No hace tanto cuando te disponías a repostar en una gasolinera, a las que pasaron en llamar estaciones de servicios. Un empleado estaba presto a servirte, no se limitaba en llenar el depósito de combustible, amablemente le daba un limpiado rápido a la luna parabrisas, incluso revisaban el nivel de aceite del motor .
Con el aumento y renovación del parque automovilístico, las atenciones se vieron obligadas a disminuirlas. Pero el servicio continuó siendo personal a través de un operario, personas muy recurridas para preguntar por la dirección correcta o tomar la ruta más idónea, eran los G.P.S. humanos.