"Amar en tiempos de covi-19. ( II )", por José Carracao

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José Carracao Gutiérrrez,  exalcalde de Jimena de la Frontera y exsenador.
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Amar en tiempos de covi-19. ( II )

Es verdad que el Gobierno puede haber cometido errores, todos podemos poner algún reparo. ¿Quién no lo habría cometido?

A mí particularmente me preocupa la Orden de 27 de marzo sobre geolocalización, utilizando para ello los datos de nuestros tlfs móviles, constituye una vigilancia tecnológica en toda regla, a mi modesto entender podría atentar contra nuestra privacidad.

Es cierto que las emergencias aceleran los procesos históricos. Decisiones que llevarían años, se adoptan en horas.

Algunas empresas multinacionales pretenden averiguar todo de nosotros, en gran medida ya lo tienen, penetran en nuestras vidas.

Lo que parecía ciencia ficción hace 10 años, son hoy viejas noticias.

Según los expertos una forma de controlar la pandemia es la vigilancia biométrica, que permite monotorizar a la gente y sancionar a quienes incumplen las normas.

China es el principal exponente de esta vía, pero no el único.

El 1er Mto israelí, Benjamín Netanyahu, ha autorizado recientemente a la Agencia de Seguridad de Israel a desplegar tecnología de vigilancia, normalmente reservada a combatir a terroristas, para rastrear a pacientes con coronavirus. Lo ha hecho a través de un "decreto de emergencia" porque el subcomité parlamentario correspondiente se negó a autorizarlo.

Singapur, Corea del Sur y Taiwán, usan aplicaciones de rastreo, pero sin invadir la privacidad y registrando en secreto los datos, ese debería ser el camino a seguir.

También, como muchos, tengo mis dudas, aunque hago constar que lo asumo, sobre la necesidad, de un confinamiento tan prolongado, puedo ir a comprar, a pasear a mi perro, pero no puedo bajar a mi hijo o hija, adoptando obviamente las debidas medidas de distanciamiento social y de protección.
Pero entiendo que un problema excepcional requiere medidas excepcionales.

El punto está en que no se pretenda sacar ventaja de ello. Esto es lo que muy maliciosamente pretende una oposición, que cada vez demuestra más, su sólo afán de recuperar el gobierno a cualquier precio.