Mi amigo Frank (Leipzig, 1956) guarda en su mesilla de noche un ejemplar del “Berliner Zeitung” del sábado 11 de noviembre de 1989 en cuya portada se le ve encaramado a un muro en una suerte de síntesis sacramental colectiva, machota en mano, intentando derribarlo. Todo un documento histórico.
Muro de la Vergüenza para unos y de Protección Antifascista para otros; un símbolo y un dique de represión que a muchos les costó la vida intentar saltar buscando aires de libertad.
Muro de la Vergüenza para unos y de Protección Antifascista para otros; un símbolo y un dique de represión que a muchos les costó la vida intentar saltar buscando aires de libertad.