lunes, 11 de enero de 2016

Cortes de la Frontera Un municipio en la ruina

Leído en Málaga Hoy. Por su interés reproducimos esta noticia.
J. M. BOTELLO
Poco o nada queda en Cortes de la Frontera del que fuese uno de los municipios más ricos de la Serranía de Ronda.

Hoy vive ahora añorando aquel espléndido pasado y pidiendo auxilio a gritos, aunque, de momento, parece que lo hace en un desierto y sin obtener la deseada respuesta que sus gobernantes y vecinos esperan de otras administraciones.


El Ayuntamiento de este municipio, con una deuda superior a los 10 millones de euros, lleva ocho meses sin pagar las nóminas de sus empleados y ha tenido que prescindir de buena parte de los asalariados que tenía, que han llegado a conformar en algunos momentos una plantilla de hasta 300 personas, según confirmó el propio alcalde, José Damián García.

La situación comienza a ser desesperada para muchos de los trabajadores que cada día acuden a su puesto pero que no reciben su salario. Es el caso de Jacinto Rodríguez, un funcionario con más de 20 años de servicio que a duras penas logra contener sus lágrimas mientras relata el calvario que está viviendo. "Vivo pidiendo favores", dice, mientras explica que su madre con 70 años tiene que llevarle la comida. Sus compañeros reconocen que es uno de los casos extremos que se están produciendo, ya que el único sueldo que llegaba a su casa era el suyo.

Jacinto pide una solución urgente: "Yo no puedo más, ahora viene un recibo de 273 euros y yo no tengo ese dinero". Además, no quiere ni pensar en la posibilidad de que llegue el momento de que no pueda hacer frente a los gastos que supone tener un hijo fuera estudiando y tuviese que dejarlo sin terminar el curso. Un momento de su relato en el que estalla entre las peticiones de calma de otro compañero. No soporta esa idea de no poder darle a su hijo los estudios que cree que merece.

"La administración que le corresponda que tome medidas, si tienen que intervenir el Ayuntamiento, que lo hagan", afirma con rotundidad. Además, señalan que se sienten "abandonados" por las instancias superiores de la Administración. Jacinto no es el único que se atreve a contar su situación. Cristóbal Delgado es un empleado laboral del Consistorio que también se atreve a poner cara a una situación dramática y desesperada. Casado y con una hija, no cuenta con los recursos necesarios para enviarla a estudiar y también tiene que pedir ayuda a los familiares para poder seguir adelante. Con la voz entrecortada va consiguiendo contar cómo vive a duras penas, al tiempo que reconoce que el actual alcalde lo tiene muy complicado y que no es el responsable de la situación que encontró, por ello pide ayuda exterior. "El alcalde no puede hacer otra cosa, allí dónde va se debe dinero", asegura. Es su caso particular, aunque asegura que muchos de sus compañeros se encuentran en situaciones parecidas y pasando muchas dificultades.

En su caso apunta directamente a la Diputación Provincial de Málaga para conseguir una solución, siendo una administración a la que se vuelven también muchas de las miradas de otros empleados y vecinos que han preferido mantenerse en el anonimato. "Cortes solo no puede, le tienen que ayudar", señala Cristóbal, que cree que la Diputación podría asumir parte de esa deuda dentro de un plan de viabilidad especial para un municipio con una situación especial y que se encuentra dentro de aquellos que se consideran que deben ser la prioridad de esta institución supramunicipal.

Además, mantiene que la delicada situación que se vive no afecta solo al Consistorio y todo el municipio se está viendo afectado por lo que está ocurriendo. "El pueblo se está hundiendo", por lo que insiste en pedir una actuación especial para salvarlo. A tal punto está llegando la situación, que incluso aquellos que tienen otro sueldo en casa están alcanzando el límite de su resistencia. José María Carretero, otro funcionario con casi 30 años de trabajo a sus espaldas, es uno de ellos. Él tiene dos hijas estudiando y viven con el sueldo de su mujer y, hasta el momento, con los ahorros que habían logrado tener tras una vida de trabajo. Al igual que Jacinto, no quiere ni pensar que llegue el momento en el que tenga que decirle a sus hijas que se tiene que volver porque no puede pagar sus gastos para que puedan seguir estudiando.

José María se pregunta cómo puede llegar un Consistorio a este punto sin que ningún tipo de control superior lo impida. "El sistema está fallando, dónde está la ley", se pregunta. Al igual que otros de sus compañeros, reconoce que el actual Gobierno no es el culpable, aunque sí es el encargado de dar una solución. "Nadie me dice cuándo voy a cobrar", señala, al tiempo que explica que le planteó al alcalde la opción de dejar de pagar los seguros sociales y comenzar con ese dinero a hacer frente a las nóminas atrasadas mientras llegue ayuda exterior.

En su caso también ve que deben ser administraciones superiores las que plateen un plan especial para rescatar al Ayuntamiento y sacarlo de la situación, al tiempo que lamenta que se puede llegar a este descontrol y que los políticos no sean capaces de tomar medidas. "La Administración no colabora en nada, estoy cansado de los políticos de este país", afirma, al tiempo que señala que "la situación ya pasa de castaño oscuro".

Estos son algunos ejemplos concretos, aunque desde los representantes sindicales aseguran que son muchos los que viven así, hasta el punto de tener que vender sus viviendas. Otros aseguran que "estamos llegando a mendigar", al tiempo que tienen hipotecados todos sus planes de futuro y paralizados los del presente.

Mientras tanto, desde el sindicato CSIF, Miguel Pineda, también reconoce que el Ayuntamiento se encuentra "en la ruina", por lo que pide ayuda exterior y también cree que llegó un momento que "si tienen que intervenir el Ayuntamiento, que lo hagan". También corrobora el argumento dado por otros de sus compañeros sobre el poco caso que están haciendo en instancias superiores al momento crítico que viven y la sensación de olvido y abandono. "Si se cierra el Ayuntamiento igual no se dan ni cuenta", afirma.

Desde su sindicato creen que si la Diputación de Málaga habilita un plan de viabilidad económica especial se puede encontrar una solución y poder encontrar así una salida al oscuro túnel en el que viven. Mucho más directo es el delegado de personal y representante de Comisiones Obreras, Rafael Sierra, que apunta directamente al alcalde como máximo responsable y considera que debe ser el regidor el encargado de encontrar una solución. "Él sabía lo que había cuando se presentó", señala. Además, considera que es el encargado de encontrar una solución económica para el Ayuntamiento e iniciar el pago de las nóminas de los empleados públicos, al tiempo que entiende que la elevada deuda existente no es una excusa válida para no hacerlo, ya que hay otros ayuntamientos que también la tienen y están pagando a sus trabajadores.

Como representante sindical, acusa al alcalde de haberse situado en el inmovilismo, exigiendo que tome medidas para dar soluciones, aunque, de no hacerlo, no descartan pedir su marcha. Mientras tanto, vive una situación personal muy delicada, hasta el punto de que tuvo que vender su casa en el municipio y también uno de los coches que tenía. A ello une la ayuda que le han tenido que prestar sus padres y sus suegros, a los que asegura que ya debe una importante cantidad de dinero que asciende ya a miles de euros. Individualmente no descarta tomar medidas de presión si pronto no cobra alguna de las nóminas atrasadas, al tiempo que se estudiarán posibles acciones de protesta de los empleados públicos si la situación de impagos se mantiene.

Pero la desesperación y los problemas no son solo de aquellos que dependían del Consistorio en exclusiva. Muchos de los proveedores también se encuentran viviendo momentos muy delicados, hasta el punto de que aquellos más pequeños ya se están planteado la posibilidad de cortar el suministro si los pagos no llegan.

Uno de ellos, que prefiere no dar su identidad, pero al que la deuda municipal supera los 40.000 euros, explica que muchos de ellos están en una situación parecida. De hecho, durante estos días ha mantenido una reunión con los responsables municipales para analizar su caso y ver las previsiones que tiene en el Consistorio de pago. Además, asegura que muchos de los proveedores están también llegando al límite de las deudas pendientes de cobro que pueden asumir, por lo que en poco tiempo el Ayuntamiento podría tener que enfrentarse también al desabastecimiento.

En este sentido, el alcalde, José Damián García, reconoce que hay un grave problema y que incluso podrían tener que dejar de comprar los productos para cuestiones tan básicas como clorar el agua que llega a las viviendas mediante la red pública.

Mientras tanto, en la calle un grupo de vecinos que se encuentran a las puertas de uno de los bares de la localidad reafirman la situación de "ruina" de la localidad y reclaman una acción conjunta de Estado, Junta de Andalucía y Diputación de Málaga para salvar a la localidad. Uno de ellos recuerda que al inicio de la democracia ya se vivió algo parecido, aunque en aquel momento un acuerdo con el entonces Icona permitió dar 17.000 peonadas en los montes públicos del municipio y revertir la crisis. A pocos metros de allí otros vecinos también aseguran que "el pueblo está triste", al tiempo que mantienen que las calles están vacías y que depende mucho de los pocos turistas que llegan o de la visita de familiares que están fuera y que animan algunas fechas del año.

También hay críticas hacia el anterior alcalde, Antonio Granero, por su decisión de vender anticipadamente durante cinco años la venta del corcho. Precisamente, algunos ven en la posibilidad de romper ese acuerdo una primera vía de salida, aunque desconocen si legalmente sería posible.

Tampoco faltan aquellos que apuntan al actual alcalde. Y y es que hay ciudadanos que creen que su decisión de cortar los contratos temporales para no seguir aumentando la deuda municipal ha dejado a muchos vecinos sin la única posibilidad de subsistir. "No cobraban del Ayuntamiento, pero podían conseguir el tiempo de trabajo para acogerse a otras ayudas", explican.


Son ejemplos concretos y visiones de vecinos de una localidad que coinciden en pedir auxilio para salir de una ruina, ya que, de momento, esa anunciada recuperación en estas tierras no la ven abrirse camino ni por el lejano horizonte.

No hay comentarios: