El sábado por la tarde el Barrio Alto de Jimena acogió a personajes, escenas y leyendas de su historia, en "Un Viaje en el Tiempo".
Una actividad cultural enmarcada en las XII Jornadas de Historia y Arqueología de Jimena de la Frontera, organizada por la Asociación Tanit, con la colaboración del ayuntamiento de Jimena, la Asociación de Mujeres La Jincaleta y la Asociación Cultural El Corral de la Paca.
Una actividad cultural enmarcada en las XII Jornadas de Historia y Arqueología de Jimena de la Frontera, organizada por la Asociación Tanit, con la colaboración del ayuntamiento de Jimena, la Asociación de Mujeres La Jincaleta y la Asociación Cultural El Corral de la Paca.
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***Álbum de fotos con más de 270 fotografías del evento.
En el Llano de la Victoria y por segundo año consecutivo apareció desde el interior de la Historia de Jimena "la sacerdotisa del templo TANIT os guiará por un nuevo camino, y viviremos nuevas experiencias contadas por personajes antiguos". Y así guió a más de 200 personas en el camino de la historia por las calles de Jimena, en torno a la Iglesia de la Victoria, presentando a los distintos viajeros del camino, personajes que narraban y escenificaban hechos históricos.
El primero de los viajeros de a historia fue Cneo Pompeyo, hijo de Pompeyo el Grande, acompañado de su lugarteniente Munacio Flaco, que agradeció a Oba -la Jimena romana- el recibimiento que le dispensaron y su hospitalidad, cuando allá por el año 45 antes de Cristo libraron una batalla contra Julio César.
Seguidamente un circo juglar medieval con muchos saltimbanquis, actuaban en un paisaje de castillos que ocupaba el centro del Llano de la Victoria.
La sacerdotisa guió a todo el público a la calle Corral del Concejo, donde otro viajero llegado de esa época explicó que el por qué de este nombre.
Seguiamente aparació un curtidor, el escritor y articulista jimenato Francisco Jiménez "Currini", que ofreció un interesante y emotivo relato de su historia familiar y también de Jimena, sobre las tenerías de la calle Quirós en los años 50 y 60, donde se curtían pieles de burros y vacas...
Unos gritos de mujeres -de la Asociación de Mujeres La Jincaleta- en la calle Ancha alertan al público de un hecho dramático. ¡ Han matado a tres hombres en el molino! gritaban, comenzando así la historia de la revuelta de los molinos en el siglo XVIII contra el ducado de Medina Sidonia.
Pero no todo era tristeza en Jimena en esa época, como dijo la sacerdotisa, que entonces condujo al público a otra calle del siglo XVIII, para que conocieran de mano de la viajera Juani Dominguez el tradicional Baile de la Jincaleta.
Y en la calle La Loba, esperaba Isabel García "La Loba" y su escribano. Una rica mujer de leyenda que en 1.574 dejó todos sus bienes al pueblo de Jimena, y que dió nombre a la calle.
La sacerdotisa siguió por el Callejón Techado hasta la calle Santa Ana, donde un nuevo viajero del tiempo descubrió los secretos de la Masonería en Jimena. Sociedad secreta y universal que se reúnen en logias, y que en en 1932 crearon la Logia Másonica de Jimena de la Frontera "Fénix de los Valles número 66".
El siguiente viajero de la la historia fue Ibn Salmün, que murió en la Batalla del Salado. Escondió su tesoro para los necesitados, y abriendo la puerta del tiempo de la Iglesia de Santa Ana o de la Misericordia, dió paso a la última historia.
Y esta última historia fue la obra de teatro "El tesoro del Llano"que presentaron los últimos viajeros del camino de la historia, y que pusieron fin a "Un Viaje en el Tiempo". Una pequeña obra de teatro interpretada por niños, dirigida y puesta en escena por Eduvigis Collado y Marcus Van Wachtel de la Asociación Cultural El Corral de la Paca,y basada en dos cuentos de Whashington Irving, adaptados por Eduardo Navarro, y que tuvo lugar en el claustro de la Iglesia de la Victoria.
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