La primera vez que te vi, te mire a los ojos creyendo ver en tu iris tus intenciones. Tus parpadeos me lo imposibilitaron. Decidiste instalarte en mi vida, con o sin autorización, lo hiciste, no reprimiendote de nada ni por nada. Has cambiado mi rostro, mi forma de expresarme y hasta mis pensamientos, eres la esponja que absorbe los pilares de la vida real.
ELEGISTE: La suite especial en el hotel de mi vida. Ser la lluvia en el desierto de mi alma. Ser el sonido que martillea mi tímpano... Ser el camino donde pisaría al andar. Ser el raciocinio de mi mente, el motivo de mis sueños y la obligación de mi despertar...