Nota de prensa del Ayuntamiento de Jimena.
La coyuntura histórica previa a la Segunda Guerra Mundial y sus consecuencias en el Campo de Gibraltar, sobre todo en lo que se refiere a la línea de fortificaciones y las tensas relaciones a ambos lados de la Verja, fueron uno de los hilos argumentales de la sesión de tarde de hoy sábado en las XI Jornadas de Historia del Campo de Gibraltar, que se celebran en el Centro Cultural Reina Sofía. Bajo el título de Diseño de una conspiración, el historiador José Beneroso y la periodista Belén López, presentaron un estudio y análisis de las dos visitas realizadas a Gibraltar en marzo de 1935 por los generales Franco y Sanjurjo, de las que se desprende el intento por comprometer a personalidades civiles y militares británicas en la planificación del levantamiento militar de 1936.
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Los ponentes sostienen que estas visitas motivaron un giro en el proyecto de sublevación, que pasó de estar basada en la Monarquía a apostar exclusivamente por el componente militar.
La siguiente comunicación avanzaría varios años en el tiempo para, una vez finalizada la Guerra Civil Española, profundizar en el plan de defensa del Campo de Gibraltar elaborado en 1939 por el Estado Mayor del Generalísimo. Entre las conclusiones presentadas por el profesor Ángel Sáez destaca el hecho de que dicho plan naciera desvinculado del plan de artillado del Estrecho elaborado por la Comisión de Fortificación Sur del general Jevenois Labernade. En total se planificó la construcción de 688 obras basadas en principios tácticos ensayados durante la Guerra Civil.
El propio Sáez, junto con Pedro Gurriarán y Salvador García, han confeccionado un estudio sobre la tipología de fortines compondrían el sistema de defensa del Campo de Gibraltar. Su comunicación se centró en la descripción de los diferentes tipos de elementos, presentados mediante planos y recreaciones en tres dimensiones.
Estos datos se completarían con los aportados posteriormente por Alberto Atanasio Guisado en la que el ponente defendió la necesidad de conformar una base adecuada con la que comenzar a apreciar el valor patrimonial de estos últimos representantes de la arquitectura militar en superficie.
En esta línea, César Sánchez de Alcázar profundizó en el trabajo de los servicios de inteligencia españoles en los años de la Posguerra en el que tratan por todos lo medios de detallar todos y cada uno de los elementos defensivos existentes en Gibraltar.
Espías y masones
Ya en plena Segunda Guerra Mundial, la Marina de Guerra italiana estableció un entro de operaciones en la Bahía de Algeciras situado en la propiedad conocida como Villa Carmela, situada en Puente Mayorga. Sobre las actividades desarrolladas en dicho centro versó la comunicación presentada por Alfonso Escuadra Sánchez, quien detalló cómo la propiedad fue usada para observar las bases de Gibraltar de forma secreta, mientras sus ocupantes se hacían pasar por una pareja de recién casados.
La relación del Campo de Gibraltar y, sobre todo Gibraltar, con la masonería también tuvo su espacio en la sesión de tarde. Antonio Morales Benítez expuso un avance de su estudio de la la logia San Juan nº 115 de Gibraltar, constituida en 1767, y cómo muchos campogibraltareños formaron parte de ella entre 1832 y 1936, siendo la primera constancia documental de la existencia de la masonería en la Roca.
La última de las referencias gibraltareñas de la sesión se produjo con la comunicación de Luis Romero acerca de los cónsules que España tuvo en el Peñón entre 1716 y 1954, una lista que ha sido investigada y elaborada por primera vez y de la que se desprenden curiosidades como el nombre de algunos destacados personajes patrios que fueron nombrados cónsules en Gibraltar o cómo durante la Guerra Civil cada bando contó con su propio consulado.
Resto de ponencias
Además de todo ello, la jornada de comunicaciones dejó un estudio del documento de las constituciones del Beaterio de Tarifa en el primer tercio del siglo XIX, a cargo de Juan Antonio Criado, así como una semblanza de Francisco Linaes Villalta, un sanroqueño que participó en las Batalla Naval de Santiago de Cuba (1898), presentada por Juan Antonio García Rojas y José Antonio Pleguezuelos.
Mañana, clausura
Las XI Jornadas de Historia y Arqueología del Campo de Gibraltar serán clausuradas mañana domingo por el alcalde de Jimena, Pascual Collado, después de la ponencia de uno de los historiadores a los que va dedicada la cita, Tito M. Benady, quien disertará sobre los corsarios en Gibraltar entre 1803 y 1814.
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