En 2010 el Ayuntamiento del PP intentó implantar una tasa de congestión para los vehículos que accedían a Gibraltar por esta causa
La Línea es la ciudad más contaminada entre las 46 españolas cuya calidad del aire ha sido analizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que presentó ayer en Ginebra un informe en el que se dice que Las Palmas de Gran Canarias es la que tiene el aire más limpio entre las sometidas a estudio en nuestro país.
La Línea alcanza el dudoso honor de ser la ciudad con mayor nivel de contaminación, con una media anual de 18 microgramos de PM 2.5 (las partículas más pequeñas y más pejudiciales) por metro cúbico y 33 microgramos de PM 10, según el mencionado informe.
Las PM 10 son unas partículas contaminantes también suspendidas en el aire que son un poco mayores que las PM 2,5 y, por tanto, son menos nocivas. Con respecto a este último valor la OMS establece una recomendación de 20 pero en España el promedio es de 29, siempre por debajo de los números que marca La Línea.
Ente las ciudades españolas se considera que Las Palmas es la que tiene el aire más limpio porque la media anual es que "sólo" estaban suspendidas en el aire 6 microgramos de PM 2,5 por metro cúbico.
Arrecife se sitúa en segunda posición con 6 microgramos de PM 2,5 también, pero contabilizó 24 microgramos de PM 10, mientras que el nivel de PM 10 en Las Palmas fue de 22.
Con respecto a las grandes ciudades, Madrid reveló una media anual de 11 microgramos de PM 2,5 por metro cúbico y 22 de PM 10; y Barcelona 16 microgramos de PM 2,5 y 25 de PM 10.
Sevilla reportó 16 microgramos de PM 2,5 y 22 de PM 10; Valencia 14 de PM 2,5 y 20 de PM 10; y Zaragoza 12 de PM 2,5 y 22 de PM 10.
Todos los datos de España corresponden al año 2011.
Los datos con los que cuenta la OMS no son comparables porque se refieren a años diferentes (desde 2008 a 2012), y porque los sistemas de medición son distintos, por lo que el organismo rehúsa hacer una clasificación jerárquica de las urbes más y menos contaminadas en el mundo.
En julio de 2010 el entonces alcalde de La Línea, Alejandro Sánchez (PP) gestionó la implantación de una tasa de congestión para los vehículos que accedían a Gibraltar y que formaban largas colas, porque, como demuestra este estudio que ahora hace público la OMS, los níveles de polución eran comparables a Londres y Osaka. La ciudad alemana de Dresde presenta un balance casi idéntico al de La Línea.
Después de ser incluso presentado de manera oficial, de preparar un acceso para regular el tráfico y de anunciar que el precio sería de cinco euros, aquella iniciativa cayó en saco roto y de hecho una de las primeras actividades que llevó a cabo la actual alcaldesa, la socialista Gemma Araujo, fue el derribo del bordillo que el anterior equipo de gobierno había mandado construir para redirigir la circulación en los accesos a la frontera.
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