El alcalde de Jimena y su equipo reciben su primer revés político, y gordo, tras su intento frustrado de anular la JMD por intereses claramente partidistas, y acabar así con el derecho de los sampableños a elegir a su "alcalde".
Porque aquí no se trataba de un tema menor, sino de que sorprendentemente se pretendía cometer una auténtica barbaridad, propiciando una quiebra del propio sistema democrático contra todo un pueblo de 1800 habitantes, eliminando así su derecho legal y legítimo. Este peligro ya no existe, pero tristemente, no se ha logrado bloquear porque los gestores de tan brutal y aberrante medida o sus asesores hayan recapacitado, que no es el caso, sino por las contundentes protestas vecinales sampableñas y el decidido apoyo político de la izquierda jimenata, IU y PSOE.