Se trata de la tercera visita de estas características que recibe la lonja jimenata por parte de responsables políticos y técnicos de otras zonas andaluzas donde se ha previsto la puesta en funcionamiento de lonjas similares, como Córdoba o Aracena.
El objetivo de dicha red es controlar el proceso de transformación de las setas que generan los parques naturales andaluces, proporcionando un precio razonable para los recolectores y ofreciendo garantías sanitarias a los consumidores de estos productos.
-Chantarella-
La lonja tiene una superficie total de 330 metros cuadrados y cuenta con una sala de recepción y subasta, oficina, almacén, cámara frigorífica, además de un patio, aseos y vestuario. La decoración del lugar incluye elementos divulgativos sobre las especies micológicas de la zona.Aunque en principio sólo se podrán aportar a la lona especies como la chantarella o rebozuelo (cantharellus cibarius), la yema o tana (amanita caesarea), el níscalo lactarius deliciosus), el faisán o tentullo (boletus aereus), la calabaza o faisán (boletus edulis) y el parasol o gallipierno (macrolepiota procera), en un futuro se podrán comercializar, además, cualquier otra especie de las que son comestibles y ofrecen un número de ejemplares suficiente como para preservar su supervivencia en el campo.
Además de la red de lonjas, en los próximos meses se deberá configurar igualmente la red de puntos de acopio y transferencia, es decir, el mapa de lugares donde los recolectores pueden depositar las setas sin necesidad de desplazarse físicamente hasta la lonja. En el caso del Parque Natural de Los Alcornocales, esto supondrá un importante aliciente de uso para los recolectores de otras poblaciones, que no tendrían necesidad de desplazarse a Jimena para vender en lonja.
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