martes, 16 de abril de 2019

¿Cuál es la mejor hora para practicar sexo?, por Eduardo Navarro Er Pedagogo Jimenato

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¿CÚAL ES LA MEJOR HORA PARA PRACTICAR SEXO?
Quizás lo mejor sería comenzar contando una anécdota. Nos encontramos en un Instituto de Educación Pública de Andalucía, la profesora ante una sesión de Educación Sexual, en un grupo de 30 adolescentes de 15 años, de  ambos sexos, pregunta: ¿Quién de la clase es heterosexual?... sólo una chica levanta la mano.


De entrada, me recuerda esa canción de “Presuntos Implicados”: “Aahh Como hemos cambiado”. Más bien no, a pesar de que estamos en el Siglo XXI, da la sensación que seguimos con déficit formativos en temas de “vital” importancia.
 
Estarán pensando que no es la cuestión que me había propuesto relatar y que no existe una relación directa. Lo más probable sea que mi sangre se altere nada más que leo, hablo, práctico o escribo sobre sexo... serán cosas de la edad.
 
Aunque sí, mi propósito es una hipótesis sobre cuál es la mejor hora para practicar sexo. La única intención, una lectura entretenida si es de su apetencia.
 
Teniendo en cuenta que cuestiones como la educación, cultura o religión son factores que afectan a la sexualidad, así como que nos encontramos en una sociedad plural y heterogénea, no por ello vamos al olvidarnos  de que forma nos afectan las hormonas.
 
Comencemos por hablar de los hombres. La hormona sexual masculina por excelencia es la testosterona, que estimula la producción de espermatozoides. Esta hormona es la que promueve el crecimiento del pene y los testículos, además, entre otras cosas, es la principal responsable del aumento de la libido.
 
De ahí que los hombres sean más directos y tengan más apetito sexual que las mujeres. La pregunta sería: ¿Creen que es cierto?, porque además de las hormonas, que afectan, también dependerá de lugar, preámbulos, edad o, sobretodo, de cada persona individualmente. ¿Y del momento?, ¿no afecta el momento?, aunque eso ya sería entrar en las conclusiones, pero no, vamos a dejarlo para el final, sino se las contaré dos veces.
 
En cuanto a las mujeres, la hormona sexual más importante es el estrógeno, el responsable de la excitación, la sensación de bienestar y de plenitud, entre otras funciones. Las mujeres también segrega testosterona y su presencia contribuye a despertar el deseo sexual, como en los hombres. De tal forma que estrógenos y testosterona conforma la maravillosa sexualidad de las mujeres.
 
Antes de continuar es interesante la definición de la sexualidad por Organización Mundial de la Salud: “Un aspecto central del ser humano que está presente a lo largo de su vida. Abarca el sexo, las identidades y los roles de género, la orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción. Se siente y expresa a través de pensamientos. Fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, comportamientos, prácticas, roles y relaciones”
 
Así, con estos condicionantes, en esta sociedad tan diversa, ha llegado el momento de ir al grano. En primer lugar referiremos los momentos más propicio para las erecciones masculinas. Sin duda, las matutinas, bien temprano, con el cuerpo relajado, además es cuando es mayor el nivel de testosterona. Ese momento recién te despiertas, que notas que alguien/algo quiere hacer la instrucción y se pone firme.
 
¿Y la mujer? Aunque el comportamiento se ve afectado por su ciclo menstrual, es por la noche cuando les cuesta menos excitarse, cuando ha pasado todo el día comienza la activación de las hormonas y su libido alcanza su máximo apogeo. Porque las mujeres van aumentando a lo largo del día sus niveles de testosterona, que influye en su apetencia sexual.
 
Como entes biológicos es incuestionables que nos afecta los procesos hormonales, con distintas orientaciones, que en cada persona la conforma su propia percepción sexual. Es innegable de todas formas, que si hablamos de la mejor hora para practicar el sexo, con carácter general podemos decir que son opuestos, unos por la mañana y otras por la noche.
 
Así, que para concluir, nos lleva a la vuelta de las tradiciones de mucho tiempo atrás, como algunas que nos llega de la época romana, como nuestra arraigada siesta. La siesta conjuga esos niveles hormonales y apetencias sexuales masculinas y femeninas, les animo que hagan la siesta y que la aprovechen merecidamente, que la vida son dos días. Es que no hay nada como recuperar las viejas tradiciones.
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*** Imagen de una escultura del parque temático del sexo Jeju Loveland en Corea del Sur. 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues sí, que la vida son dos días, mucha siesta de las buenas y menos política

Anónimo dijo...

Eduardo, no estaría mal que montaras una academia y dieras clases a los hombres.
Muchas de nosotras te lo agradeceríamos enormemente

Anónimo dijo...

Yo creo, como hombre, que lo más importante para excitarse y hacer el amor es: a cualquier hora, en cualquier momento del día e, incluso del lugar (si no es apto, seguro que por los alrededores habrá algún hueco), y da igual que sea por la mañana, por la noche o en la siesta (quién pueda echarla). Las 24 horas del día y a cada milésima de segundo, es buena para hacer el amor; es lo más gratificante que el ser humano puede tener, ¡qué digo, cualquier tipo de ser vivo! Lo aconsejo, sin temor a equivocarme, ahora bien, algo hay que tener en cuenta (hablemos de los humanos y, los animales que se apañen), ¡y qué es lo que hay que tener en cuenta con respecto a los etéreos!, pues muy fácil: "que haya una mujer que quiera y esté a tono". Los demás ya se apañarán.