Luis, me he puesto a escribirte estas palabras póstumas, porque me siento en la obligación de transmitirte el agradecimiento y el reconocimiento de este pueblo de San Pablo al que tú tanto has querido y por el que luchaste y dedicaste gran parte de tu vida.
Es de justicia, compañero, que se sepa, que tuviste la responsabilidad de dirigir los destinos de este pueblo, en unos de los momentos más difíciles y comprometidos de toda su historia y que lo hiciste con dignidad y con honradez, como buen socialista que eras.
El cambio de la dictadura a la democracia, necesitó, como en la gran mayoría de los pueblos de España, de personas como tú que se comprometieran con sus vecinos y decidieran, incluso dejando abandonada en muchas ocasiones sus profesiones, trabajar por hacer un pueblo mejor y apostar por un futuro, que en aquellos tiempos, no se tenía nada claro.
- Luis Medina, exalcalde socialista de San Pablo de Buceite-
Ocho años de tu vida, las dos legislaturas que saliste elegido mayoritariamente, dedicaste en cuerpo y alma a los sampableños y sus frutos ahí están y es bueno que se sepa, porque, desgraciadamente, el tiempo y algunas veces los intereses mezquinos, lo borran y lo olvidan todo.
Con Luis de alcalde, se asfaltaron y se dotaron de infraestructuras la mayoría de las calles de San Pablo, se construyó la Casa de la Cultura, se compraron los terrenos del campo de futbol, se construyó la piscina municipal y se llevaron a cabo las 36 viviendas de protección oficial, etc…
Un humilde barbero, pero con una vocación de servicio a los demás excepcional, que además estaba acompañado de un amigo también excepcional como es Antonio Gil Rios, supieron ir dando respuestas a las múltiples necesidades que en aquellos años padecía nuestro pueblo. Los dos, sin medios, sin una preparación política importante, pero con un espíritu de servicio a prueba de bombas, fueron capaces de poner las bases de lo que hoy en día es San Pablo.
En el día que nos has dejado, como alcalde en la actualidad de San Pablo, he querido hacerte este homenaje escrito, que es también un homenaje a todos los compañeros y amigos que ya no están con nosotros y que tanto hicieron también por nuestro pueblo con su manera de ser y también con su manera de actuar, como Juan Guzmán, Pepe Ramos Zambrana, José Mateo Sánchez y Antonio Ojeda. A todos ellos, mi reconocimiento y mi agradecimiento en nombre de todos mis convecinos.
Luis, tal vez lo único que duele más que haberte dicho adiós en el día de hoy, es no haber tenido la ocasión de haberme despedido de ti. Personalmente, te habría agradecido los múltiples consejos que a lo largo de estos años supiste transmitirme y como no, tu lealtad y tu amistad.
Adiós, amigo, compañero, no me despido de ti con la esperanza cristiana de vernos en el más allá. Quiero hacerlo con unos versos de nuestro gran poeta Diego Bautista Prieto, que sin duda, sé que te reconfortarán, sencillamente porque creo reflejaban tu manera de pensar en la vida y en los demás:
Ojalá yo en vosotros me supere: os dejo por herencia de mi vida
el ansia de ser bueno que me hiere.
Cuando la muerte seque ya mi herida
que mi mal me acompañe en la partida
¡ y mi virtud en vuestra vida espere ¡
Adios, amigo, hasta siempre.
Andrés Beffa García.