víctor, Jesús, Esther y Héctor) continuadores hoy de una amplia saga gallega en su rama jimenata. Para orgullo del progenitor, la primera nieta que tuvo, hija de Esther, lleva por nombre Jimena.
La infatigable labor realizada por José Regueira, imposible de resumir en esta breve semblanza, primero para que no hubiera un paciente enfermo que se quedara sin medicamentos por falta de dinero, era época donde no existía ni la Seguridad Social ni la sanidad pública universal, así como para que ningún menor dejara de estudiar por falta de recursos económicos de sus familiares, le hicieron granjearse el afecto y el agradecimiento del vecindario. Más tarde, la puesta en pie de una editorial para publicar investigaciones sobre el municipio, sus colaboraciones con el Instituto de Estudios Campogibraltareños en la revista La Almoraima donde fue poniendo en valor el rico pasado histórico de la localidad, haciéndose de una gran biblioteca y archivo, su impulso a la creación de la Asociación Tanit y a la celebración a las excelentes jornadas desarrolladas, ...dan cuenta de una parte de la ingente labor intelectual que desplegó para ese profundo conocimiento a que se ha llegado sobre Jimena y para que hoy estén presentes esos contenidos en numerosas universidades, fundaciones y bibliotecas escolares. Fue nombrado Cronista Oficial desde el 4 de diciembre de 1998.
Como jimenato, mis lágrimas de hoy ante la amarga noticia de la que sigo sobrecogido, a pesar de que supiera la grave enfermedad que padecía, son de eterna gratitud al legado que nos deja un hombre bueno y ejemplar que tanto se volcó con los demás, especialmente con los más débiles de nuestra Jimena, y donde ya solo me cabe el deseo de fundirme en el dolor con su encantadora familia. ¡Hasta siempre, Pepe!
PD: La foto que figura está tomada por su hija Esther en la fachada de la Casa de la Cultura “Leopoldo de Luis” -reconocido poeta al que tanto admiró y con el que tuvo el placer de departir con él en su Farmacia- situada en calle Sevilla, frente al salón de Pleno del Ayuntamiento de Jimena en uno de los días más felices de su vida, cuando fue nombrado a continuación de esta instantánea, Hijo Adoptivo de Jimena de la Frontera.
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2 comentarios:
Pues sí,Nacho, se nos fue uno de los más grandes. Un hombre que lo dio todo por su pueblo de adopción y al que los jimenatos le debemos tanto. Nos hizo conocer la historia y nos entregó parte de su vida para que nos conociéramos mejor. Gran persona solidaria y generosa del que me siento un verdadero privilegiado por ser su amigo y compartir muchísimas cosas. San Pablo también le debe mucho. Sus investigaciones históricas sobre la familia Larios nos han hecho conocer nuestra historia más reciente y hoy podemos presumir de un pasado gracias a su esfuerzo investigador. Descanse en paz y mis condolencias a su querida familia a la que tanto tengo que agradecer. Que la tierra le sea leve. Andrés Beffa.
Llegaste como una golondrina del norte
y tu corazón se llenó de Jimena.
Fuiste el agua que sació nuestra sed
del conocimiento de nuestro ayer.
Te quedaste para compartir
el cariño y amor con nuestra gente.
La muerte es olvidar, tú siempre vivirás en nuestros recuerdos.
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