jueves, 6 de abril de 2017

"Con una estrofa basta", por Cristóbal Moreno "El Pipeta"

El sampableño Juan Bautista.
Ayer de mañana, en la calle Real de San Pablo de Buceite, donde suelen reunirse los trabajadores...??, sentados en el banco más cercano a la Caixa, se encontraban como siempre descansando “A” y “B”, y charlaban animadamente de los problemas de nuestro país

¿Qué está pasando en nuestra sociedad que muchos de los que nos mandan y dirigen no cesan de robarnos? -Le decía “A” a “B”- La Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía, después de mucho tiempo y muchos hombres investigando, no paran de detener a peces muy gordos y a políticos, raro es el día que no detienen a algunos.


Siempre fue así y nunca cambiará, amigo. Lo que pasa es que antes ni nos enterábamos, ahora ésta es la ventaja de la democracia, que al menos los detienen. Todos quieren llegar arriba para trincar de la olla grande, provengan de la clase social que sea. Los ricos, porque quieren ser más rico y los pobres, porque desean hacerse rico. Los que tienen algo, porque desean tener más. Los cultos, porque saben buscar la riqueza donde quiera que se halle y como llegar a ella. Los incultos creen en el honor y desprecian las injusticias, muchos suelen hacerse rebeldes, otros delincuentes y los más buscan la suerte, pues no están preparados para saber llegar a rico por mucho que quieran y lo deseen; con mucho trabajo y buscando la suerte donde no está se hacen viejo; al llegar a viejo han aprendido a través de la vida y de los que saben, pero ya ni pueden ni se atreven, además desean seguir escuchando de ellos -hasta su muerte- que son buena gente, buenas personas y por ello tienen el cielo ganado.

Pero gracias a Dios hay más personas honradas que “chorizos”. Y si, creo que llevas razón, el pobre está aguantando lo que no está escrito: pena de ideales, pena de gobiernos, pena de partidos políticos, pena de sindicatos, de corrientes políticas, de revoluciones, de levantamientos, de golpes de estados y de otros con distinto color de sangre, que solo ven lo que tienen más cercano a su alrededor, y a veces éstos, juegan en la confianza con su honra.

En los países que existe bastante igualdad entre su gente, se conoce el bienestar social aunque sea escalonado pero donde todos tienen ganancia, donde todos se miran, se respetan y se ayudan con el objetivo del bien común ¡Vale...!, unos tendrán más y otros menos, pero todos vivirán con dignidad, y tirarán sin rechistar de las distintas posiciones del mismo carro porque lleva a destinos dignos de igualdad y de derechos. Aquí eso queda muy lejos...

¡Mira, ahí viene Juan Bautista con su macetita de plantas, el pobre...!

Ya tiene su edad el Juan éste, estará casi por los ochenta. El jodido está fuerte porque nunca se casó...; aunque ya casi no se acuerda de nada y el oído muy bien no lo tiene.

Qué tendrá eso que ver con estar fuerte o no. Juan también ha trabajado lo suyo en el campo y eso, como siempre nos han dicho, es salud.

Juan, después de levantar la tapadera del contenedor de basura y remover con el bastón su interior, pero sin coger nada, deja caer la tapa, se acerca a ellos mostrándole en alto la macetita y les canta:

Ladrón de monte me llaman
porque robé una cartera
y esa no es mi carrera,
tan solo robé una vez
“pa” que mi madre comiera.

Y acto seguido, macetita en alto, les espeta: ¡¡”tanto discutir, tanto discutir..., esto es lo que siempre nos espera a los pobres, menos mal que yo tengo mi paguita..., aunque dicen que la van a quitar, porque no hay dinero “pa” pagar...”!!. 

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