martes, 27 de diciembre de 2011

El año del cambio político en el Campo de Gibraltar

Leído en el diario Europa Sur. Por su interés reproducimos esta noticia.
El voto de castigo se impone en las elecciones municipales del pasado mayo, en las que todas las localidades sufren un giro de signo
Picardo pone fin en Gibraltar a 15 años de gobierno de Caruana
R. Montes / S. Fernández
Una palabra resume a la perfección lo que ha pasado en 2011 en la comarca en el ámbito político: cambio. Las instituciones han girado de bando en un ejercicio marcado por las elecciones y que tuvo el 22 de mayo su prueba de fuego con las municipales.
En esos comicios -primer termómetro para evaluar la gestión de la crisis económica- los campogibraltareños coincidieron en depositar en las urnas un voto de castigo que motivó que todos los ayuntamientos no sólo cambiaran de alcalde sino también de signo político. La victoria del PP en las locales permitió a este partido hacerse también con la Mancomunidad. Y si no fueran pocas las novedades, semanas después presentaba su dimisión Tomás Herrera como subdelegado de la Junta para ser sustituido por Ángel Gavino. El año se ha cerrado con un cambio histórico en Gibraltar, después de que Fabian Picardo acabara con la hegemonía durante lustros de Peter Caruana. Sólo la Administración General del Estado (AGE) en la comarca ha mantenido a su máximo responsable -el socialista José Andrés Hoyo- en el cargo a lo largo de todo este año. Un sillón que pronto verá cambiar de dueño después de que el PP lograra la mayoría absoluta en las elecciones generales del pasado 20 de noviembre. 

Algeciras inició el año intentando digerir el trueque de puestos que se vivió a finales de 2010 por las peleas internas en el PSOE. Las disputas por la designación de alcaldable finalizó con Herrera presentando su dimisión como regidor tras ver truncadas sus esperanzas de la mano de Rafael España. Diego Sánchez Rull acabó siendo nombrado alcalde y Herrera pasó a ocupar la Subdelegación de la Junta.
Pese a la tormenta política en el PSOE, la normalidad siguió siendo la tónica general en el municipio, si por ello se entiende el pago puntual de las nóminas de los trabajadores del Consistorio. Con pocos sobresaltos se llegaron a las elecciones de mayo en las que se vivió una noche histórica para el PP. El partido de José Ignacio Landaluce obtuvo una aplastante mayoría absoluta con 16 concejales, mientras que el PSOE de España se hundió hasta los 6. IU, pese a subir en votos, cayó en un concejal (3) y el PA retornó a la Corporación con 2 ediles. Los populares ponían así fin a ocho años de gobierno socialista en coalición y afrontaban la oportunidad de gobernar por primera vez en solitario el Consistorio.
El PP, pese a la deuda heredada, ha sabido mantener la tranquilidad financiera en el municipio. Landaluce ha abanderado un proyecto ambicioso para la ciudad, Algeciras capital, si bien ha reconocido que el estado de las arcas no le permite de momento sacar adelante todos sus planes para el municipio. Prueba de ello es que acaba de aprobar los presupuestos más austeros de los últimos cinco años, llevando por bandera la racionalidad en el gasto y el freno al despilfarro.
El año que está a punto de finalizar ha sido muy convulso en La Línea. La quiebra técnica del Ayuntamiento ha marcado la actualidad de este municipio durante 2011. Las dificultades económicas del Consistorio han impedido la realización de esperados proyectos y de inversiones. El Gobierno del PP afrontó a principios de año una huelga por el impago de nóminas. Uno de los momentos de más tensión fue cuando la delegación provincial de Educación autorizó la clausura de los colegios de Primaria por insalubridad, lo que afectó a 12.000 alumnos.
El pasado mes de mayo, el PP ganó las elecciones municipales aunque el PSOE se hizo con las riendas del Ayuntamiento. La candidatura liderada por Alejandro Sánchez obtuvo 11 concejales y la de la socialista Gemma Araujo, 10. Sin embargo, los cuatro concejales del PA e IU apoyaron la investidura de Araujo y los populares pasaron a la oposición tras más de una década gobernando en este municipio.
Gemma Araujo asumía en junio un ayuntamiento en quiebra técnica. Entonces se debían a los trabajadores la nómina de mayo y la paga extraordinaria de Navidad de 2010. En estos seis meses de gestión, la regidora socialista no ha podido sortear los graves problemas económicos y la plantilla inició el pasado día 5 una asamblea permanente que tiene sumido el Ayuntamiento en una total inactividad desde entonces, con sonadas protestas, cortes en la Aduana y un encierro de policías locales. Esta última semana el Ayuntamiento ha pagado la nómina de octubre pero se siguen debiendo casi seis en el caso de los empleados laborales y cinco en el de los funcionarios. En unos días, si no se produce un nuevo abono, se deberá también el salario de diciembre.
Tras la disolución de la Sociedad Municipal de Comunicación y el cierre de la Radiotelevisión Municipal, el Ayuntamiento sigue tramitando un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para sus 21 empleados. Además, la alcaldesa ha anunciado que ya está finalizada la Relación de Puestos de Trabajo (RPT), que conllevará la reducción de la plantilla.
En las elecciones municipales se esperaba que la comarca se viera sacudida por el tsunami del PP como pasó en la mayoría de la geografía española. Por ello, sorprendió el resultado de San Roque, donde los populares perdieron el otro ayuntamiento que gestionaban en la zona junto al de La Línea. Un claro ejemplo de que el voto de castigo se impuso el 22-M y que ninguna sigla se escapó de la quema. El recuento volvió a ser más que ajustado en San Roque y el PSOE se impuso por un par de votos. La candidatura de Juan Carlos Ruiz Boix se hizo con 7 ediles frente a los 6 del PP de Fernando Palma, los 4 de USR y los 2 del PIVG y el PA. Ruiz Boix no tuvo problemas para llegar a un pacto de gobierno poco después con los independientes de Guadiaro y los andalucistas.
San Roque es otro de los municipios en los que, pese a la crisis, no está habiendo sobresaltos a la hora de abonar las nóminas. El mayor conflicto se está viviendo con la organización de la Policía Local, en la que los sindicatos mantienen un encendido enfrentamiento con el equipo de gobierno. Como en todos los municipios, se está imponiendo una política de ahorro intentando que no se vean mermados los servicios. El año ha dejado además la enésima sentencia sobre la parcela 022-TG, dejando el Supremo claro de que hay que ejecutar el fallo y que el Consistorio debe darle de inmediato una solución definitiva.
Los Barrios, al igual que La Línea, acaba el año como empezó: con problemas en el pago de las nóminas. La diferencia radica en que ahora es el PA el que dirige las riendas del Consistorio y que las medidas que propone están siendo abortadas por una oposición que suma mayoría.
El 22-M, el PA de Jorge Romero rozó la mayoría absoluta con 10 concejales frente a los 5 del PP, los 4 del PSOE -la candidatura de Juan Montedeoca perdió 6 escaños- y los 2 del PIBA. Los andalucistas decidieron gobernar en solitario pese a su mayoría simple, lo que les ha acarreado problemas a la hora de sacar adelante las medidas impopulares para sanear el Ayuntamiento.
Romero no se ha andado con medias tintas y pronto presentó a la Junta un ERE que afectaba a 178 trabajadores municipales lo que, unido al retraso en las nóminas, acrecentó las protestas de la plantilla. Paralelamente, el alcalde unió a los presupuestos de 2012 la amortización de estas plazas, dando a entender que sólo adelgazando la plantilla el Ayuntamiento podrá mantenerse.
La pinza de la oposición no tardó en salir y, entre otras medidas, tumbaron los presupuestos. Un obstáculo que obligó a Romero a jugarse el todo por el todo con la presentación de una cuestión de confianza ligada a las cuentas. Ésta también fue rechazada y ahora tendrá que debatirse una moción de censura. No obstante, el primer edil ha cedido a negociar con los trabajadores una reducción de plantilla menos drástica, más si cabe porque la Junta ha desautorizado el ERE por lo que los empleados despedidos pueden quedarse sin indemnización.
En Tarifa, el PP recuperó la Alcaldía de la mano de Juan Andrés Gil tras obtener 7 ediles frente a los 5 del PSOE, los 2 de ULT y PA, y el de IU. Los populares pactaron con los andalucistas acabando con ocho años de gobierno de la izquierda. Son pocos meses los que llevamos de mandato y la oposición ya ha interpuesto varias denuncias contra el Gobierno del PP. Lo más llamativo se ha vivido hace unos días, con la marcha del Festival de Cine Africano a Córdoba.
Pero sin duda los cambios más llamativos se produjeron en Jimena y Castellar, que siempre habían sido gobernados por los socialistas. Una hegemonía, que unida al hartazgo político, llevó al PP e IU a entenderse para dejar fuera al PSOE por primera vez.  
En Jimena el PP venció con 7 ediles, los mismos que el PSOE, frente a los 2 de IU y 1 del PA. El candidato popular, Francisco Pineda, vivió la histórica victoria desde el hospital lo que forzó al partido a designar a Guillermo Ruiz como alcaldable, que salió investido merced a que todos los partidos votaron a su candidato.  
En Castellar el PSOE ganó las elecciones pero igualado en concejales, con 5, a IU. La llave la tenía el PP, que votó a favor de Juan Casanova (IU) como regidor, lo que dejó fuera de la Alcaldía al histórico socialista Francisco Vaca.
Tras las municipales se formó gobierno en la Mancomunidad, merced al pacto entre el PP y el PA barreño. Las disputas dentro del PP sanroqueño permitieron que Algeciras mantuviera la presidencia de la mano del edil popular Diego González de la Torre en sustitución de la socialista Isabel Beneroso.
El año tocó a su fin en la comarca con la celebración de otras dos elecciones. En las generales del 20-N el PP ganó en todos los municipios salvo en Jimena y Castellar. El popular José Ignacio Landaluce volvió a salir elegido diputado, siendo el único representante comarcal en las cámaras.
Y por último, Gibraltar vivió sus comicios en los que Peter Caruana perdió por un escaso margen tras 15 años en el poder, siendo elegido ministro principal el socialista Fabian Picardo. Nuevos actores que abren un nuevo escenario en el contencioso con la colonia.

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