El presidente de la Junta de Extremadura, sr. Monago, perdió el crédito y la decencia política en su primer viaje pagado con dinero público a Canarias. Comportamientos que en Austria o Suecia conllevarían la dimisión con carácter irrevocable del personaje en España se resuelven esperando a que escampe.
Ahora, este gárrulo, destemplado y homodiegético, se deja caer con un vídeo estúpido.