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La localidad del Valle del Genal embellece sus calles con tiestos de colores con geranios
El Ayuntamiento y los vecinos están colocando más de 400 recipientes de barro pintados en azul, verde, violeta y carmesí en las fachadas
VANESSA MELGAR
Caminar por las calles de Benarrabá ahora tiene un aliciente más. Y es que el Ayuntamiento ha decidido poner en marcha una iniciativa para embellecer cada uno de los rincones de esta pequeña localidad de la Serranía de Ronda que concretamente se sitúa en el Bajo Valle del Genal, entre las poblaciones de Algatocín y Gaucín.
La localidad del Valle del Genal embellece sus calles con tiestos de colores con geranios
El Ayuntamiento y los vecinos están colocando más de 400 recipientes de barro pintados en azul, verde, violeta y carmesí en las fachadas
VANESSA MELGAR
Caminar por las calles de Benarrabá ahora tiene un aliciente más. Y es que el Ayuntamiento ha decidido poner en marcha una iniciativa para embellecer cada uno de los rincones de esta pequeña localidad de la Serranía de Ronda que concretamente se sitúa en el Bajo Valle del Genal, entre las poblaciones de Algatocín y Gaucín.
Apenas cuenta con alrededor de 550 habitantes y, según indicó el alcalde, el popular, Silvestre Barroso, se están repartiendo cerca de 400 macetas: «Las estamos colocando en las distintas calles y rincones y son de colores: verdes, azules y violetas y para los edificios municipales, de color carmesí. Queremos que los visitantes que vengan se sorprendan aún más con la belleza de nuestra localidad», explicó el regidor al tiempo que señaló que se trata de tiestos de barro que en su mayor parte llevan plantados geranios.
La postal no puede ser más típica de Andalucía. La idea no es nada nueva pero sí muy acertada. En Benarrabá, al igual que en el resto de los pueblos de dicha comarca, no es difícil encontrar un rincón lleno de flores. Son las propias vecinas las que engalanan con bellas plantas ventanas y balcones pero también las puertas de sus casas: «Hemos querido colocarlas sobre las fachadas», añadió el alcalde. Se puede decir que, salvando las distancias, por supuesto, los benarrabiches tienen sus propios patios de Córdoba.
«El Ayuntamiento donará macetas de colores a los vecinos y vecinas que deseen decorar las fachadas de sus casas. Se ruega a los vecinos de una misma calle que se reúnan para acordar el color antes de la solicitud». Así dictaba el bando municipal que se emitió a finales del pasado mes de junio dando a conocer la iniciativa. «Está quedando muy bonito», comentó una vecina mientras regaba sus plantas, con una goma, en la puerta de su casa y también las macetas, de color verde, que se han colgado en su fachada. «De color violeta o rosa hay pocas aún», añadió otra vecina que ha desembarcado en el pueblo para pasar sus vacaciones: «Yo me estoy enterando ahora de esta iniciativa que han puesto en marcha. Es muy bonita», insistió.
El alcalde argumentó que los vecinos del pueblo se han volcado con la idea y que incluso, como actividad para personas mayores, se están pintando las macetas de colores: «Nosotros las hemos comprado sin color, de barro, y se está llevando a cabo el pintado en dichas actividades», dijo tras hacer especial hincapié en que no pensó que al final iba a ser tan alto el número de tiestos: «Los vecinos han empezado a pedirnos macetas», relató.
Aunque a Benarrabá, que conserva el sabor árabe en sus calles empinadas, estrechas y casi laberínticas guardadas celosamente por la grandeza de la naturaleza, no le hacen faltan muchos adornos, no es la primera vez que los vecinos toman la iniciativa. Durante las pasadas navidades también fueron los encargados de diseñar los adornos de estas fiestas ni más ni menos que con materiales reciclados: vasos de plástico, botellas, latas y cartones de leche a los que dieron forma, con mucho cariño, para ofrecer lo mejor del pueblo, dar lección sobre el respeto al medio ambiente y, de paso, ahorrar algún que otro dinero.
También gatos
En otros pueblos de la Serranía también se ha llevado a cabo esta iniciativa aunque no añadiendo tal toque de color. En la cabecera de comarca, en Ronda, la concejalía de Parques y Jardines también colocó macetas en algunos puntos del casco histórico. En el pueblo de al lado, en Algatocín, también en el Bajo Valle del Genal y con casi 900 habitantes, la cosa va de exprimir el gentilicio popular. A los habitantes de Algatocín se les conoce cariñosamente como gatos y gatas además de como algatocileños y algatocileñas.
Por ello, desde el Ayuntamiento se está llevando a cabo una curiosa iniciativa que consiste en colocar gatos de escayola pintados de distintos colores en los puntos de interés tales como comercios, edificios municipales, infraestructuras turísticas... aunque la idea aún se está poniendo en marcha también se están pintando huellas de gato en las calles para conducir a los visitantes hasta dichos lugares.
Del mismo modo, como explicó el alcalde de esta localidad, el popular José Manuel Carrasco: «Se creará un gran mapa en el que se recogerá toda esta información». Sin duda, pasear por las calles de este bello pueblo, entre sierras, se convertirá, cuando la iniciativa esté lista, en una experiencia gatuna.
La postal no puede ser más típica de Andalucía. La idea no es nada nueva pero sí muy acertada. En Benarrabá, al igual que en el resto de los pueblos de dicha comarca, no es difícil encontrar un rincón lleno de flores. Son las propias vecinas las que engalanan con bellas plantas ventanas y balcones pero también las puertas de sus casas: «Hemos querido colocarlas sobre las fachadas», añadió el alcalde. Se puede decir que, salvando las distancias, por supuesto, los benarrabiches tienen sus propios patios de Córdoba.
«El Ayuntamiento donará macetas de colores a los vecinos y vecinas que deseen decorar las fachadas de sus casas. Se ruega a los vecinos de una misma calle que se reúnan para acordar el color antes de la solicitud». Así dictaba el bando municipal que se emitió a finales del pasado mes de junio dando a conocer la iniciativa. «Está quedando muy bonito», comentó una vecina mientras regaba sus plantas, con una goma, en la puerta de su casa y también las macetas, de color verde, que se han colgado en su fachada. «De color violeta o rosa hay pocas aún», añadió otra vecina que ha desembarcado en el pueblo para pasar sus vacaciones: «Yo me estoy enterando ahora de esta iniciativa que han puesto en marcha. Es muy bonita», insistió.
El alcalde argumentó que los vecinos del pueblo se han volcado con la idea y que incluso, como actividad para personas mayores, se están pintando las macetas de colores: «Nosotros las hemos comprado sin color, de barro, y se está llevando a cabo el pintado en dichas actividades», dijo tras hacer especial hincapié en que no pensó que al final iba a ser tan alto el número de tiestos: «Los vecinos han empezado a pedirnos macetas», relató.
Aunque a Benarrabá, que conserva el sabor árabe en sus calles empinadas, estrechas y casi laberínticas guardadas celosamente por la grandeza de la naturaleza, no le hacen faltan muchos adornos, no es la primera vez que los vecinos toman la iniciativa. Durante las pasadas navidades también fueron los encargados de diseñar los adornos de estas fiestas ni más ni menos que con materiales reciclados: vasos de plástico, botellas, latas y cartones de leche a los que dieron forma, con mucho cariño, para ofrecer lo mejor del pueblo, dar lección sobre el respeto al medio ambiente y, de paso, ahorrar algún que otro dinero.
También gatos
En otros pueblos de la Serranía también se ha llevado a cabo esta iniciativa aunque no añadiendo tal toque de color. En la cabecera de comarca, en Ronda, la concejalía de Parques y Jardines también colocó macetas en algunos puntos del casco histórico. En el pueblo de al lado, en Algatocín, también en el Bajo Valle del Genal y con casi 900 habitantes, la cosa va de exprimir el gentilicio popular. A los habitantes de Algatocín se les conoce cariñosamente como gatos y gatas además de como algatocileños y algatocileñas.
Por ello, desde el Ayuntamiento se está llevando a cabo una curiosa iniciativa que consiste en colocar gatos de escayola pintados de distintos colores en los puntos de interés tales como comercios, edificios municipales, infraestructuras turísticas... aunque la idea aún se está poniendo en marcha también se están pintando huellas de gato en las calles para conducir a los visitantes hasta dichos lugares.
Del mismo modo, como explicó el alcalde de esta localidad, el popular José Manuel Carrasco: «Se creará un gran mapa en el que se recogerá toda esta información». Sin duda, pasear por las calles de este bello pueblo, entre sierras, se convertirá, cuando la iniciativa esté lista, en una experiencia gatuna.
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