lunes, 12 de enero de 2015

"Suegros", por Francisco Quirós "Pacurro"

Después de las  suegras y en aras de la igualdad,  lo que toca  es hablar de los suegros. Puede  que tengan  menos recorrido a la hora de escribir, la suegra es un tema muy recurrente para bien o para  mal pero dan mucho chance. No creo que estén mejor valorados que sus homologas femeninas, simplemente que pasan más desapercibidos, aunque de todo hay.

Quiero diferenciar al suegro padre del hombre, del suegro padre de la  mujer. El padre del varón piensa que ha ganado una hija, de inmediato utiliza los  términos mi nuera, la novia de mi hijo, presume de sus cualidades físicas, morales, intelectuales etc.

Por el contrario el padre de la mujer piensa  en los esfuerzos, sacrificios, esmeros, mimos, desvelos para con su niña del alma y ahora viene el “cantamañanas” ese a llevarse y encima duerme con ella, claro que eso es al  principio luego la relación se dulcifica o se complica según los casos. Estos últimos son reacios a los términos, yerno y novio, utilizan eufemismos como el muchacho que sale con la niña y parecidos. Si alguien osa decirle tu yerno se apresuran a decir,” todavía no hay nada escrito así que mío no es nada”.
Ni que decir tiene existen muchos tipos de suegros que no hay dos iguales y que la cantidad  y calidad son muy variopintas. Mencionaré algunas.

EL VITO CORLEONE: Gozan de una buena situación económica, creen estar en una posición dominante,  se consideran  el padrino de la familia a imagen de la famosa película. Pretenden controlar todo.
EL SABELOTODO: Su nombre lo indica no hay tema que no domine, ni situación en la vida cotidiana que no le haya sucedido a él. Si se comenta que una nave ha aterrizado en el planeta Martes, él ya estuvo en dicho planeta.
EL POLICIA SECRETA: Te somete a intensos y largos interrogatorios, quiere saber todo sobre ti, cuanto  ganas, como te va en el trabajo, a qué partido votaste en la últimas elecciones etc.
EL MILITAR: Impone un régimen castrense, hora de salida, hora de  entrada, hora de comer. Con el paso del tiempo termina dejando el reloj en la mesita de noche.
El MUDO: No te esfuerces en entablar conversación, responderá con monosílabos y escasamente te saludará por pura cortesía.
EL GUAY: Es un encanto y un lujo a quien le toque, te presta su automóvil recientemente adquirido, dinero, está dispuesto a complacerte en todo cuanto le pidas. En la disputas de la pareja se pone de  tu parte,  se muestra conciliador, sacrificándose para que reine la armonía.
EL MISIÓN IMPOSIBLE: Le caíste mal desde el principio, no te esfuerces que es para nada, siempre pensará que su hija tuvo muy mala suerte en que te cruzaras en su camino.
EL MAL NECESARIO: Nos caen mal, ya que son entrometidos, no se callan nada, dan su opinión cuando nadie se la ha solicitado, pero todo ello lo compensan porqué son extremadamente serviciales, a nada que les pida dicen no, nos hacen falta,  por puro egoísmo  no cabe otra que aguantarles.

Juzgarán perfectamente que todo lo relatado solo son especulaciones, sin ningún rigor ni lo pretendo, se hace de forma distendida y apelando al buen humor.

Ahora bien, quiero resaltar el  excelente y sacrificado  trabajo que vienen realizando tanto suegros como suegras en sus papeles de abuelos, como decía en mi escrito anterior, muchos de ellos no es que cuiden a los nietos es que prácticamente  los están criando con el agravante que son más mayores y que los años no perdonan, que el paso del tiempo causa mella a unos más y a otros menos, pero mella al fin y  a la postre.

Un aplauso para la inmensa  mayoría de los suegros, son necesarios, les estrujamos como a limones, su generosidad en todos los aspectos no tiene límites.

Cabe la posibilidad que algunos de los que amablemente me leen se pregunten, ¿como fue la relación de Pacurro con su suegro o suegros?
Eso ya es otra historia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

.
No es la historia de los míos.
Como suele suceder,
por fatiga, o por vergüenza
se la endosan a un conocido,
pero este no es el caso,
es el de Luis y Rebeca
Es de un matrimonio común
como tantos hay en esta tierra
Él, un trabajador que gana bien,
Ella es ama de casa,
que, si le hiciéramos las cuentas,
a pesar de bien vivir,
tiene menos, de lo que aparenta.
En común tienen tres hijas:
Las dos mayores casadas
y en juntera con el novio
Julita, la más pequeña.
El padre dice de los yernos
que son los dos diferentes,
de uno: -que es algo ambiciosillo,
trabaja, trabaja y trabaja
y que no está nunca, con su Loli.
Del otro dice que es,
muchísimo más hogareño
y mucho más familiar
lo ha hecho abuelo dos veces
y otra vez tiene a la Reme,
de cuatro meses preñada.
Y del novio de la Julia, la rubia
no dice, o no quiere saber nada.
Y su mujer de la cuestión,
se la escucha en la escalera,
en el mercado y en la peña
que, a su hija mayor,
el marido que es un señor
la tiene como una reina;
un par te televisores
de esos grandes, ovalados,
dos Audi en el garaje,
un apartamento en la playa,
y un chalet en el pantano
donde la mayor, su Lola
pasa, todos los veranos.
Que él, se queda en la ciudad
porque es el director
de unos grandes almacenes
y tiene mucho trabajo.
De la de en medio, su Reme
ha tenido… mala suerte,
se casó con un babieca,
un cualquiera, un don nadie
que, aunque sí que tiene oficio
saca, poco beneficio,
no echa nunca horas extras
y a las cinco de la tarde,
está el ”mindungui” de vuelta,
y la ha preñado ya tres veces.
Que, si no fuera por ella,
y por lo que ella le arrima,
los nietos poco tendrían
y la hija, hasta sin bragas estaría.
De la que vive a la cola
(como dicen los franceses)
que trabaja de cajera
en unos grandes almacenes
que, se ha independizado
y que por su cuenta vive,
comparte piso con un amigo
un estudiante francés.
Alguna le preguntó:
_¿Amigo con derecho a roce?
Rebeca, altiva le contestó:
Está aquí para practicar
el idioma un par de años
y como el español no lo habla bien
el pobre no encuentra trabajo,
pero, ella no lo mantiene
y el piso tiene tres habitaciones.
Dos visiones de los mismos yernos
Una, vista por la suegra
y otra vista por el suegro.

NB.
Cualquier coincidencia
con algún hecho actual o ya acaecido,
no sólo sería coincidencia,
sería casi... un milagro.
.
11.04.16
.
Antonio. –El niño del Corchado-