La situación de los citricultores de la comarca es «crítica» según COAG
La situación de los citricultores del Campo de Gibraltar es realmente crítica. Y es que el precio de la naranja es tan sumamente bajo que, haciendo cuentas, al agricultor le puede salir más caro recolectarlas que dejarlas en el árbol. Lo que, sin duda, no van a poder hacer, ya que ello acarrearía numerosos problemas para los árboles y la posibilidad de que surjan más plagas y enfermedades la próxima campaña, ya que la fruta actuaría como reservorio de plagas y el número de tratamientos y, por lo tanto, los costes de producción, se dispararían.
-Naranjas en el suelo en San Pablo de Buceite, después de un temporal de viento en octubre pasado. Foto: Noticias Chorlo-
En este sentido, hay que resaltar que el agricultor debe realizar una serie de tratamientos al año para conseguir una naranja apta para el mercado, sumando a esto que deben añadir el coste de cogida. Así las cosas, se han dado casos en los que el agricultor ha debido poner dinero.
Juan Salido, responsable de COAG Cádiz en la comarca del Campo de Gibraltar, ha manifestado respecto a esta situación que «con los precios que se están pagando por la naranja, los citricultores no cubrimos los costes de producción, cuyos precios se han disparado, es destacable el precio que han llegado a alcanzar los fertilizantes, indispensables para obtener una buena producción. Y lo peor es que la naranja se vende a un precio alto en destino, generándose unos márgenes comerciales realmente abusivos».
-Temporal de agua en San Pablo de Buceite en octubre pasado. Foto: Noticias Chorlo.-
A lo que añade que «en las últimas semanas hemos observado precios en lonja de 14 céntimos el kilo, mientras que en el comercio pueden rondar en tormo a 1 euro el kilo, lo que supone un aumento considerable que en ocasiones ha sido de 200 por ciento».
Mínimos
Además, tras la introducción de los cítricos en la PAC, los productores están obligados a entregar un mínimo de 2.300 kilos de naranja por hectárea para la industria transformadora, sea cual sea el precio que ésta oferte, «y lo que pagan es una miseria, las transformadoras están abusando y aprovechándose de esta circunstancia y están pagando a seis céntimos el kilo» explica Salido.
-Naranjos helados en San Martín del Tesorillo el pasado enero. Foto: Martín Blanco-
A toda esta problemática de los bajos precios se suman otros inconvenientes que traen de cabeza al sector citrícola en la provincia. Por un lado, que esta campaña está siendo excesiva en producción y con un calibre menor, que hace que el agricultor se vea obligado a destinar gran parte de su producción a la industria transformadora y no al consumo en fresco, con lo que ello supone un descenso en el precio de venta.
Esto, en parte, es debido a la meteorología, que este año ha traído lluvias persistentes, viento y, lo peor de todo, unas heladas que han afectado a los frutos. En el caso de las naranjas, hay variedades que han resultado bastante dañada y, en muchas parcelas, no se podrá recolectar para su venta.