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MI SOLIDARIDAD Y RECONOCIMIENTO A ESE GRAN Y NOBLE CORAZÓN SOLIDARIO QUE DEBE TENER SYLVIE
Una francesa, Sylvie Fabia Fernández, está haciendo la marcha de la carretera de la muerte de Málaga a Almería por donde desde el día 8 de febrero de 1937 fue criminalmente bombardeada por mar y por el aire la población civil, -en su mayoría compuesta por mujeres, menores y ancianos-, que huía a pie ante el pánico de la ocupación y represión por los golpistas que se habían sublevados la tarde del 17 de julio de 1936 en el norte de África contra el ordenamiento constitucional. Las macabras alocuciones radiofónicas del sátrapa y genocida Queipo de Llano sobre las barbaridades que iban a hacer sus moros coloniales cuando ocuparan la capital malagueña, contribuyeron enormemente a sembrar de pavor y terror al vecindario de la ciudad y a las decenas de miles de refugiados que se hallaban acogidos procedentes de las provincias de Cádiz, de Granada, de Sevilla, de Córdoba y de los pueblos malagueños ocupados por los facciosos. Es lo que popularmente se denomina La Desbandá.
Sylvie es hija de una niña de tres años, de padres asturianos, llamada Libertad Fernández nacida en 1938 en Barcelona en plena guerra y que se quedó huérfana a esa edad. Cuando los fascistas ocuparon Barcelona fusilaron a su joven padre por ser escolta de un cargo de la Generalidad. La madre Aurora con la bebé en sus brazos huyó al exilio francés. Al poco tiempo, falleció su madre al contraer el tifus en el campo de concentración de Bram, al sur del país galo, donde fueron hacinados refugiados españoles. Una familia republicana de la Estación de Jimena de la Frontera, los López Morales (un matrimonio mayor de segundas nupcias con cinco hijos menores, cuatro femeninas y un varón) que también se hallaba en ese campo de concentración se hizo cargo de la menor y la cuidó hasta que los nazis invadieron Francia y tuvieron que huir y dejarla con tres años a un gendarme francés ya que no podía entrar en España con la menor teniendo otros apellidos.
Aquella niña, Libertad, consiguió sobrevivir. Actualmente tiene 85 años y siempre creyó que era francesa hasta que fallecieron sus padres adoptivos. Entonces comenzó a investigar su pasado y uno de sus descubrimientos fue hallar a esa familia de Jimena los López Morales que la había cuidado, Ya habían muertos casi todos, que nunca volvieron a saber de la menor y que la habían protegido hasta cuando pudieron.
Ahora Sylvie, una de los cinco descendientes que ha tenido Libertad, ha venido desde Francia para agradecer a esa familia jimenata lo que hicieron por su madre. y que antes de tener que huir atravesando la frontera de Francia camino al exilio sufrió la carretera de la muerte de Málaga a Almería, Porta en su espalda una foto de la familia López Morales cuando se hallaba refugiada en el norte de Francia amparado por un alcalde que se ofreció a acogerlos y antes de la invasión de los nazis y que halló Libertad en su estancia junto a su hija Sylvi en Jimena donde le llevó la investigación sobre ese trágico y convulso pasado.
Enterada del hecho, una descendiente de la familia jimenata de los López Morales ha marchado a su encuentro para hacer el último tramo acompañándola.
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