Los técnicos del Centro de Análisis y Diagnóstico de la Fauna Silvestre analizarán las cinco cigüeñas blancas halladas muertas en Jimena. El proceso es similar al que se sigue en la escena de un crimen
Alberto Rodríguez
Aparece un cuerpo sin vida en el monte. Al lugar de los hechos se acerca un equipo que, con guantes y sumo cuidado, realiza fotografías del lugar, toma muestras del entorno y recoge el cuerpo cuidadosamente para su investigación. Podría parecer la escena de un crimen o un capítulo de una serie de policías, pero no. El lugar de los hechos no es Miami, sino Jimena, y lo que ha aparecido muerto es un ejemplar de cigüeña en vez de un acaudalado empresario. Sin embargo, lo que sucede en el lugar dista muy poco de lo visto en televisión.
Aparece un cuerpo sin vida en el monte. Al lugar de los hechos se acerca un equipo que, con guantes y sumo cuidado, realiza fotografías del lugar, toma muestras del entorno y recoge el cuerpo cuidadosamente para su investigación. Podría parecer la escena de un crimen o un capítulo de una serie de policías, pero no. El lugar de los hechos no es Miami, sino Jimena, y lo que ha aparecido muerto es un ejemplar de cigüeña en vez de un acaudalado empresario. Sin embargo, lo que sucede en el lugar dista muy poco de lo visto en televisión.
El hallazgo, el pasado 3 de septiembre, de cinco ejemplares muertos de cigüeña blanca en la localidad ha puesto en marcha a un equipo del Centro de Análisis y Diagnóstico de la Fauna Silvestre (CAD) de la Junta de Andalucía para encontrar el por qué de la muerte de estas aves.
Los resultados de su investigación se conocerán en las próximas semanas, cuando culmine un complejo proceso de toma de muestras, análisis y la realización de la necropsia a los ejemplares -una práctica semejante a la autopsia para los humanos-.
Así, tras recibir el aviso, los técnicos establecen un protocolo que comienza cumplimentando una ficha donde se recogen el mayor número posible de datos acerca del lugar, hora, elementos extraños alrededor del cuerpo y que culmina con una serie de fotografías.
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----Cumplido este primer trámite, los restos del ejemplar son introducidos en una bolsa hermética para evitar la contaminación por agentes externos que pueda desvirtuar los resultados de la necropsia. Luego, son trasladados al CAD, ubicado en Málaga, donde esperan su turno para ser analizados en una cámara frigorífica.
En el caso de las cigüeñas jimenatas, los técnicos de Medio Ambiente de la Junta establecen como principal hipótesis que los ejemplares resultaron envenenados por comer en el vertedero o algún tipo de veneno ante la ausencia de signos externos como disparos o quemaduras provocadas por cables eléctricos.
En el CAD, las aves serán sometidas a un análisis toxicológico del hígado y páncreas para determinar qué les causó la muerte. También se mirará si existen restos de vómitos en el pico o si había insectos muertos alrededor -consultando para ello la ficha-.
Además, desde la delegación de Medio Ambiente explican que como todo apunta a un envenenamiento, se pone en marcha otro equipo para rastrear la zona en busca de posibles cebos para evitar afección a otras especies.
El CAD, puesto en marcha en febrero de 2001, es pionero en España. En los dos primeros años de funcionamiento analizó un total de 496 casos similares a éste, en el que se detectaron sustancias tóxicas en 315. Ahora, toca esperar los resultados.
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