Te deseo.
Hace ya bastante tiempo que nos conocimos. Al principio se que fui un poco reacio a abrirte mi corazón, pero me cautivaste. Todos estaban pendientes de ti, impertérrita, perfecta, idolatrada y deseada.
Hace ya bastante tiempo que nos conocimos. Al principio se que fui un poco reacio a abrirte mi corazón, pero me cautivaste. Todos estaban pendientes de ti, impertérrita, perfecta, idolatrada y deseada.
Te miraba y te anhelaba. Hasta que un día el azar intervino como mediador y me lo diste todo; me ofreciste todo tu ser, tu porte, tu cuerpo, tu esencia, abriste los brazos y los convertiste en una sumisión de placeres. Me recree en todas tus virtudes, una y otra vez, hasta que quedé exhausto de ti. Tú estabas dispuesta siempre, yo era tu amo y tu, mi sierva.