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De su blog Andalucía y la Educación.
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CUENTA la leyenda que un hombre llamado Escoriaza tenía un perro tan sagaz, que se marchaba del lugar un día antes del domingo de antruejo y no regresaba hasta el miércoles siguiente o de ceniza. En esos tres días, los jóvenes se divertían con los animales del pueblo, bien los manteaban o bien les ataban en la cola cencerros, cuernos y vejigas hinchadas para perseguirlos por las calles.
CUENTA la leyenda que un hombre llamado Escoriaza tenía un perro tan sagaz, que se marchaba del lugar un día antes del domingo de antruejo y no regresaba hasta el miércoles siguiente o de ceniza. En esos tres días, los jóvenes se divertían con los animales del pueblo, bien los manteaban o bien les ataban en la cola cencerros, cuernos y vejigas hinchadas para perseguirlos por las calles.