El pasado 9 de agosto. Fallecía en Jerez, don Juan José Navarro Lara, el último profesor en vida, que tuve en mi infancia y adolescencia.
Soy consciente que don Juan, como todos los humanos, tuvo luces y sombras, en su etapa de enseñanza, que era un persona que no dejaba impasible a nadie.
Pero yo me quedo, que gracias a su persona, muchos niños y jóvenes de los sesenta y setenta, pudimos cursar bachillerato en San Martín del Tesorillo.
Soy consciente que don Juan, como todos los humanos, tuvo luces y sombras, en su etapa de enseñanza, que era un persona que no dejaba impasible a nadie.
Pero yo me quedo, que gracias a su persona, muchos niños y jóvenes de los sesenta y setenta, pudimos cursar bachillerato en San Martín del Tesorillo.
Si no llega a ser porque fundó la Academia de San Agustín. La mayoría de los que hoy tenemos una formación media, sin duda alguna, no la tendríamos.
Por supuesto que cursar un bachillerato por libre, jugandote el curso en un solo dia, no era muy académico que digamos. No hablemos de las clases, donde en la misma aula, el latín de tercero, estaba junto a las matemáticas de primero o ciencias de cuarto.En ese particular le estaré siempre agradecido a don Juan Navarro. Descanse en paz.
Afortunadamente a través de las redes sociales, he descubierto la foto que ilustra el presente. En ella puedo observar a mis cuatros maestros.
Empezando por la izquierda el reseñado don Juan Navarro, a su lado don Juan Luis Domínguez, el cual me impartió clases en la academia San Agustín , tuve la gran satisfacción que también fue profesor de mi hija en su etapa escolar.
A continuación don José Luís Sánchez , del cual el colegio toma su nombre. Un profesor muy longevo en su etapa docente, con decidles, que dio clases a mi padre y a un servidor de ustedes.Fueron muchas generaciones las que pasaron por sus manos, de ahí la huella que dejó en Tesorillo.
El cuarto es el señor que figura entre el señor mayor y la señora (esposa de don José Luis), don Juan Bañasco, el único nacido en la localidad.
Me quedo con todo lo bueno que los cuatros me enseñaron . Mis conocimientos, el respeto hacia los demás en especial a los mayores , el orden, la disciplina, los buenos modales y muchos más valores , aunque a cambio recibiera algún que otro cachete.
Habrán observado que al mencionarlos he antepuesto el don. En aquellos tiempos el maestro, era don o doña . Se les procesaba un respeto total, respeto que nuestros padres nos hacían acatar sin objeción alguna.Como han cambiado los tiempos en ese aspecto y para mal a mi modesto entender.
Existe un quinto maestro en la fotografía. Él no cursó carrera alguna, pero fué un maestro en señorío generosidad, educación, bondad.
Me refiero al señor mayor que está situado entre el sacerdote y la señora, Antonio Cerralbo, conocidos por todos como el Maestro Cerralbo.
Llegó a nuestra población como mecánico de Los Larios, aquí se quedó hasta el final de sus días. Gracias a sus conocimientos, dejó tras de si una generación de buenos mecánicos y sobre todo un recuerdo imborrable de excelente persona.
1 comentario:
Pacurro, fui alumno de don Jose y don Juan. Estoy contigo de quedarse con lo bueno, de los dos. Buen articulo, sigue escribiendo, para los que estamos fuera de Tesorillo, es una alegria leerte.
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