Uno de los valores consustanciales a la izquierda es la tolerancia, el respeto a la discrepancia del otro. La Verdad Absoluta no estará siempre de nuestra parte.
Un grado más es el de aceptar el cambio en los demás. Kant decía: “el sabio puede cambiar de opinión. El necio nunca”. No todos los humanos tenemos por qué tener -para siempre- los mismos postulados políticos, las mismas creencias religiosas o la misma identidad ideológica.