Ekberg, en una escena de 'Los tres etcéteras del coronel' rodada en Jimena. |
Antes de bañarse en la Fontana de Trevi, la musa de Fellini rodó en Jimena
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JESÚS NIETO JURADO
En el ADN de todos los cinéfilos late la célebre escena de 'La dolce vita' en la que Anita Ekberg y 'Marcello Mastroianni' comparten un chapuzón en la romana Fontana di Trevi, actualmente sometida a unas necesarias obras de restauración bajo el mecenazgo de una empresa textil transalpina. Una galería posibilita a los amantes del 'séptimo arte' contemplar la obra y rememorar los icónicos fotogramas de la película de Fellini. Lo que muy pocos devotos del celuloide intuyen es que el episodio del baño de la diva y el 'paparazzo' puede tener su génesis en la loca estancia de la Ekberg en nuestro país.