Con el torso desnudo y el alma limpia, así nacemos, para cubrirlo y obscuroserla después; para mi, esta es una nueva oportunidad de ser, que la vida me regala; por eso lo vuelvo a desnudar y sigo con mi alma clara. Lo primero se ve -como en la foto- lo segundo se siente y no se resiente. Ahí está mi fuerza: la cabeza alta, el orgullo creciente y el honor sublime e intocable.
Mis penas, mis fracasos o mis alegrías las contarán mi familia. Mi personalidad, como la de todos, será -es -, una película buena o mala en la calle.
Antes me sentía enormemente satisfecho por cumplir mi deseo de ayudar a los demás y aportar mi granito de arena a mi país, ahora, miro a mi país y veo mis deseos traicionados y a mis conciudadanos hundidos.
Vuelvo de nuevo a mis principios y, mis deseos son los mismos de antes, pero esta vez miro a los jóvenes con los mismos torsos desnudos que ayer tuvimos los ahoras impotentes y defraudados. Y los veo también con el torso desnudo !si!, pero con una rara mueca en el rostro, igual a la que nosotros escondiamos, según nos enseñaron las lágrimas de nuestros padres y abuelos, la diferencia sólo está -y ya es bastante -, en que ellos han aprendido muy bien lo que significan las palabras Paz, bienestar, trabajo, sacrificio y honradez; y el uso que de todas ellas hace el hombre.
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