Ayer sobre las diez de la mañana, partió una excursión a la Fuente del Cobarrón, con casi ochenta personas. Este manantial a unos cinco kilómetros de San Pablo de Buceite, es donde nace el agua que llega hasta el Chorrito, agua de la que se ha abastecido el pueblo desde el siglo XIX.
Propiedad de los Marqueses de Larios, fue vendida al ayuntamiento de Jimena en 1956, sin haber sido propiedad de Juan March como ocurrió con el resto del latifundio, y aparcelado por éste para su venta, en los primeros años cuarenta.
Organizada por la Asociación de Padres y Madres (AMPA) "Los Naranjos" del colegio público Cristo Rey, contó con la asistencia de su directiva, Javier Piña, Pepi Florín, Inmaculada Camacho, y el resto de vocales; la concejala de Medio Ambiente del ayuntamiento de Jimena, Noelia García, y del vocal del Area de Medio Ambiente de la Junta Municipal de Distrito de San Pablo de Buceite (colaboradora en esta actividad), Bernardo Medina.
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A lo largo del paseo, de casi dos horas, Paco Piña, uno de los vecinos que en la actualidad se encarga del mantenimiento de las instalaciones y tuberías que conducen el agua hasta el Chorrito, y unos de los impulsores de la iniciativa "Que el Chorrito no se pierda" fue explicando por donde van las tuberías, y las deficiencias que sufren estas instalaciones, pidiendo colaboración para su arreglo a la concejala, Nóelia García, que se mostró partidaria, de su mantenimiento y, luego de admirar el paraje donde se encuentra, en pleno Parque Natural de los Alcornocales, en Canuto Largo, en la Dehesa de la Lapa, y de su aprovechamiento como propiedad municipal que es.
Una vez vistitada las instalaciones y el sitema de recogida del agua en la fuente, donde fueron entrando en grupos de tres o cuatro personas, participaron en una charla de contenido educativo medioambiental impartida por el monitor Miguel Domínguez, sobre el ciclo del agua, el problema que plantea a miles de personas en el mundo y que va a más, y como no sobre su buen uso: dando recomendaciones para su ahorro en nuestra vida cotidiana.
Pasadas las tres de la tarde, y ya de vuelta en el pueblo, almorzaron paella en la plaza Miguel de Cervantes.
A los organizadores, sólo les quedó un mal sabor de boca, el hecho de que los dueños de la finca La Lapa, propiedad de Domingo Plaza, no cedieran sus instalaciones para que el almuerzo y para que los juegos de los niños, se hubieran desarrollado en el hermoso llano que posee la finca.
También se recordó a los asistentes, para que lo difundan entre los consumidores del agua de esta fuente, y como consta en el propio Chorrito en un cartel, que en la entidad bancaria Caja Sol de San Pablo de Buceite, hay abierta una cuenta para el que quiera colaborar en el mantenimiento, de uno de los bienes culturales, y medioambientales más importantes que poseemos.