Los deseos son los estímulos que mejor definen el perfil psicológico, el comportamiento sociológico y la trayectoria biográfica de los seres humanos; todavía más que las ideas e, incluso, más que los hechos, los deseos constituyen los códigos secretos que, si acertamos a descifrarlos, nos proporcionan las claves para interpretar el sentido de cada vida humana: nos explican el fondo de nuestras acciones y nos descubren el fundamento de nuestras omisiones. Sus análisis, por lo tanto, nos abren unas sendas directas por las que podemos llegar a comprender la identidad personal y la idiosincrasia colectiva, ya que, de manera más o menos consciente, influyen decisivamente en las percepciones, en la formación del pensamiento, en la adopción de las actitudes y en la elección de las conductas.