miércoles, 31 de agosto de 2016

Desafíos universitarios/25: "La ingeniería, una profesión humanista"

Leído en el Diario de Cádiz. Por su interés reproducimos  este artículo.
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CON esta elemental reflexión pretendo exponer mi opinión de que el instrumento fundamental del ingeniero es el lenguaje, mi convicción de que la palabra es su herramienta principal y, sobre todo, explicar las razones por las que pienso que su tarea predominante es humana, humanizadora y humanitaria. Partiendo del supuesto de que el bienestar del ser humano es el punto de partida de la actividad específica del ingeniero, la senda que recorre y, sobre todo, la meta, concibo la labor del "ingeniero" como el conjunto de actividades que están orientadas por el ingenio. 
Por eso podríamos definirlo como el profesional "ingenioso" que desarrolla un trabajo que está apoyado en el conocimiento y en la ciencia, que aplica procedimientos técnicos pero que, además, desarrolla una actividad que está orientada por la intuición, por la inspiración, sí, por esos mismos impulsos creadores que empujan a los artistas y alientan a los poetas.

Pero, si nos preguntamos, ¿cuál es el objetivo final de toda su actividad? Tendremos que responder que todas las tareas del ingeniero se orientan hacia la creación de un mundo mejor y más confortable mediante el perfeccionamiento de la naturaleza o, mejor dicho, mediante su humanización.

El proyecto técnico elaborado por un ingeniero es una propuesta transcrita sobre un soporte gráfico en la que se ofrece un itinerario que, también, conduce a mejorar las condiciones de vida, a hacerlas más confortables y más humanas. La técnica, en contra de lo que dicen los tópicos, humaniza porque racionaliza las fuerzas, administra los recursos, economiza las energías y aprovecha sus potencialidades. El ingeniero presta atención a la naturaleza para transformarla en cultura para urbanizarla, para humanizarla, para dominarla, haciéndola menos peligrosa, para corregirla haciéndola más habitable y más confortable, para perfeccionarla haciéndola más grata.

Qué es más humano -me pregunto- ¿el desplazamiento a pie, en burro, a caballo, en carreta, en autobús, en tren o en avión? ¿El transporte de mercancías a hombros o sobre la cabeza o en los contenedores? ¿La construcción de caminos y de carreteras, con pico y pala o con las máquinas? ¿Los trabajos actuales de limpieza o aquellos que practicaban nuestras madres arrodilladas sobre el suelo? La técnica, en contra de lo que dicen los tópicos, humaniza porque racionaliza sus fuerzas, administra sus recursos, economiza sus energías y aprovecha sus potencialidades.

Propongo que, a partir de estos hechos, reflexionemos sobre esos tópicos tan repetidos que insisten en que lo "natural" es mejor que lo "artificial" y que lo "cultural". El ingeniero es, sobre todo, un creador que dota de existencia a lo que nunca ha sido. Como consecuencia de los hechos anteriores, podemos afirmar que el ingeniero -igual que el filósofo, el científico, el médico, el abogado y el artista- contraen el deber ético de explicar, de manera sencilla, clara y lo más atractiva posible, sus conocimientos y sus propuestas. Para desarrollar esta labor divulgadora, se han de ejercitar en el arte de mejorar las destrezas para hablar y para escribir. Los ingenieros también han de ser divulgadores, pedagogos, comunicadores porque, en última instancia, los destinatarios finales de todas sus tareas somos los demás seres humanos.

En la figura del orador se encuentran implicados el concepto de "arte", que es una serie de conocimientos técnicos, y el "ingenio", que es el conjunto de cualidades innatas del orador.

Pero -me pregunto- ¿de qué voy a hablar? ¿del discurso del ingeniero, de su profesión o de su vida?

Intentaré mostrar las relaciones que se establecen entre estos tres ámbitos y, en la medida de lo posible, procuraré señalar las coincidencias que existen entre los significados de estos tres conceptos: la vida, el trabajo y la palabra del ingeniero.

1-Analogías entre el discurso oratorio y el proyecto técnico. Como ocurre con el discurso oratorio El proyecto técnico es una propuesta transcrita sobre un soporte gráfico en la que se ofrece un itinerario que, también, conduce a mejorar las condiciones de vida, a hacerlas más confortables y más humanas. Explico la afirmación de que "la función de ingeniero consiste en humanizar la naturaleza":

2.- Los ingenieros han de prestar una mayor atención al lenguaje. Como consecuencia de los hechos anteriores, podemos afirmar que el ingeniero -igual que el filósofo, el científico, el médico, el abogado y el artista- contraen el deber ético de explicar, de manera sencilla, clara y lo más atractiva posible, sus conocimientos y sus propuestas.

Los científicos, los intelectuales y los artistas, son unos privilegiados de la sociedad que poseen la mayor riqueza: la de la información, las ideas, la sensibilidad, la ciencia y la técnica.

Este capital les sirve para el ejercicio de la profesión pero, además, en la medida de lo posible, lo hemos de transmitir a nuestros conciudadanos.

¿Cómo podemos lograrlo? Mediante la crítica rigurosa: que identifique los valores y los defectos de los comunicadores profesionales

autocrítica serena: que descubra nuestras posibilidades y nuestras limitaciones; que nos oriente en la elaboración de nuestro modelo personal.

3.- Aunque parezca extraño, en la práctica, los profesionales de las diferentes carreras no siempre tienen esta obviedad: Los profesores se ocupan más de la ciencia que del alumno. Los médicos se dedican más a la medicina más al enfermo. El arquitecto, más al edificio que a su habitante. El ingeniero, más la obra que el usuario. Lector implícito.

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