El Ayuntamiento de Jimena está ultimando los trámites para que la antigua Fonda La Perla pase a ser propiedad municipal. La restauración y puesta en valor del edificio supondrá la instalación a medio plazo un centro cultural que llevará por nombre Antonio Puchán. El concejal de Urbanismo y Fomento, Fernando Gómez, señala que el Ayuntamiento considera prioritaria esta infraestructura cultural, que servirá de aliciente a la juventud del municipio, que en ocasiones abandonan Jimena en busca de ocio. "Queremos que los jóvenes no abandonen la localidad", añadió el concejal.
lunes, 12 de enero de 2009
La Perla, un espacio para la cultura
El Ayuntamiento de Jimena está ultimando los trámites para que la antigua Fonda La Perla pase a ser propiedad municipal. La restauración y puesta en valor del edificio supondrá la instalación a medio plazo un centro cultural que llevará por nombre Antonio Puchán. El concejal de Urbanismo y Fomento, Fernando Gómez, señala que el Ayuntamiento considera prioritaria esta infraestructura cultural, que servirá de aliciente a la juventud del municipio, que en ocasiones abandonan Jimena en busca de ocio. "Queremos que los jóvenes no abandonen la localidad", añadió el concejal.
Rio que quiere volver a la vida, el Guadiaro.
VANESSA MELGAR
Muchos pulmones pero pocos riñones, si realizamos un símil atrevido de la comarca rondeña con el cuerpo humano. Y es que la Serranía, una de las zonas de mayor riqueza medioambiental de la provincia -abanderada por el Parque Natural Sierra de las Nieves, el Valle del Genal y el Parque Natural de los Alcornocales-, suspende en depuración de aguas residuales. Tan sólo la Ciudad del Tajo trata la totalidad de sus aguas fecales, aunque desde el pasado mes de abril. Hasta entonces han sido más de 25 años de vertidos putrefactos al cauce del río Guadalevín, hermano menor del Guadiaro.
-Río Guadiaro a su paso por San Pablo de Buceite. Fotos: buceite.com-
Carga contaminante
A pesar de que la entrada en funcionamiento de la EDAR de Ronda ha supuesto la eliminación del 60% de la carga contaminante al Guadalevín, el resto de los municipios de la comarca no cuentan con ninguna instalación que trate sus aguas fecales. En este sentido, la delegada de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Remedios Martel, ha señalado que las depuradoras se encuentran en fase de anteproyecto y que se está negociando con los ayuntamientos la ubicación de las infraestructuras. Además, Martel ha asegurado que los consistorios ya han cedido el suelo para la construcción de las depuradoras, cuyas obras estarán licitadas este año.
No obstante, hay alcaldes que recelan de las promesas de la delegada. Así, Maite Domínguez, regidora de Jimera de Líbar, ha sido una de las más críticas con la depuración de las aguas en el Valle del Guadiaro. «La depuradora debería estar funcionando desde 2005; están hechos los anteproyectos, pero no entiendo cómo no se construyen. Además, estamos dentro de un parque natural que cuenta con certificados de calidad y no depuramos las aguas», aseguró Domínguez. El municipio Jimera de Líbar fue testigo de la última mortandad de peces que se produjo en el cauce del Guadiaro, en cuyo lecho aparecieron seis toneladas de barbos muertos. Un vertido procedente de alguna fábrica pudo ser la causa. En cualquier caso, año tras año se ha reforzado la tesis de que el Guadiaro se ha convertido en un río «envenenado».
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Vertidos de fábricas
Para las asociaciones ecologistas de la zona, las administraciones están incumpliendo la normativa de depuración de aguas. Según algunas de estas organizaciones, los vertidos procedentes de las explotaciones ganaderas tienen una mayor carga contaminante que cualquiera de los procedentes de los pueblos de la comarca. Estas empresas se ubican principalmente en los municipios de Igualeja, Benaoján, Montejaque y Arriate, y muchas de ellas aprovechan las lluvias para verter a los cauces.
Las soluciones que barajan los colectivos ecologistas pasan por la creación de entes que gestionen depuradoras comarcales. Otra de las opciones es la construcción de lagunas que depuren los residuos de forma natural, puesto que se trata de núcleos de población muy pequeños cuyo nivel de contaminación es relativamente bajo.
Por ello, consideran que la solución debe ir en consonancia con el problema. En esta situación se encuentra el río Genal, otro de los afluentes del Guadiaro, cuyo estado mediambiental es mucho más positivo debido a que está rodeado de pequeñas poblaciones.
En cualquier caso, unos y otros cauces quieren volver a estar vivos, pero aún tendrán que transcurrir muchos años para que sea la propia naturaleza la que los cure.