La concejala Diana Otero anuncia que pedirá a su partido para conseguir "una propuesta de regulación normativa en la que se obligue a los editores de blogs a constituir un registro con su DNI, mediante el que se hagan responsables de sus contenidos y facilitar que estos delitos no queden impunes y que aquellos que se dedican a insultar y a coaccionar en los blogs puedan ser denunciados por las víctimas".
Otero denuncia la "cobardía" de los críticos refugiados tras pseudónimos. La ciberdemocracia tiene sus riesgos. Y más donde la democracia todavía no ha creado el suficiente espacio de expresión. Los blogs más críticos toman a menudo el papel que no realizan los medios y diarios tradicionales, bien por falta de información o, demasiadas veces, por su dependencia política y económica de los poderes locales.
La iniciativa del PP no ha tenido por ahora ningún efecto jurídico, pero la polémica por la libertad de expresión y crítica de los blogs y el periodismo ciudadano vuelve. En todo caso, si los autores de los blogs han cometido algún delito o falta están sujetos a la legislación común, civil o penal. La propuesta de Diana Otero es excesiva y no hay ninguna necesidad de crear un registro de blogs. Sus autores tienen derecho al anonimato, incluso para criticar y burlarse. Es la libertad de expresión.
Si los afectados perciben algún daño o delito, los tribunales tienen la ley para actuar.Pero la política y el poder deben poder ser criticados. Incluso con burla e inquina. Es la democracia.