miércoles, 26 de noviembre de 2014

"La pita y la zambomba en nuestras comparsas de Navidad", por Cristóbal Moreno El Pipeta

¡MIRA POR DONDE…, NUESTRA ZAMBOMBA CORRE PELIGRO, PERO LA PITA Y LAS COMPARSAS CASI QUE NO!.-

 La Pita y la Zambomba. La zambomba en nuestras comparsas de Navidad
    Mucha gente está convencida de que la PITA (Agave Americana) es una especie protegida y no es así: es una refugiada en muchos parques y jardines, de esa forma supervivirá en nuestra Patria.


Desconocíamos que, debido a su potencial colonizador y constituir una amenaza grave para las especies autóctonas, los hábitats  o los ecosistemas, la pita había sido catalogada en el Catálogo Español de Especies Exóticas  Invasoras como: “Especie exótica invasora” -(especie exótica que se introduce o establece en un ecosistema o hábitat natural o seminatural, y que es un agente de cambio y amenaza para la diversidad biológica nativa, ya sea por su comportamiento invasor, o por el riesgo de contaminación genética.)-, aprobado por Real Decreto 1628/2011, de 14 de noviembre, estando prohibida en España su introducción en el medio natural, posesión, transporte, tráfico y comercio. Posteriormente ha sido regulado por Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto –B.O.E nº 85–, por el que se regula el Catálogo español de especies exóticas invasoras.
 -
Se sabe que hay más de 300 especies de Agave, pero solo unas 200 han sido hasta ahora reconocidas; ¡y mira que casualidad, prohíben también a la que aprovechamos para hacer nuestra famosa zambomba, es decir, la Agave Americana, nuestra “pita o pitera” ¿Será para que se acaben nuestras comparsas de las Navidades?.

    Etimología:
 Agave: nombre genérico que fue dado a conocer científicamente en 1.753 por el naturalista sueco Carlos Linneo , quien lo tomó del griego Agavos.
Americana: epíteto geográfico que se refiere a su localización en América.
    En castellano, bien aquí o en Sudamérica, se le conoce por los siguientes nombres: acíbara, agave, alcibara, alcibarón, alcimara, alcimarón, aloe, aloe americana, aloe americano, alzabara, alzavara, arzabara, arzabarón, atzahara, atzavara, azabara, azabarón, cabuyá, cardón, cimbara, donarda, figarasa, ágave, javila, magüey, maguey, metl, pita, pitaca, pitacón, pitaco, pita común, pitera, pitón, sábila, zabilla, zábila, pita, cardal, champagra del Perú, maguey amarillo, galime, tepehuán.

    Pero e aquí un respiro, un resquicio: la norma detalla asimismo que los ejemplares adquiridos antes de la entrada en vigor del Real Decreto podrán ser mantenidos por sus propietarios en recintos ajardinados, con límites definidos, y siempre que no se propaguen fuera de estos límites.

    En nuestra Andalucía, era normal verlas a un lado y otro de los márgenes y terraplenes de las vías del tren como sostén o en evitación de grederas.

    Amparado en este punto, podemos decir con buen criterio, que se han plantado varias Agaves Americanas (pitas) en el Paseo de la Paz -entre lo de Benito y la Venta de las Acacias-, de ahí se podrán obtener hijuelos para transplante, y mantendremos un poco más la susodicha tradición “zambombera y carrecil” de este nuestro pueblo de San Pablo de Buceite. 

PROCEDENCIA DE LA PITA Y UTILIDADES

    Consultado Internet en este punto, principalmente por la famosa “zambomba” como instrumento musical de antiguas y típicas comparsas Navideñas, Noche Vieja y Reyes,  que recorren -ataviados sus miembros con indumentaria pastoril- las calles y casas de los pueblos rurales de Andalucía, se puede saber algo más sobre la procedencia y peculiaridades de la planta de donde fabricamos la caja de resonancia; confirmando sus páginas, lo que decían las bisabuelas que “la pita no solo servía para la zambomba, sino que de sus pencas se extraían hilos para hacer cuerdas, de su ligero tronco ahuecado se hacían muchas cosas, y de sus jugos licores y pócimas para curar varias enfermedades”. 

    Efectivamente no solo sirve para hacer la típica “zambomba”, sino que también se hacen diversos instrumentos de percusión utilizándose el tallo o tronco (El tallo de la flor alcanza hasta los 12 metros de altura (cayote, en Méjico), la madera se recolecta después de su proceso de reproducción, una vez que está muerta y seca; ésta tiene una riqueza de colorido, una presencia exótica y un peso muy ligero. Las hojas se van formando desde el cayote en forma creciente y tienen espinas en su borde de casi 2 cm, muy agudas y finas. Todas las hojas terminan en el ápice, una aguja fina de unos 5 cm de longitud y de hasta 1 cm de ancho en su parte menos extrema.
    Florece una sola vez en su vida y muere tras esta floración, un fenómeno conocido como monocarpismo. Deja a su muerte una copiosa descendencia (en hijuelos o retoños de raíz) en un tallo de unos ocho o diez metros y una anchura muy superior a los 10 cm de diámetro; de él y desde más de la mitad de su longitud van saliendo pequeñas ramas en forma de pirámide, terminando cada una en un grupo de flores de color amarillo-verdoso. Cada flor tiene un tamaño de unos 5 a 10 cm, y son polinizadas habitualmente por murciélagos. El fruto es una cápsula trígona y alargada. La fabricación de tambores fascina por la forma y utilidad casi perfecta que tiene como cuero de sonido en piezas únicas.)
 -
Comparsa de Navidad sampableña de finales de los setenta.
  Nos recuerda que la planta procede de México: “la planta de pita o pitera, tal y como indica su nombre científico Agave Americana, procede de Centro América”.

    Esta planta además, como hemos dicho, posee propiedades medicinales, al igual que otras variedades de áloe vera: combate la fiebre, las flatulencias y actúa como laxante. Es diurético depurativo, antiescorbútico. En medicina popular laxante, vulnerario. Las raíces son consideradas como antisifilíticas. La infusión de las hojas se usa como bebida refrescante, con efecto hepático y digestivo. El jugo fresco de las hojas es resolutivo y se ha usado para tratar heridas e irritaciones de la piel. En uso tópico alivia las quemaduras o los pequeños cortes y los hematomas, aunque la savia fresca puede irritar la piel o provocar dermatitis.
     -
Zambombas en la comparsa navideña Los Pastores de San Pablo.
 También es posible consumir la pita como verdura.  En Méjico a la planta se le llama Maguey.  Idénticas propiedades tiene su pariente el Agave Sisalana. Las hojas carnosas o pencas se utilizaban en el pasado para fregar; en Jamaica se hacia de ellas una especie de estropajo que, mezclado con ceniza de madera, servía de sustitutivo del jabón.” Sus partes blandas sirven para alimentar al ganado, especialmente a las vacas.

   
    Es en Méjico donde, a esta planta, históricamente, se le ha dado más aplicaciones; en unas tablillas dedicadas a lo que “EL MUNDO DEBE A MÉXICO”, aparece El Maguey, es decir la pita, de donde se extrae aguamiel y se obtienen los licores llamados pulque, tequila y mezcal.  Las especies que componen el subgénero Agave se explotan para producir, como hemos dicho,  bebidas: fermentadas -el pulque-, y destiladas -el tequila o los mezcales-.


LAS CUERDAS DE PITA EN NUESTRA COMARCA
    En Andalucía, desde muy antiguo se aprendieron técnicas heredadas para extraer de las pencas los hilos que posteriormente servirían para hacer cuerdas. Había una variedad de cuerdas que normalmente se hacían del/con esparto, con cáñamo (de la Cannabis Sativa)  y del susodicho hilo de pita.
    En el Campo de Gibraltar es en la Línea de la Concepción, donde, artesanalmente se hacían las cuerdas con estos hilos de las referidas plantas. 
    En las antiguas calles de arena de La Línea de la Concepción era todo un espectáculo ver fabricarlas al aire libre. Las de pita, independientemente de las otras que ya traían los hilos hechos, se extraían -a golpe de piedra o martillo- de sus hojas y los ponían a secar.  Después, con unas grandes ruedas de madera, un hombre, mediante manivela, hacía girar la rueda y el otro, partiendo desde la rueda, iba cogiendo del hombro los hilos y uniéndolos a partir de la rueda, formándose la cuerda, con el grosor deseado por la acción de giro y la manipulación experta de las manos del hombre.

-
NUESTRA ZAMBOMBA DE PITA.
-
Zambombas de la Comparsa Navideña Los Pastores de San Pablo..

    La zambomba es un instrumento cuyo origen, al parecer, está en África y que llegó al resto del mundo a través de los esclavos, aunque, desde su desembarco en España, siempre gozó de arraigo. Su origen se rastrea en esos pueblos africanos que lo extendieron por todo el continente europeo. Otros historiadores lo sitúan en Persia. Pero es bien conocido el empleo masivo que del instrumento hacen los musulmanes en España, acompañando a sus leilas y zambras. El ronco sonido que de ella emana hace pensar que la palabra “zambomba” sea onomatopéyica.
    Se derivó de un instrumento de percusión, si bien, el trozo de varilla que emerge del centro unida a la tela o piel y al que se le acopla una caña o carrizo facilita la fricción, y hace que su sonido peculiar sea el derivado de tal fricción. Anteriormente la caja de resonancia era de cerámica o barro cocido, pero con el descubrimiento de América y con ello el del Agave Americano, o sea, la pita, viendo los españoles que del “cayote” (tallo) y de la raíz, extraían los nativos instrumentos de percusión, razonaron que la parte inferior de éste, con la raíz abombada que emergía de la tierra, ahuecándola, podía servir también como caja de resonancia para la zambomba, y menos pesada que la de arcilla. De ahí nació nuestra zambomba de pita o pitón, que en esta modalidad es exclusivamente española. Los tambores y otros instrumentos de percusión similares, ya es otra historia y la zambomba de materiales diversos, ya comentamos anteriormente su supuesta procedencia.
 -
CONSTRUCCIÓN DE LA ZAMBOMBA ESPAÑOLA DE PITA.
-

    El tronco al menos debe tener dos años de antigüedad. Hallado el árbol de pita que hubiera florecido el año anterior, extraeremos de la planta unos ochenta centímetros: del tronco-raíz 40 centímetros de la parte enterrada bajo tierra y los otros 40 de lo que emerge. Habría que hacerlo entre los meses de septiembre y octubre, e ir provisto de azada (zoleta) y de un hacha, y si puede ser de una motosierra. 

Frasquete Rguez. construyendo zambombas en compañia de Adelina Gallego.
Lo extraído, que será el cuerpo de la zambomba, se deja airear muy bien para que seque. De esa forma comenzaremos a vaciar todo el interior, dejando un grosor en sus paredes de entre uno y dos centímetros. Ello previamente limpiado el exterior de los restos de pita que le hubieren quedado.

    El siguiente paso será conseguir tela de lona (de la que se hacen las lonas o sajonas) o bien utilizaremos una piel lo suficientemente grande para taponar la boca y que abarque al menos dos dedos por debajo de ella en todo su alrededor o perímetro; dicha piel puede ser de cabra o animales de su tamaño, no muy grasientos. Midiendo y sabiendo ya el centro de la piel -que sería el del círculo de la boca- haríamos, a ser posible de varilla de acebuche, una imitación de lápiz de entre diez y quince centímetros de largo –según el tamaño del bombo-. A un centímetro del borde inferior de la varilla, en todo su alrededor, se hará una muesca hasta los dos centímetros y a ésta se atará, con hilo fuerte, la tela o piel como si fuera el eje de la misma quedando el nudo hacia el interior y el resto de la varilla con punta hacia el exterior, que es a donde se acoplará el carrizo.
 
 Antiguamente se ajustaba y ataba en puntos, muy bien estirada la tela o piel, a la boca de la zambomba, usándose nudos sevillanos. En la actualidad se va ajustando la tela o piel y se le van clavando tachuelas de cabeza plana y ancha.

    Ya solo queda buscar los carrizos; - varios carrizos - porque éstos suelen rajarse con la fricción y hay que ir sustituyéndolos en pleno concierto musical. Para ello siempre se fricciona el carrizo con la  mano mojada en agua (que no chorree), por lo que el “zambombero” llevará una botella llena de ella o bien se hará de un ayudante para tal menester. Estos carrizos se obtienen de los copos de los cañaverales. El carrizo es la varilla que de la caña parte y termina en su flor (panoja). El músico debe tener mucho cuidado de no mojar la tela o piel, principalmente la piel, pues esta se humedece y deja de ser tensa y la zambomba insonora.

    Así que ya solo nos queda decir “Dale, dale a la zambomba que yo le doy al tambor/ suegra échame la copita y un poquito de turrón/…”.
----------------------
**** Este artículo está dedicado a todos los amantes de las comparsas de Navidad y de sus instrumentos; a los que están y a los que nos dejaron; y muy especialmente a un insigne comparsero y zambombero nacido, criado y fallecido en nuestro pueblo; que Dios lo tenga en su santa gloria: Pedro Romero García “Perico el Chorlo”
-


No hay comentarios: