Made in Campo de Gibraltar

Leído en el diario Europa Sur. Por su interés reproducimos este artículo.
Juan José González
Ni en Barcelona, ni en Valencia, ni en Bilbao, ni en La Coruña: el cajonero encargado por Exxon que va a convertirse dentro de unos días en la primera plataforma flotante de gas licuado instalada mar adentro del mundo ha sido construido en Campamento, barriada de San Roque, localidad del Campo de Gibraltar.

Nuestra comarca se ha ganado ya su sitio entre los previlegiados lugares donde se han llevado a cabo grandes obras civiles de la mano del Adriatic, que es así como se llama esta auténtica isla artifical de hormigón de más de 280.000 toneladas. Pero no sólo eso: su exitosa construcción, que ha durado tres años, ha servido también para poner a prueba la capacidad de los antiguos astilleros Crinavis, y el resultado no ha podido ser más favorable: el examen se ha superado con nota alta, como demuestran las declaraciones públicas de los representantes de todos los organismos y empresas que han participado en este ambicioso proyecto, quienes han coincidido en señalar que la elección del Campo de Gibraltar para ejecutarlo ha sido un acierto pleno.

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La plataforma regasificadora "Adriatic LNG" zarpó de la Bahía de Algeciras (Cádiz) el 30 de agosto, rumbo al mar Adriático, donde quedará amarrada frente a las costas italianas, después de más de tres años de trabajo que emplearon a miles de operarios del Campo de Gibraltar.
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En mi modesta opinión, este acontecimiento es uno de los más trascendentes que han acaecido en nuestra zona durante las últimas décadas, ya que ha supuesto la consolidación de las instalaciones sanroqueñas como centro neurálgico para este tipo de obras que, no se olvide, tantos puestos de trabajos directos e indirectos generan (tres mil en este caso), después del éxito ya que obtuvo el primer dique flotante que se levantó para el puerto monegasco de La Condamine.

Como dice mi buen amigo Esteban Bravo, persona cabal donde las haya y que siempre permanece atento a las noticias que auspician un desarrollo positivo del Campo de Gibraltar, la comarca tiene vida propia y sobre todo un futuro bastante esperanzador mucho más allá de esa leyenda negra que se ha configurado a su alrededor. Pero para eso tenemos que empezar por creérnoslo nosotros mismos pues muchas veces apostamos más por lo foráneo que por lo nuestro sin valorar suficientemente las potencialidades que tiene la zona en la que vivimos.

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Ojalá se cumplan los vaticinios que pregonan la concesión a las mismas instalaciones de Campamento de un tercer megaproyecto. Y ojalá también que, cuando ello ocurra, seamos los primeros en darle a este hecho la importancia real que tiene, para que fuera de nuestras fronteras lleguen a saber que en el Campo de Gibraltar hay bastante vida mucho más allá de la droga, el contrabando, la inmigración irregular o los accidentes de buques en la bahía.

Amén.