domingo, 2 de diciembre de 2012

Pequeños grandes seteros en la Estación de Jimena

Leído en el diario Europa Sur. Por su interés rerproducimos esta noticia.
El colegio de Infantil y Primaria de La Estación de Jimena celebra la decimosegunda edición
La Semana Micológica del Aljibe transmite la pasión por la naturaleza.
La cita dedicada a recolectar y a clasificar especies cumple casi el mismo número de años que las jornadas donde se fraguó la idea 
E. Correa
Los niños de La Estación de Jimena están encantados con la micología. El Coto de los Ángeles, que está situado a solo 500 metros del colegio Aljibe, es el campo de pruebas para dar sus primeros pasos en un entorno privilegiado.
Estos alumnos celebran la Semana Micológica que el profesor de Conocimiento del Medio Federico Sánchez Tundidor tiene a bien organizar por decimosegunda año. Todos los maestros de Primaria del Aljibe están muy implicados. Así, estos niños aventajados podrán coger las riendas de los grandes micólogos de la zona si ese es su deseo.

La arena pliocénica y denso sotobosque de leñosas y herbáceas es el campo que sirve de aprendizaje para los pequeños de Primaria que ya pueden llamarse seteros, la palabra que identifica a aquellos que saben recolectar hongos.
Pero en Jimena los niños quieren ir más lejos y aprender a identificar las especies. Por supuesto ya tienen lo más importante, el parque natural de Los Alcornocales. No obstante, este año, tal vez por la excesiva sequía del pasado, no parece micológicamente bueno, según confirma Federico Sánchez. A lo largo de esta semana excepto el viernes, que la salida de quinto y sexto de Primaria se aplazó al próximo martes por la lluvia, los alumnos del Aljibe han vuelto un año más al campo para realizar una actividad que les enriquece. Además, en los pasillos del centro escolar todos los alumnos pueden observar detenidamente las 143 setas clasificadas previamente que proceden de la Jornada Micológica de Gaucín.
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Asimismo, en la cita de Jimena que se celebró el fin de semana pasado se clasificaron 178 especies en dos horas. Los artífices del ensayo fueron el doctor Pablo Pérez Daniëls e Ibai Olariaga Ibarguren, experto europeo en chantarella. Ambos clasificaron 26 especies de rúsulas. "Hay un dicho en el norte que dice que el que conoce bien 10 rúsulas es un entendido, el que conoce 20 especies es un experto y el que conoce 30 es un gran mentiroso. O sea que con 26 están en el límite de los grandes mentirosos", bromea Sánchez convencido de la excepcionalidad de estos profesionales y de la riqueza botánica del parque.
Por otro lado, las salidas al campo de los alumnos se ven complementadas con la exposición que ocupa los pasillos del centro a la que no le falta un detalle. Setas sobre auténticos hábitats para que los resultados sean sobresalientes. Hay monte alcornocal, monte de pino piñonero, musgo sobre arenisca, madera quemada, tierra ácida, tierra rica en excrementos de herbívoros y tierra arcillosa.
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Los pequeños han colaborado en la elaboración de las etiquetas añadiendo las de las setas frescas que traen de vuelta de la excursión. Estos niños interactúan. Los tutores no se lo dan todo hecho y ellos mismos han recolectado 25 especies. Para que la clase sea lo más completa no faltan explicaciones imprescindibles. De hecho, Sánchez les ha mostrado un par de ejemplares altamente peligrosos. "La Amanita Phalloides es la responsable del 90% de las muertes que se producen en Europa por ingerir setas. Se da en todos los ecosistemas. Es rica, llamativa y mortal", subraya sin restarle culpa a la Amanita pantherina.
El mundo de la micología tiene en Jimena un refugio particular. Los especialistas organizan jornadas que incluyen salidas para recolectar, clasificación y charlas. Esto ya está garantizado lo mismo que el futuro con estos pequeños.

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